Fue el 17 de abril de 1924 cuando el magnate Marcus Loew, dueño de la cadena de cines Loew’s Theatres, concretó la unión de Metro Pictures, Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer Pictures con la intención de tener producciones de calidad para sus salas de cine. Bajo la dirección de Louis B. Mayer, y con Irving Thalberg como jefe de producción, MGM fue el primer estudio en conciliar la idea de producción y distribución y gracias a ello poco tiempo después se convirtió en el estudio más prestigioso de Hollywood.
Cuando se
fundó el cine era mudo. También era mudo el famoso león, que no rugió hasta
1928. La MGM llega a su centenario en manos de Amazon, tras haber sido
propiedad de la japonesa Sony.
Ya sea por
musicales como Cantando bajo la lluvia o por filmes históricos como Ben-Hur,
el centenario estudio Metro-Goldwyn-Mayer, fue una pieza fundamental para crear
el concepto de lo que es Hollywood ante el mundo: Una industria de
superproducciones llena de glamour y estrellas.
Estudios
como Universal y Paramount siguieron el concepto arquitectónico de la firma y
crearon sus propias “ciudades”, y MGM siguió innovando y marcando precedentes.
El estudio fue pionero en la experimentación con el proceso de cine en color llamado
“technicolor” y la sincronización de las imágenes con el sonido. Si bien el technicolor
fue utilizado desde Ben Hur, la técnica logró su consolidación con El
mago de Oz, protagonizada por Judy Garland en 1939 y dirigida por Victor
Fleming, una de las cintas más populares de la historia del cine.
Además, gracias
al llamado star-system, el sistema de
contrataciones de exclusividad de los actores, MGM mantuvo entre sus
producciones a actores como Clark Gable, Garland, Greta Garbo o Jean
Harlow, con quienes lograron perpetuar parte de la idea de glamour,
elegancia y fama que rodeó la Época Dorada de la industria estadounidense de la
que ahora tan solo quedan algunos resquicios.
Los
musicales de gran despliegue que protagonizaron Frank Sinatra, Fred Astaire o
Gene Kelly, marcaron una nueva etapa, pero su declive llegó cuando una ley
antimonopolios de EEUU prohibió a los estudios ser dueños de la distribución de
sus productos, lo que hizo que tuviera menos recursos para la financiación de
sus proyectos, unido al auge que estaba teniendo la televisión.
Después de
la nueva versión de Ben-Hur (1959), la más conocida y exitosa, pocas películas
sobresalieron con tal fuerza y finalmente la adquisición del estudio
por el magnate Kirk Kerkorian, en 1969, terminaría con la imagen de MGM
como el “gran estudio de Hollywood” para asociarlo con la cadena de hoteles de
Las Vegas.
Hoy en día,
MGM es parte del imperio Amazon y su catálogo de películas y programas de
televisión es uno de sus activos más valiosos. Sin embargo, el futuro de MGM en
la industria del cine es incierto, ya que la tecnología y las plataformas de
streaming continúan transformando el panorama.
A pesar de
los desafíos, el legado de MGM perdura. Su influencia en los cineastas
contemporáneos es innegable y su estilo único sigue siendo reconocido en la pantalla
grande. La exposición Meet The Stars: 100 Years of MGM Studios and
the Golden Age of Hollywood en el museo Hollywood Heritage de Los
Ángeles es una muestra de la importancia histórica de MGM y su impacto en la
industria del cine.
Tras el
camino tortuoso que ha tenido con los de cambios de dueños y la bancarrota en
2010 su activo más valioso es su catálogo, tal vez el mejor de historia del
cine, formado por 4.000 películas, 17.000 episodios de televisión y nada menos
que 180 premios Oscar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario