viernes, marzo 27, 2009

La Oviedo de Woody Allen.

El 29 de octubre de 2002, Woody Allen recibió en la ciudad de Oviedo, el Premio Príncipe Asturias de las Artes.
Transcribo el fallo: “Reunido en Oviedo, el Jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002, acuerda por mayoría conceder el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2002 a Allan Konigsberg, conocido mundialmente como Woody Allen. Su gran talento creador y su trabajo como escritor, guionista, actor y director cinematográfico, expresado en las treinta y dos películas que lleva realizadas hasta este momento, han hecho de él un hombre clave en el último tercio de la historia del cine. Su ejemplar independencia y su agudo sentido crítico le perfilan como un ciudadano del mundo anclado en Nueva York. Toda su obra goza de un estilo propio y su experimentación en todos los géneros, desde el cine negro al musical, pasando por la tragedia griega y la reinvención de la comedia, ha contribuido al desarrollo del séptimo arte. Además, su irónica sensibilidad ha establecido un puente de unión entre las cinematografías americana y europea, en beneficio de ambas.”
Ante un auditorio expectante, Woody pronunció sus palabras mágicas: “Un gran comediante americano del pasado, Jack Benney, tenía la mejor frase para una ocasión tan estupenda y maravillosa como ésta; cuando ganó un gran y prestigioso premio dijo: "Yo no me merezco este premio, pero tengo diabetes y tampoco me la merezco". La carcajada de todos no se hizo esperar y lo premiaron también con un sonoro aplauso.
Más de lo que dijo Woody: “Vengo de una ciudad enorme, gigantesca, con multitudes, ruido... y llego aquí donde todo es antiguo, limpio y agradable... como si no fuera de este mundo, exótico. Cuando me vaya el sábado tendré la sensación de haber vivido un cuento de hadas... además, con un Príncipe”.
Lo menos que podía hacer un genio agradecido era escribirle una historia de amor a Oviedo. Ha cumplido con Vicky Cristina Barcelona.

4 comentarios:

teddy dijo...

Cada uno de nosotros tiene la suerte de vivir, y en nuestro caso apreciar y disfrutar al Woody.

Mini Embajador dijo...

Es una delicia asistir a esta fiesta de 90 minutos y luego cuando nos ponemos a pensar descubrimos que habia una cantidad de temas bien entrelazados que dan para una buena charla.Bravo Woody!

Emilia dijo...

A mi me gustó mucho... Las conversaciones, los paisajes de Barcelona, Oviedo... y claro la actuación de Penelope :P

Mini Embajador dijo...

Emilia, si todo lo que dices hace esta pelicula deliciosa pero ademas si despues piensas en las conversaciones empiezas a descubrir que hay toda una reflexion sobre el amor y las diferentes posturas de los personajes que reflejan con acierto la naturaleza humana.