jueves, abril 15, 2010

Festival de Cannes 2010: la Selección Oficial


Ya se conocen las candidatas a la Palma de Oro de la 63° edición del Festival de Cannes, que se celebrará del 12 al 23 de mayo.
El delegado general, Thierry Frémaux, ha hecho pública la lista de películas competidoras, una lista en la que figuran, por el momento, 16 títulos, a la espera de que algunas películas que están actualmente en fase de postproducción puedan llegar a tiempo.

En el variopinto grupo de privilegiados que competirán por la Palma de Oro conviven algunos grandes nombres del cine mundial (Mike Leigh y Abbas Kiarostami, ambos vencedores en ediciones anteriores, así como directores que ya se alzaron con algún premio en el pasado, como Kitano, Inárritu, Tavernier, Bouchareb, Weerasethakul, Beauvois y Mikhalkov, sin olvidar el regreso de Luchetti a la competición) con cinco primerizos en la: Doug Liman, Mahamat-Saleh Haroun, Im Sang-soo, Matthieu Amalric y Sergei Loznitsa.

Aunque en la selección la diversidad de la creación mundial se percibe con claridad, Europa domina la lista de candidatas con siete películas dirigidas por: tres franceses (Bertrand Tavernier, Xavier Beauvois y Matthieu Amalric), un británico (Mike Leigh), un italiano (Daniele Luchetti) y dos cineastas de Europa del este (Sergei Loznitsa, ucraniano, y Nikita Mikhalkov, ruso). El continente asiático está representado por dos coreanos, un japonés, un tailandés y un iraní. África ha dado la sorpresa con el argelino Rachid Bouchareb y el chadiano Mahamat-Saleh Haroun. Alejandro González Inárritu será el único representante de América Latina, mientras que el único director norteamericano en concurso es, por ahora, Doug Liman.



Este es el listado de las películas en competición:

Another Year - Mike Leigh

Biutiful - Alejandro González Inárritu

Hors-la-loi - Rachid Bouchareb

La princesse de Montpensier - Bertrand Tavernier

Poetry - Lee Chang-dong

The housemaid - Im Sang-soo

Outrage - Takeshi Kitano

Copie conforme - Abbas Kiarostami

Tournée - Matthieu Amalric

Uncle Boonmee - Apichatpong Weerasethakul

Des hommes et des dieux - Xavier Beauvois

La nostra vita - Daniele Luchetti

Un homme qui crie - Mahamat-Saleh Haroun

You: My Joy - Sergei Loznitsa

Utomlyonnye solntsem 2 - Nikita Mikhalkov

Fair Game - Doug Liman



Fuera de concurso, se presentarán:

Robin Hood - Ridley Scout, en la noche inaugural.

Tamara Drewe - Stephen Frears

You Will Meet a Tall Dark Stranger - Woody Allen

Wall Street 2 – El dinero nunca duerme - Oliver Stone

martes, abril 13, 2010

La isla siniestra, lo nuevo de Scorsese


Martin Scorsese es el director que más sabe de cine en el mundo. Y Leonardo DiCaprio quiere aprender a actuar. Esos factores permiten la colaboración entre estas dos personalidades cinematográficas que ahora presentan La isla siniestra.
Nadie como Scorsese ha descargado sus traumas y complejos en sus películas. Lo propio hizo Hitchcock con sus fobias. Cuando le damos un vistazo a filmes como Taxi Driver (1976), El toro salvaje (1980) y Goodfellas (1990) se puede percibir una inquietante mirada al interior del alma americana.

Pero Scorsese ha visto (y recuerda) más películas que nadie y aún en un filme de buena factura y nada más, como La isla siniestra, se permite darnos un paseo por algunas de las películas del cine clásico. Está presente El ciudadano Kane (1941, Orson Welles) pero también Vértigo (1958, Alfred Hitchcock).

Y ha encontrado en Leonardo DiCaprio el talento y la energía necesarios para convertirlo en su nuevo actor-fetiche. Una historia que comenzó en 2002 con Pandillas de New York y ha continuado con El aviador (2004) y The Departed (2006). Por supuesto, nada comparable con Robert De Niro, pero digno sucesor.

La novela en que se basa la película es de Dennis Lehane, autor de otros dos éxitos de papel y celuloide: Río místico (2003, Clint Eastwood) y Gone baby Gone (2007, Ben Affleck). Con eventos que se desarrollan en la década 50, están presentes los elementos sociológicos de ese momento: guerra fría, experimentos siquiátricos, trauma de la Segunda Guerra Mundial, etc. Estos elementos facilitan una vuelta de tuerca en el desenlace (anticipado en un par de escenas) correctamente formulado por la mano diestra de Scorsese.

Para lograr el suspenso sicológico, Scorsese cuenta con la ayuda de un elenco formidable: Mark Ruffalo (alguna vez anunciado como “el próximo Brando”), Ben Kingsley (ganador del Premio de la Academia por Gandhi (1982), Max von Sydow (otro de los del clan Ingmar Bergman), Michelle Williams, Emily Mortimer (anote ese nombre y ya hablaremos) y Patricia Clarkson.

La isla siniestra es nada comparada con las obras que Martin Scorsese ha hecho anteriormente, pero nadie puede cuestionar que está bien dirigida por uno de los grandes Maestros del cine contemporáneo.

lunes, abril 05, 2010

Ingmar Bergman: la verdad del espejo


(Vacaciones de Pascua implica sumergirme en la filmografía del algún grande del cine. En esta ocasión, me decidí por el sueco Ingmar Bergman, el Padre de la Psicología Cinematográfica. Mea culpa: debí acudir antes a esta cita: mi más admirado realizador, Woody Allen, es su confeso discípulo.
Debo agradecer al crítico Félix Manuel Lora quien, fiel a su promesa, me condujo a la tierra prometida y me puso al alcance de la colección del Maestro Bergman.)



Ingmar Bergman fue un ángel sobre el estanque de Narciso. En ese estanque nos buscamos, nos reconocemos con nuestras virtudes y defectos y quizás nos encontramos con la promesa de la eterna redención. La trampa es que muchos son los llamados y muy pocos quienes resisten la insoportable prueba de vernos frente al espejo.

Cuando el cine era Cine, Bergman fue uno de los mejores directores de actores en toda su historia, creó su propio club (Ingrid Thulin, Bibi Andersson, Max Von Sydow y Liv Ullmann, con quien procreó una hija) y, al decir de Truffaut, eran los mismos, pero completamente diferentes de un filme a otro. Curiosa: a sus actores les llamaba colaboradores y les permitía improvisar libremente sobre sus líneas.

Atención cineastas en desarrollo: la de Bergman es una fórmula infalible: economía de recursos, mínimo de personajes, máximo dramatismo. Y las mujeres, la psicología y la religión como constantes en una obra que aborda el alma humana como escenario.

No abundaré con lo del Caballero que juega ajedrez con la Muerte en El séptimo sello (1957). Una absoluta Obra Maestra.

Cuando el cine era Cine, Bergman habló de los temas esenciales: la vida y la muerte, y todo lo contenido entre ellas. De emociones como el deseo y la repulsión entre dos hermanas en El silencio (1963). Esta soledad compartida, pecadora por partida doble (lésbica e incestuosa) se ambienta en un país desconocido, oscuro, en guerra. Y proponía un axioma que todavía mantiene su vigencia: el sexo no es la solución al vacío de nuestras almas.

Llámele suerte o destino, Bergman trabajó con dos de los mejores DP de la historia del cine: Gunnar Fischer y Sven Nykvist. La dirección de fotografía de esos señores contribuía mucho a la digestión de los lacerantes dramas anteriormente citados.

Cuando el cine era Cine, hizo Persona (1966): una célebre actriz asume la opción del silencio frente a un mundo intolerante, cruel, mediocre. Somos prisioneros del sueño imposible de ser, del abismo entre los que somos para los demás y para nosotros mismos y lo peor: siendo los actores de nuestro propio drama, siempre estamos expuestos al juicio de los demás.

Cuando el cine era Cine, dirigió Gritos y susurros (72) en la que enfatizó sus particulares obsesiones con la muerte, la incomunicación, sobre lo castradora que resulta una sociedad construida sobre la base de la estupidez, de la sinrazón, de la conveniencia.

Cuando el cine era Cine, Bergman diseccionó esa trágica institución social que llamamos matrimonio en Escenas de la vida conyugal (1973) en la que se permitió etiquetarnos como analfabetos sentimentales, egoístas sin futuro en este confuso valle de lágrimas. Cuando nos recuperamos del boche, no podemos olvidar la histórica actuación de Liv Ullmann en este soberbio drama que hurga los vergonzosos secretos de una pareja aparentemente feliz.

Bergman hizo Cine, con mayúsculas. Existencialista. Cuestionador. Inquietante.

Lo repito para que quede claro: Cine con mayúsculas.