La lucha de Ana: cine de denuncia de Bladimir Abud.

De la misma forma que Jaque Mate es un vehículo para el lucimiento de Frank Perozo, La lucha de Ana es un solo vehicle para el lucimiento de Cheddy García, su protagonista absoluta.

En este caso, la agradable sorpresa en mayor porque Cheddy García ha hecho carrera en el mundo del humor televisivo y su formidable Ana es un registro actoral totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados.

En este punto, hay que darle el crédito que merece el director, Bladimir Abud, no sólo por asumir el riesgo de darle el protagónico de un drama social a una humorista que se crece como actriz (huele a Premio Casandra), sino también por su ojo-detector de potencialidades.

La lucha de Ana habla del terrible drama de nuestros barrios, de nuestra juventud diezmada por el tráfico y consumo de drogas, de la desesperanza de los más humildes, de corrupción policial, de protección a los poderosos.

Una historia contada entre los contrastes de quienes todo lo tienen y aquellos que no tienen nada que perder. Precisamente, en este contraste percibimos las fisuras de un guión que no redondea su comentario social y se decanta por aspectos más convencionales (prostitución, venganza, elementos de suspenso, justicia comunitaria).

Pero La lucha de Ana es la lucha del cine dominicano. Ese el difícil camino que deben seguir transitando nuestros realizadores para alcanzar la calidad que merece nuestro cine.

Y nunca alcanzaremos un verdadero Cine Dominicano, hasta que no sea el espejo de nuestra realidad, tan cinematográfica que no hay que inventar nada.

La lucha de Ana (2012). Dirección: Bladimir Abud; Guión: Bladimir Abud, Alfonso Suárez y Rafael Núñez; Fotografía: Raúl Ramón; Música: Fernando Llamas; Elenco: Cheddy García, Mario Lebrón, Miguel Angel Martínez.