El director y guionista canadiense David Cronenberg (Toronto, 1943) recibirá un Premio Donostia de la 70ª edición del Festival de Sebastián, que reconocerá con su máxima distinción honorífica la carrera de uno de los cineastas más singulares del último medio siglo. El canadiense se suma así al listado de directoras y directores que también han recibido el Premio Donostia, entre quienes destacan Francis Ford Coppola, Woody Allen, Oliver Stone, Agnès Varda, Hirokazu Koreeda y Costa-Gavras.
El 21 de
septiembre el Teatro Victoria Eugenia acogerá la ceremonia de entrega del
galardón, tras la que se proyectará Crimes of the Future (2022), el largometraje
protagonizado por Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart que concursó
en el último Festival de Cannes.
Maestro
del horror biológico, de las atmósferas turbadoras y de un universo tan
personal como intransferible, Cronenberg ha dirigido una veintena de
largometrajes entre los que destacan obras convertidas en clásicos de géneros
como la ciencia ficción, el terror, el drama psicológico o el thriller.
En 2004 el
Festival de San Sebastián proyectó Crash (1996) en el marco de la retrospectiva Incorrect@s y
tres años después Cronenberg visitó San Sebastián por primera y única vez hasta
la fecha para inaugurar la Sección Oficial a concurso con Eastern Promises (2007).
Hijo de
una pianista y de un escritor, David Cronenberg creció entre libros y cómics
que cimentaron su interés por la cultura y el cine. Autodidacta, sus primeros
trabajos fueron cortos como Transfer (1966) y From the Drain (1967), a los
que siguieron sus primeros largometrajes, de corte experimental, Stereo (1969) y Crimes
of the Future (1970), cuyo título coincide con el de su película
más reciente.
En estas
obras primerizas podían rastrearse ya los rasgos de una filmografía marcada por
temas como la enfermedad, la violencia, el sexo, el cuerpo o la experimentación
científica. Esta última está muy presente en la primera etapa de su obra, por
ejemplo, en Vinieron de dentro
de…(1975), Rabia (1977) o Cromosoma 3, (1979), en las que conviven parásitos asesinos,
plagas violentas y terapias fallidas para tratar psicópatas.
También
firmó encargos como Fast
Company (1979), una película sobre carreras de coches, aunque los
títulos que forjaron su prestigio como autor dentro del cine de género más
radical fueron Scanners (1981),
sobre un grupo de personas con mortales poderes mentales, y Videodrome (1983), una de las cimas de la estética de la Nueva Carne.
Tras
narrar en La mosca (1986)
la asfixiante historia de un científico que se transforma en insecto, contó con
Jeremy Irons para protagonizar dos de sus siguientes películas: Dead Ringers (1988), en la
que el actor se desdobló para encarnar a unos atormentados ginecólogos gemelos,
y M. Butterfly (1993),
el ambiguo romance entre una misteriosa diva de la ópera y un diplomático
francés en la China de los años 60.
Cronenberg
ha llevado a la pantalla novelas de escritores tan icónicos como Stephen King (The Dead Zone, 1983), William
Burroughs (The Naked Lunch,
1991), quizá su mayor obra de culto y J.G. Ballard, a quien adaptó en Crash (1996), que analizaba
la excitación sexual de varios personajes al sufrir accidentes automovilísticos
y que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes.
Tras
adentrarse en la realidad virtual con eXistenZ (1999) y asomarse a los abismos de la enfermedad
mental en Spider (2002),
el cineasta canadiense inauguró una etapa en su filmografía en la que el
fantástico dejó de ser el ingrediente principal de su cine, hasta que ahora, 20
años después, acaba de estrenar Crimes
of the Future (2022), una revisión o compendio de sus antiguas
obsesiones.
Esta
última película supone su cuarta colaboración con el actor Viggo Mortensen, con
quien primero rodó Una historia
de violencia (2005), un thriller sobre un hombre marcado por un
intrigante pasado. Los otros filmes son Promesas peligrosas (2007), una inmersión en el infierno de
la mafia rusa de Londres, y Un
método peligroso (2011), en la que Mortensen interpretaba a Sigmund
Freud.
Los dos
últimos títulos anteriores a Crimes
of the Future fueron Cosmopolis (2012), adaptación
de la novela de Don DeLillo, y Maps
to the Stars (2014), una ácida reflexión sobre la fama.
En ambos
trabajos participó Robert Pattinson, uno de los últimos en sumarse a la amplia
nómina de estrellas con las que David Cronenberg ha trabajado a lo largo de su
dilatada carrera y en la que destacan, entre otras, Juliette Binoche –otro de
los Premios Donostia de esta edición–, Gabriel Byrne, Willem Dafoe, Geena
Davis, Michael Fassbender, Ralph Fiennes, Jeff Goldblum, Ed Harris, Holly
Hunter, William Hurt, Keira Knightley, Jude Law, Jennifer Jason Leigh, Miranda
Richardson, Martin Sheen, James Spader, Christopher Walken, Naomi Watts, Peter
Weller y James Woods.
David
Cronenberg también ha intervenido como actor en películas de otros cineastas
como, por ejemplo, en Nightbreed (1990,
Clive Barker), To Die For (1995,
Gus Van Sant), Extreme Measures (1996,
Michael Apted) y Falling (2020),
cuyo director, Viggo Mortensen, fue Premio Donostia 2020.
Además,
ha sido distinguido con la Orden de Canadá y es Oficial de la Orden de las
Artes y las Letras y Caballero de la Legión de Honor francesas. En 2014 publicó
su primera novela, Consumed: A
Novel.
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