Sin
alfombra roja, ni estrellas de Hollywood, ni público, ni
prensa acreditada. Así se celebrarán este domingo los Globos
de Oro, que han sido boicoteados por la industria audiovisual por las
acusaciones de corrupción y falta de diversidad de sus responsables y que no
serán retransmitidos por televisión.
La Asociación
de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en
inglés) detalló en un comunicado que los ganadores de su 79 edición serán
anunciados el domingo 9 de enero, desde el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles.
Pero
esta vez, los Globos de Oro no serán la glamurosa
fiesta del cine y la televisión con multitud de estrellas y champán en todos
lados que habitualmente inauguraba la temporada de premios de Hollywood.
Así, la
HPFA dijo que “no habrá público” en su evento del domingo y especificó que el
selecto grupo de miembros de HFPA e invitados de sus programas sociales que
estarán en la sala tendrán que mostrar un certificado de vacunación completa
con dosis de refuerzo y una prueba PCR tomada en las 48 horas antes del acto.
“No habrá
alfombra roja. No se aceptarán solicitudes de acreditaciones de prensa para
este evento”, añadió la HFPA.
La
revista Variety había adelantado que
los responsables de estos galardones no habían conseguido que ninguna estrella
de Hollywood participara en su evento.
La HFPA
pretende que esta controvertida, extravagante y muy deslucida edición de sus
premios se centre en su labor filantrópica en un intento de mejorar su
maltrecha imagen.
El
terremoto en los Globos de Oro, que en ocasiones llegaron
a competir en impacto y eco con los Oscar, llegó a principios de este año
cuando se intensificaron las denuncias contra la HFPA por prácticas de muy
dudosa ética entre sus miembros, que, por ejemplo, se aprovechaban de grandes
viajes y regalos de lujo a cargo de los estudios, cadenas televisivas y
plataformas de "streaming".
Era un grupo de 87 periodistas, muchos de ellos
jubilados, entre los que no había ninguna persona negra.
Para enmendar la falta de diversidad, la organización ha
admitido nuevos miembros, entre ellos varios hispanos y afroamericanos, aunque
sigue siendo un limitado número de personas que excluye a la gran mayoría de
periodistas que trabajan diariamente cubriendo Hollywood.
Por otro lado, sus nuevas normas de conducta prohíben que
sus integrantes acepten cualquier detalle que pueda crear un conflicto de
interés con los Globos de Oro e imponen
restricciones presupuestarias.
Sin
embargo, la industria del cine y la televisión no ha cambiado su postura de
boicot ante una reforma que fue anunciada en pleno desarrollo de demandas,
dimisiones y cruces de acusaciones entre los integrantes de la HFPA.
Las promesas de cambio de la asociación tampoco han
convencido a la cadena NBC, que anunció el pasado mayo que no retransmitiría
los Globos de Oro por primera vez desde 1996.
El enorme ruido en torno a la HFPA ha dejado en un plano
secundario a las nominaciones de este año, que se desvelaron en diciembre a
pesar de que los estudios y las cadenas no hicieron las habituales campañas
promocionales para conseguir candidaturas.
En
cualquier caso, Belfast y The Power of the Dog, con siete
candidaturas cada una, parten como favoritas en los apartados de cine.
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