El Festival Internacional de Cine de Miami está cumpliendo 30 años con gran éxito de público y un alto nivel en las películas presentadas. Desde el 1 de marzo y en diferentes salas de la ciudad se está proyectando tal volumen de títulos (117 largometrajes y 12 cortos), que los aficionados al séptimo arte del Sur de la Florida no dan abasto para ver todo lo que les gustaría. Y es que la escasez de cine internacional que reina durante el resto del año pone tan ansiosos a los cinéfilos que, en la decena de películas ya presentadas, las salas siempre estaban prácticamente llenas.
Organizado por el Miami Dade College, el festival ha presentado 10 largometrajes y tres cortometrajes de estreno mundial, 11 estrenos en Norteamérica y 16 películas que se pudieron ver en Estados Unidos por primera vez.
Además, el MIFF (por sus siglas en inglés) homenajeó el viernes en el Gusman Center del downtown al director español Fernando Trueba con su “Career Achievement Tribute”. Trueba, que presentó esa misma noche su película El artista y la modelo, hizo un alegato al mundo del arte.
“El arte y la vida no existen por separado. La vida sin el arte no es posible”, aseguró el ganador de un Óscar por Belle Epoque, que habló de su relación con su gran referente, Billy Wilder, y del guionista español Rafael Azcona.
“Rafael Azcona fue un genio modesto. Si ha habido algún genio en el cine español, ése ha sido Azcona. Sólo comparable a Billy Wilder”, comentó Trueba.
Precisamente sobre arte versa su película presentada en el festival, El artista y la modelo, un drama en blanco y negro que se desarrolla en la Francia ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, donde la resistencia se mezcla con los exiliados de España durante la Guerra Civil. En ese ambiente extremo un anciano escultor –el actor francés Jean Rochefort- trata de recuperar gracias a su nueva joven musa “la idea” que le lleve a realizar su última gran obra de arte. Destaca también la presencia de Claudia Cardinale en el film.
Entre los otros largometrajes estrenados en Estados Unidos durante el MIFF se encuentra también la argentina Días de pesca, del siempre interesante Carlos Sorín. En un retrato intimista que recuerda a sus Historias mínimas, Sorín nos lleva a la Patagonia con sólo dos actores profesionales; el resto del elenco son los habitantes locales, cada uno haciendo el mismo papel que en la vida real, lo que proporciona al film un refrescante tono, combinado con una cuidada fotografía.
“El cine es lo que pasa en la mente del espectador cuando ve la película”, aseguró Sorín después de la proyección. “Por eso hay momentos de pausa en la película, para que el espectador reflexione”.
Otro de los estrenos en Norteamérica ha sido Una pistola en cada mano, del español Cesc Gay, que presenta en tono de comedia una sucesión de situaciones en las que se retratan las debilidades, miserias y dudas de los hombres de hoy. Divertida e irónica, destaca el coral elenco: Luis Tosar, Ricardo Darín, Javier Cámara, Jordi Mollá, Eduardo Noriega –que presentó personalmente la proyección-, Eduard Fernández, Candela Peña –que ganó el Goya por esta actuación-, Leonardo Sbaraglia, Alberto San Juan, Cayetana Guillén Cuervo, Leonor Watling y Clara Segura.
Desde Australia llegó al festival Mental, una hilarante comedia sobre una familia disfuncional en la que los que están cuerdos creen estar locos… y los que están realmente locos se niegan a reconocerlo. Los actores Toni Collette, Rebecca Gibney, Anthony LaPaglia y Liev Schreiber son dirigidos por PJ Hogan, creador de La boda de Muriel, que basó el guion en una experiencia personal cuando tenía 12 años, su madre tuvo una crisis nerviosa y su padre, un político, recogió a una autoestopista para que hiciera de niñera, tal cual se reproduce en la película.
Elefante Blanco cuenta la historia de unos “curas villeros” (Ricardo Darín y Jérémie Renier) en Buenos Aires que trabajan junto a una trabajadora Social (Martina Gusman) en uno de los barrios más deprimidos y peligrosos de la ciudad para tratar de sacar adelante un proyecto de viviendas mientras intentan, con poco éxito, reducir la violencia entre bandas rivales. Rodada en una de las “villas” con los habitantes de la zona como extras, Pablo Trapero vuelve a componer un relato realista de denuncia, casi documental.
La muestra de cine fue argentino fue amplia en este festival. También se proyectó Todos tenemos un plan, protagonizada por Viggo Mortensen y con la participación de Soledad Villamil. Es la primera película de Ana Piterbarg, un thriller en el delta del Tigre en el que un hombre hastiado de su vida acomodada y vulgar se hace pasar por su hermano gemelo recién fallecido e involucrado en los más turbios asuntos.
El MIFF también presentó una buena muestra de documentales. Nos dio tiempo a ver dos, ambos muy recomendables.
En Por Que Vocȇ Partiu? el director francés afincado en Brasil Eric Belhassem trata de encontrar la respuesta a por qué se fue de su país a través de la vida de cinco chefs franceses que triunfan en Brasil. No es un documental de gastronomía –aunque antes de la proyección los propios chefs organizaron un excelente brunch en el restaurante Juvia de Miami Beach-, sino de familias separadas por un exilio voluntario pero necesario, de las formas diferentes en que los hijos ven la vida respecto a sus padres, de lo difícil que es volver cuando uno ha creado otro hogar lejos de casa.
Por su parte, Blackfish sigue la estela del oscarizado The Cove y denuncia el maltrato animal a las ballenas orca en los parques acuáticos. Con imágenes reales de ataques a sus entrenadores, el documental argumenta que las orcas en libertad no son en absoluta peligrosas para el ser humano y que sólo el vivir en cautividad genera ese instinto asesino.
En resumen, mucha oferta en el MIFF, un festival que arranca su cuarta década de vida en un excelente estado de salud.
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