viernes, junio 30, 2017

Sambá: caída, sacrificio y redención en Ciudad Nueva.

Desde su estreno, Sambá, el nuevo filme de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, se inscribió por mérito propio en la historia de nuestro cine: primera película dominicana en entrar a la competencia del prestigioso Festival de TriBeCa. Posteriormente, el filme estuvo en concurso en el Festival de Buenos Aries (Bafici) y, de seguro, que le espera un exitoso recorrido por el circuito de festivales.
El boxeo ha brindado al cine maravillosas historias, reales o de ficción, que han encandilado a las audiencias. La razón es muy simple: al ser un deporte individual, todo el peso dramático recae sobre un personaje, habitualmente con muy pocas posibilidades de salir airoso del combate, con quien el público se identifica.
Para recordar algunos títulos, bastaría mencionar: Toro Salvaje (1980, Martin Scorsese), considerada por muchos, no solo como la mejor película sobre deportes, sino como la mejor película de toda la década 80; The Million Dollar Baby (2004, Clint Eastwood), Ali (2001, Michael Mann), Girlfight (2000, Karyn Kusama), fabuloso debut para dominicana Michelle Rodríguez; y Rocky (1976, John Avildsen), escrito y protagonizado por Sylvester Stallone, y que ganó 3 premios Oscar, incluyendo mejor película.
Todos ellos, tienen como personaje central a alguien a quien la vida le ha propinado un nocaut. Y cuando se besa la lona, no queda más remedio que levantarse antes que finalice el conteo y dejarlo todo en el ring. Es la última prueba que necesita superar el espíritu esperanzado de quien no quiere tirar la toalla y lo arriesga todo en búsqueda de redención.
Sobre esta misma premisa argumental se construye Sambá, un guion escrito por Ettore D’Alessandro, quien también co-protagoniza y co-produce. El conocido sector de Ciudad Nueva se nos presenta como el escenario hostil en que nuestra historia destila sudor y sangre, en que conviven mansos y cimarrones deportados como escoria, atrapados en una violencia urbana que se expresa en una asfixiante sensación de encierro, de marginalidad urbana que no se exorciza con el alcohol, ni la bachata compartida entre tres.
Una Ciudad Nueva que también nos muestra su hipnótico encanto, sus calles rebosantes de los colores y los olores de la infancia de todos, de aquellos tiempos de escasez y felicidad indocumentada. Una Ciudad Nueva que te atrapa y te engulle, que te devora y te deja hecho trizas, o porque te ha faltado talento, o porque se te han acabado las siete vidas del ratero de poca monta que desafía una bala inoportuna, pero pertinente según el energúmeno uniformado.
En este punto, es importante destacar todo lo que aportan a la historia los directores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, quienes consiguen una atmósfera tan seductora como implacable. Esta talentosa pareja ya nos tiene acostumbrados a sus filmes de mucha calidad: Cochochi (2007), Jean Gentil (2010), Carmita (2013) y Dólares de arena (2014) no dejan espacio para la duda: estamos ante dos de los mejores cineastas jóvenes de Latinoamérica.
La acertada escogencia del elenco es otro de los elementos sobresalientes de Sambá: Algenis Pérez Soto es un actor con físico de atleta, a quien recordamos cuando debutó en Sugar (2008), el mejor filme sobre béisbol hecho en Dominicana; Laura Gómez da sobradas muestra de su crecimiento como actriz y de dominio escénico; así como Gerardo Mercedes y Ricardo Ariel Toribio, entre otros, para un elenco de lujo.
Y entre todas sus bondades, Sambá no se vende al final feliz, esa tóxica mala costumbre de Hollywood, que siempre nos deja complacidos con triunfo increíble contra todo pronóstico y a beber se ha dicho. La vida es mucho más compleja y mucho más difícil. Pero siempre habrá espacio para la esperanza en estas tierras olvidadas por los dioses, en que huimos del pasado en motoconcho y construimos el futuro, golpe a golpe, desde tempranito, entrenando con la bolsa de arena que la vida nos pone como obstáculo o como instrumento del destino.


Sambá (2017). Dirección: Laura Amelia Guzmán, Israel Cárdenas; Guion: Ettore D’Alessandro; Fotografía: Andrei Bowden-Schwartz; Edición: Andrea Kleinman; Música: Marco Trombin; Elenco: Algenis Pérez Soto, Ettore D’Alessandro, Laura Gómez, Ricardo Ariel Toribio.

2 comentarios:

Ericarol dijo...

Excelente escrito!!! Quiero verla.

Anónimo dijo...

EXCELENTE!