Una sátira
puede ser la herramienta más crítica y demoledora contra una ideología. En ese
sentido, Jojo Rabbit es una de las mejores sátiras que hemos visto
contra el nazismo, esa locura colectiva que lideró un enano con ínfulas de
inmortal y locura para repartir a la sociedad de su tiempo, que cayó
hipnotizada ante su discurso incendiario (literal).
Jojo Rabbit es una sátira en el sentido más
amplio: sirve para reir ante las ingeniosas burlas al mismísimo Adolfo Hitler
(encarnado por el propio director y guionista Taika Waititi, de ascendencia
maorí-judía) y su ideología, pero es también un llamado para reflexionar ante
tanta sensiblería neo-nazi que aparece aquí y allá, sin que sea tomado como
ofensa.
Waititi
basa su guion en la novela “Caging Skies”, de Christine
Leunens, que narra la historia de Jojo Betzler, un solitario niño
miembro de las Hitler-Jugend (Juventud Hitleriana) quien se convierte en un
nacionalista irracional que, a sus 10 años, odia a los judíos y tiene como
único amigo a Yorki, otro niño sumido en la confusión. Su amigo imaginario no
es otro que el Führer, un absoluto fracaso como voz de la conciencia.
El filme
es la ingeniosa y divertida del nazismo a través de los ojos de Jojo, una
estructura que muestra todas sus fisuras en la misma medida de las variadas
inseguridades de un niño de 10 años. Y para colmo de males, el enemigo aparece
con las encantadoras formas de Elsa Korr, encarnada por Thomasin McKenzie,
calificada como una de las mejores actrices jóvenes de Hollywood.
Una
tragedia social desde la perspectiva de un niño no es cosa nueva: siempre se
recuerda a la excelente (y sobrevalorada) película de Roberto Benigni, La
vida es bella. La diferencia es que esta es una crítica mucho más ácida
y, aunque como aquella, deja lugar para la carcajada, es mucho más la carga de
denuncia de la alienación a que fue sometida más de una generación de alemanes.
Waititi
tuvo un excelente debut con Eagle vs Shark (2007) que tuvo muy
buena acogida en los festivales en donde se presentó. Con su segundo filme, Boy (2010),
ganó el Grand Prix en Berlín y el Premio del Público en el Afi Fest y el
Festival de Sidney, lo que le catapultó entre los nombres que los productores
barajan para dirigir blockbusters. Eventualmente, su gran oportunidad le llegó
con Thor:
Ragnarok (2017), que lo inserta en el Universo Marvel, con tan buenos
resultados que prepara Thor: Love and Thunder, prevista
para estrenarse en 2021.
Hay que
destacar el maravilloso trabajo de dirección de actores, desde el niño Roman Griffin Davies, pasando por Thomasin
McKenzie (ya la elogié) y la nominada a todos los premios Scarlett Johansson (que
destaca como la madre de Jojo), así como del ganador del Oscar, Sam Rockwell.
Jojo Rabbit fue estrenada en el pasado Festival de Toronto, donde consiguió la
máxima distinción del TIFF, el Premio del Público, lo que de inmediato la
inscribió por derecho propio entre las favoritas para la Temporada de Premios.
Aparece en todas las listas como una de las mejores películas del año.
Merecidamente.
Jojo
Rabbit (2019). Dirección y guion: Taika
Waititi; Fotografía: Mihai Malaimaire, jr; Música: Michael Giacchino; Edición:
Tom Eagles; Elenco: Roman
Griffin Davies, Taika Waititi, Thomasin McKenzie, Scarlett Johansson, Sam
Rockwell.
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