martes, marzo 10, 2009

El sustituto, de Clint Eastwood

Clint Eastwood es uno de los más famosos tough guys que ha dado el cine. Fue el protagonista de la trilogía más exitosa del espaguetti-western: Por un puñado de dólares (1964), Por unos dólares más (1965) y El bueno, el malo y el feo (1966). Por si fuera poco, también protagonizó Harry el sucio (1971), encarnando al inspector Harry Callahan en las cinco entregas de la saga. Ha repartido golpes y balazos a diestra y siniestra.
Curiosamente, también ha mantenido una carrera bastante exitosa como director de cine, desde que debutara con Play Misty for Me en 1971. De hecho, ha recibido en dos ocasiones el Oscar como Mejor Director: Unforgiven (1992) y Million Dollar Baby (2004), convirtiéndose en el realizador de mayor edad (74 años) que lo recibe. Y cualquier cinéfilo de buen gusto recordará títulos como: Bird (1988), Un mundo perfecto (1993) y Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997).
Eastwood también se ha establecido como excelente director de elencos. Por dos años consecutivos, dirigió a cuatro de los ocho ganadores del Oscar: Sean Penn y Tim Robbins (Río místico, 2003) y Morgan Freeman y Hilary Swank (Million Dollar Baby). Otros nominados han sido: Gene Hackman (Unforgiven, también ganó), Meryl Streep (Los puentes de Madison, 1995) y Marcia Gay Harden (Río místico) y el caso que nos ocupa, Angelina Jolie (El sustituto, 2008).
La historia de Christine Collins, basada en los hechos reales de esta trabajadora que, por encontrar su hijo, enfrentó la sociedad machista y la policía corrupta de Los Angeles en 1928, es el papel soñado por cualquier actriz que se respete. El problema más grave que enfrenta Jolie es el enorme peso que representa ser la mujer más sexy del mundo.
Para meterse en este personaje ha debido renunciar a su indiscutible belleza para vestir y maquillarse estilo depresión. Y enfrenta un grave problema de percepción: cuando profundiza en su actuación, todos la imaginamos sin ropa; cuando pide a gritos que le busquen a su hijo, todos fantaseamos con esos carnosos labios, apenas ocultos tras la tonelada de maquillaje. Su fama nos impide apreciar en su justa dimensión el calibre de su actuación.
Pero esta historia de una mujer que enfrenta el sistema y vive para contarlo es digna de cualquier elogio. La cuidada fotografía y la exquisita musicalización (brillantes puntos siempre presentes en la filmografía de Eastwood), completan una obra que, en otras circunstancias, hubiese tenido mucho mejor suerte de cara a la temporada de premios.
Hay dos aspectos extra-cinematográficos que me parece pertinente apuntar: el título de El sustituto para este drama es poco menos que horroroso y el afiche diseñado para nuestros países ni es atractivo, ni se corresponde para nada con el contenido de la historia. Son errores de mercadotecnia que se pagan con la indiferencia del público hacia un producto de calidad.

1 comentario:

r.mendoza dijo...

Ciertamente el afiche de esta película no comunica en lo absoluto la esencia de la misma. y la actuación de Jolie es exelente, es interesante verla en este papel diferente a lo que estamos acostumbrados.