Cuando
el reputado dramaturgo Kenneth Lonergan debutó con You Can Count On Me,
filme presentado en el Festival de Sundance de 2000, donde obtuvo el Gran
Premio del Jurado, junto a Girlfight, todos quedamos rendidos a
sus pies. Lonergan llenó su estante de trofeos, incluyendo los Premios Spirit al mejor guion y a la
mejor ópera prima.
Destacó
desde el primer momento la gran capacidad de Lonergan de crear personajes de
gran profundidad dramática y sicológica, y su toque mágico para dirigir
actores. De hecho, un desconocido Mark Ruffalo sobresalía por encima del
elenco, inscribiéndose por talento propio entre los mejores actores de
Hollywood.
En 2005,
realizó Margaret con una Anna Paquin espectacular. Problemas con su
edición final (dignos de un documental) retrasaron su estreno hasta 2011. Al
igual que su ópera prima, un excelente guion dibujaba personajes ricos en
matices.
Esos
personajes de Lonergan arrastran algún complejo de culpa y gran parte de su
identidad viene dada por sus silencios. Son personajes a los que las heridas de
la vida, les ha partido el alma y una pesada carga apenas les permite navegar a
la deriva. Este punto es esencial para adentrarnos en Manchester junto al mar.
Manchester
es un bulevar de corazones en invierno. Una ciudad-personaje en la que el frío
lo consume todo. Que se ubique frente al mar es un arma de doble filo: el mar
es tanto la puerta hacia otros horizontes, así como el muro de agua que nos
impide escapar de la prisión cotidiana.
En
Manchester, la tierra, endurecida por el frío, se niega a recibir a los frutos
de su propio polvo, provocando un estado de histeria cercano a la locura.
Este es
el contexto para que se luzca un increíble Casey Affleck, que se ha ganado con
creces que le dejemos de llamar “el hermano de Ben”. Affleck desde hace tiempo
viene logrando excelentes personajes: The Assassination of Jesse James by the
Coward Robert Ford (2007), Gone Baby Gone (2007), The
Killer Inside Me (2010); y ahora construye un personaje con una carga
existencial insoportable, con una furia apenas contenida, como una bomba siempre
a punto de estallar. Ya recibió el Globo
de Oro y se encamina a conseguir su Oscar.
A su lado, Michelle Williams. Lo digo para que quede bien claro: ella es la actriz
americana más talentosa de su generación.
Lonergan,
fiel a su estilo, presenta un guion sin desperdicios que sirve su drama en la
dosis adecuada para adentrarnos, poco a poco y sin sobresaltos innecesarios, en
la historia de estos personajes mustios, anclados en una redención que nunca
llega, en una pérdida irrecuperable y casi imposible de superar, en una ciudad
en que todo está congelado, hasta las ganas de vivir.
Manchester
junto al mar (2016). Dirección y guion: Kenneth Lonergan; Fotografía: Jody Lee
Lipes; Música: Lesley Barber; Edición: Jennifer Lame; Elenco: Casey Affleck,
Michelle Williams, Lucas Hedges.
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