Los Goya de 2025 han hecho historia porque han premiado como mejor película ‘ex aequo’ a El 47 y a La infiltrada tras una gala muy igualada con varios de sus protagonistas reivindicando vivienda digna o expresando su preocupación por Donald Trump.
Es la primera vez en la historia de estos premios en que
el galardón más importante, el de mejor película, se reparte entre dos títulos.
El 47,
una historia de héroes anónimos de la clase obrera, basada en hechos reales y
dirigida por Marcel Barrena, se ha llevado también los Goya a mejor actor y
actriz de reparto, para Salva Reina y Clara Segura, dirección de producción y efectos
especiales.
La infiltrada, el filme basado en la historia real de una policía que engañó a ETA,
se lleva también el de mejor actriz para Carolina Yuste.
El
palmarés ha estado muy repartido. Segundo premio de Isaki Lacuesta y
Pol Rodríguez, se ha llevado mejor dirección, sonido y montaje. El mismo número
de premios ha ido para La habitación de al lado de Pedro
Almodóvar, que ha ganado mejor guion adaptado, música y fotografía.
Para La
virgen roja de Paula Ortiz han sido los de vestuario y dirección artística
y también se ha llevado dos, canción original y mejor documental, La
guitarra flamenca de Yerai Cortés de Antón Álvarez (C. Tangana).
El Goya
a mejor actor protagonista ha sido para Eduard Fernández por Marco,
película que también se lleva el premio al mejor maquillaje y peluquería, y el
de mejor guion original ha ido a parar a Casa en llamas, dirigida por Dani de
la Orden.
El 47
gira en torno a Manuel Vidal, un conductor de autobuses y sindicalista que en
la Barcelona de los años 70 luchó por llevar el transporte público al barrio de
Torre Baró. Era una zona en la que se habían instalado emigrantes procedentes
de Extremadura y Andalucía, que se construyeron sus casas con sus propias manos
y durante mucho tiempo carecieron de la infaestructura y servicios más básicos.
Barrena ha dedicado el Goya a «su gente», su ciudad y su
lengua, el catalán, y ha reivindicado el derecho constitucional a una vivienda
digna.
La infiltrada, protagonizada por Carolina Yuste y Luis Tosar, es un thriller sobre la
agente Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo de una policía nacional que pasó
ocho años infiltrada en ETA y que fue clave en la desarticulación del comando
Donostia.
Ha sido
la segunda película española más taquillera del año, vista por 1,3 millones de
espectadores en cines, sólo por detrás de Padre no hay más que uno 4, de
Santiago Segura.
Su productora, María Luisa Gutiérrez, ha dedicado el
premio a mejor película a «la infiltrada real» y «a quienes arriesgan su vida
por defender los principios de la democracia», entre los que ha destacado la
libertad de expresión.
Y Brasil hizo historia también esta noche. Por primera vez una película de este
país, Aún estoy aquí, del realizador Walter Selles, se ha alzado con
el premio a la mejor película iberoamericana.
Además, Emilia
Pérez se ha llevado el Goya a la mejor película europea a pesar de la
polémica que ha rodeado a su protagonista, Karla Sofía Gascón, y entre aplausos
de todo el auditorio.
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