Con solo
32 años, Damien Chazelle va camino a convertirse en el director más joven en
ganar el Oscar. La razón es muy simple: ha escrito y dirigido La La
Land, un musical que tiene a Hollywood rendido a sus pies.
Sebastian
y Mia son dos soñadores empedernidos que llegan a Los Angeles a tratar de
convertir sus sueños en realidad. El quiere salvar al Jazz (así con mayúscula),
ella quiere ser actriz exitosa. Y el destino caprichoso, los une en la Ciudad
de Sueños y les regala una maravillosa historia de amor.
Ya
Chazelle había demostrado su talento para dirigir actores en Whiplash,
por la que J.K. Simmons consiguió su Oscar como Mejor Actor de reparto. Ahora
lo logra de nuevo con Emma Stone y Ryan Gosling , quienes destilan pura química
en la pantalla: una parejita que se gana nuestros corazones desde el primer
encuentro.
Esta la
tercera vez que Stone y Gosling comparten en la pantalla grande: la primera vez
fue en Crazy, Stupid, Love (2011), a la que siguió Gangster
Squad (2013). Por La La Land, Stone fue premiada como
Mejor Actriz en el Festival de Venecia, con el Globo de Oro y el Premio SAG,
entre otros. Veremos si le alcanza el combustible para el Oscar. Gosling, uno
de los mejores actores de su generación, también tiene su Globo de Oro por este
filme.
Vuelvo a
Chazelle. En sus dos películas anteriores, Gay and Madeline on a Park Bench
(2009) y Whiplash (2014), la música ha jugado un rol esencial: ha sido
otro personaje más de su drama. Chazelle estudió batería, aunque el cine
siempre ha sido su gran pasión. En La La Land, el Jazz, uno de los
pilares de la identidad americana, nos conduce por los laberintos emocionales
de los personajes y su eterno dilema de si venderse al mejor postor para pagar
la renta o permanecer fieles a sus principios como artistas.
Cuando
digo Jazz (con mayúscula), hablo de la música compuesta a fuerza de sangre,
sudor y lágrimas, muy distinta, digamos, de la música ligera de Kenny G., ideal
para ascensores y llamadas en espera. (Debo confesar que en ese instante solté
una carcajada).
Vuelvo a
la historia de amor: Seb y Mia también deben lidiar con la cohesión de su
relación de pareja, constantemente amenazada por la presión que trae consigo el
éxito profesional. En la agenda de los artistas, el tiempo para la pareja queda
a merced de lo extenso que sea el tour (o el rodaje).
Todo
esto con el marco de Los Angeles y Hollywood, un marco referencial que
representa la ilusión de miles de soñadores, miles que llegan con su maleta de
sueños por cumplir, materia prima para el desengaño, la depresión y ese bulevar
del desencanto.
¿Por qué
va a ganar el Oscar? Porque La La Land es la película que USA
precisa: un escape de la dura realidad a la seguridad de los sueños, en los que
bailamos por encima de las estrellas, en los que se nos brinda siempre una
segunda oportunidad para enmendar los errores cometidos. Aunque no lo parezca,
esto último es un comentario político.
La La
Land (2016). Dirección y guion: Damien Chazelle; Fotografía: Linus Sandgren; Música:
Justin Hurwitz; Edición: Tom Cross; Elenco: Emma Stone, Ryan Gosling, J.K.
Simmons.
2 comentarios:
Buen análisis. Me encantó la película (y eso que no gustan los musicales).
Buen análisis. Me encantó la película (y eso que no me gustan los musicales).
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