“Living is easy with eyes closed” dice uno de los versos
de la canción Strawberry Fields
Forever, que John Lennon compuso estando en Almería, España en el
verano de 1966, mientras rodaba How I
won the War (Richard Lester). La primicia del tema se la cantó a Antonio
Carrión Gañán, un profesor de inglés que usaba las canciones de The Beatles como herramienta didáctica
y que, finalmente, cumplió su sueño de conocer en persona al líder de la banda
inglesa.
Esta premisa sirve de punto de partida al filme Vivir es fácil con los ojos cerrados,
de David Trueba, ganadora de 6 premios Goya, incluyendo Mejor Película y Mejor
Director. Un filme que, se me ocurre, puede servir como ejemplo de buen guión.
Un guión simple, sin complicaciones innecesarias que generan más incredulidad
que convencimiento.
Vivir es fácil
con los ojos cerrados es, por muy buenas razones, una road-movie, un
filme de carretera que sirve para narrar el viaje desde Albacete hasta Almería.
La pregunta que el guionista formula por el espectador en la presentación es
clara: ¿Logrará Antonio San Román conocer personalmente a John Lennon?
Para el viaje por carretera, el guionista necesita buenos
cómplices, complementarios entre sí, con la deliciosa tolerancia que permite la
adolescencia. Para ello, Antonio (Javier Cámara, premiado con el Goya al Mejor
Actor) recluta, nunca mejor usado el término, a Belén (Natalia de Molina, Goya
a la Actriz revelación), una chica que huye del sitio en que la ha encerrado su
familia para esconder su embarazo y ocultar a la niña pecadora. Belén, nombre
bíblico que significa más de lo que denomina, vive (como la España de 1966) su
propio infierno ante un futuro poco promisorio e inextricable. Ella es
portadora de una pregunta clave: ¿Cómo le llaman los alumnos de Antonio en el
cole?
El otro cómplice de viaje es Juanjo, un rebelde
adolescente de 16 años que huye de un padre obtuso y conservador (como
Francisco Franco), intolerante ante los cambios que demandan los nuevos
tiempos. El es portador de otra pregunta clave: ¿Le dejarán ver a Lennon?
Todo viaje es, en realidad, dos viajes: uno físico, entre
los lugares señalados, y otro mental, en que debe operarse un cambio en la
forma de pensar de nuestros protagonistas. Antonio tiene una pregunta muy
puntual para Lennon ¿por qué los discos no incluyen las letras de las
canciones? Mientras, en el camino, se convierte en el tutor ideal para sus
compañeros de viaje. El que es soltero y no vislumbra hijos en su horizonte.
Para Juanjo todo es mucho más simple: dondequiera que vaya encontrará
abusadores y una mujer puede conseguir cualquier cosa cuando lo pide entre
besos. Para Belén siempre habrá una pequeña brecha por la cual salir adelante,
por imposible que parezca. Por cada puerta que se cierra, otras muchas
oportunidades se abren al porvenir.
Al final, siempre nos quedan las canciones, como dijo
Aute. Y las de los Beatles nos han marcado para siempre.
Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013). Dirección y
guión: David Trueba; Fotografía: Daniel Vilar; Edición: Marta Velasco; Música:
Pat Metheny; Elenco: Javier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer.
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