Hace un
par de años, la productora Disney tuvo un “affaire” con los mexicanos cuando se
supo que deseaban registrar “Día de los muertos” como marca y título de su
próximo filme de animación. Las protestas no se hicieron esperar y todo se
solucionó cambiando el título del filme a Coco. A manera de disculpa, México
fue el primer país del mundo en estrenar el citado largometraje y los
resultados no se han hecho esperar: Coco es la película más taquillera
en la historia del cine en el país azteca: más de 28 millones de taquillas vendidas y
contando.
Y bien
que se lo merece. Coco es la nueva propuesta Disney/Pixar y eso es garantía de
que tendremos un trabajo de animación perfecto. Los detalles que se pueden
apreciar en el filme, además de las típicas auto-citas de Pixar (el número A113,
por ejemplo), hasta la brillantez hipnótica de los alebrijes, esos seres
imaginarios de la cultura popular que están conformados por elementos
fisionómicos de animales diferentes.
Coco es
un filme divertido pero que exuda mexicanidad en cada fotograma. Para empezar el
tema: la celebración tan particular de el “Día de los muertos” es ese país, en
la que se recuerda a cada quien por lo que más le gustaba: desde el plato hasta
su canción favorita y se le lleva a su tumba en una noche que tiene un profundo
significado familiar. Una actitud muy distinta, por ejemplo, a la inútil plañidera
local.
Ese
escenario de celebración de el “Día de los muertos” sirve de plataforma para exhibir
muchos de los elementos de la cultura mexicana: desde sus condimentados y coloridos
platos, hasta algunas de sus canciones más emblemáticas (“La Llorona”
incluída), pasando por algunas de sus celebridades ya fallecidas: Cantinflas,
el Santo, Frida Khalo, Pedro Infante y Jorge Negrete.
Esa
precisión con los elementos de la cultura mexicana hay que verla como el
resultado de las investigaciones del director Lee Unkrich, ganador del Oscar
por Toy
Story 3, quien viajó con todo su equipo en 5 ocasiones a México para
aprender de sus tradiciones. También ayuda que su co-director, Adrian Molina,
es descendiente de mexicanos.
Coco
tenía un primer obstáculo que vencer: que todos olvidaran que ya existía un
filme con el mismo tema, El libro de la vida, presentado
también con mucho éxito. Entre uno y otro, la comparación resultaría injusta.
Cuidando
cada detalle, los productores de Coco han conseguido un elenco (de voces)
maravilloso: desde el niño debutante Anthony González, hasta el talentoso Gael
García Bernal, quien hace la voz de Héctor en inglés y luego se dobló a sí
mismo para la versión en español.
El mensaje
de Coco
es de capital trascendencia: la familia es primero, es la piedra sobre la cual
podemos construir nuestros sueños y hay que persistir hasta lo imposible para
alcanzar nuestras metas personales. La idea, por ejemplo, de que alguien muere realmente cuando ya nadie le recuerda es
sintomática de la sociedad sensata a la que todos aspiramos.
La historia
de éxito de Pixar con relación al Oscar es, sencillamente, impresionante: 8
estatuillas para las propuestas de esta factoría, a saber: Toy Story (1995), Buscando
a Nemo (2003), Los increíbles (2004), Wall-E (2008), UP: una aventura de altura (2009), Toy Story 3 (2010), Valiente (2013) e Intensa Mente (2015).
En plena
Temporada de Premios, hay que hacer algún pronóstico: Coco se encamina a ganar
el Oscar 2018. Otro más en la historia de Pixar.
Coco
(2017). Dirección: Lee Unkrich y Adrian Molina; Guion: Adrian Molina y Matthew
Aldrich; Música: Michael Giacchino; Fotografía: Matt Aspbury y Danielle
Feinberg; Edición: Steve Bloom y Lee Unkrich; Voces: Anthony González, Gael
García Bernal, Benjamin Bratt, Alana Ubach.
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