La
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ha informado de la
expulsión del director Roman Polanski y del actor Bill Cosby, ambos
condenados por agresión sexual.
La decisión se tomó en una reunión de la junta de
gobernadores del organismo apoyándose "en los estándares de conducta
de la organización", según un escueto comunicado que no hace referencia a
los casos, y que remata asegurando que la Academia apuesta por valores de
respeto a la dignidad humana.
Polanski lleva cuatro décadas prófugo de la justicia
estadounidense por haber mantenido relaciones sexuales en 1977 con Samantha
Geimer, cuando esta tenía 13 años. El aclamado realizador llegó a declararse
culpable a cambio de que la fiscalía retirara los cargos más graves, pero huyó
a Francia convencido de que el juez no respetaría el acuerdo y lo mandaría a
prisión. Cuando ganó el Oscar a la mejor dirección por El pianista, Harrison
Ford lo recogió en su nombre, y el galardón fue muy aplaudido.
Cosby, de 80 años, fue declarado culpable la semana
pasada de drogar y agredir sexualmente a Andrea Constand, de 45 años, en enero
de 2004, y también ha sido expulsado de la Academia de la televisión
estadounidense.
La Academia ya expulsó el pasado octubre al otrora
todopoderoso productor Harvey Weinstein, en medio del escándalo desatado por
las acusaciones en su contra de acoso y abuso sexual, que han salpicado a otros
pesos pesados de Hollywood. Con esta decisión, ya son cuatro los
integrantes que la Academia ha expulsado en algún momento. A Weinstein,
Cosby y Polanski se suma Carmine Caridi, a quien la organización echó en
2004 después de que este enviara vídeos confidenciales e inéditos de una
película a un amigo. Estas imágenes acabaron publicadas en Internet.
Hasta su mismo presidente John Bailey, fue investigado en
marzo por la junta de gobernadores tras ser objeto de varias acusaciones de
acoso sexual. La organización cinematográfica abrió una investigación interna y
la cerró semanas más tarde rechazando las acusaciones y exonerando al director
de fotografía.
El
pasado diciembre, la Academia aprobó un código de conducta que eliminara
cualquier abuso sexual o de poder entre sus miembros. “La Academia no es lugar para aquellos que
abusan de su posición, poder o influencia violando los estándares de decencia”,
indicaba el comunicado difundido por la organización entre sus miembros.
“La
Academia se opone categóricamente a cualquier forma de abuso, acoso o
discriminación en base al género, la orientación sexual, raza, etnia,
discapacidad, edad, religión o nacionalidad”, añadía la misiva. El mismo
comunicado deja clara que la violación de este código ético tendrá
consecuencias que “incluyen la suspensión o la expulsión”.
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