En 1966, Gene Rodenberry creó para la cadena NBC la serie Star Trek que nosotros conocemos como Viaje a las estrellas. Nunca alcanzó grandes ratings y fue cancelada en su tercera temporada. Pero, ya lo sabemos, el destino es caprichoso y le gusta gastar bromas: Star Trek, a fuerza de repetirse, se convirtió en un fenómeno generacional.
En una de esas repeticiones, esa misión de la nave Enterprise “de explorar nuevos mundos y de buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones” conquistó para siempre el corazoncito de un mexicano, Roberto Orci, a quien puso a soñar en cinemascope.
Una serie de televisión crea seguidores: aquellos que cada vez que su agenda se lo permite ven su emisión. Están los fanáticos: aquellos que obligan a su agenda a que le permita ver la mayor cantidad de capítulos. En el caso que nos ocupa, lideran los trekkies: expertos no sólo capaces de recordar el título del episodio en que Spock se lastimó el pulgar derecho con un rayo gamma, sino también la fecha en que emitió.
Roberto Orci es un trekkie a quien el destino le premió con la tarea de resucitar Star Trek. Es uno de los guionistas de la película y también uno de sus productores ejecutivos.
Los resultados están a la vista: el filme debutó en el primer lugar de las taquillas con $72.5 millones de dólares (mejor que cualquier otro filme de la saga) y $43 millones en su segundo fin de semana, convirtiéndola en la cuarta película más taquillera del 2009 con tan sólo 11 días en cartelera.
Como cine de entretenimiento la película llena su cometido de mantener la atención del público y lo cierto es que su director, J.J. Abrams, es un probado director de acción que debutó con Misión imposible 3.
Lo mejor del caso: Star Trek es una precuela (término puesto de moda por Goerge Lucas), es decir, nos muestra los eventos que llevaron al encuentro de Kirk y Spock. Así que aunque todo parecía consumado para Viaje a las estrellas (ya lo dije antes): borren sus cartones que todo comienza de nuevo para las nuevas generaciones.
Para los dominicanos el panorama está bien claro: ha nacido una estrella, lleva por nombre Zoé (aunque la han rebautizado Zoë) Saldaña, quien con su primer protagónico en superproducción puede, al igual que la nave Enterprise, llegar “donde nadie ha llegado antes”.
1 comentario:
la zoe es morena jose, quien la para.
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