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Que no todas las películas fueron apoyadas masivamente por el público (en realidad, sólo un par pueden calificarse de éxitos) es también parte del proceso de consolidación del Cine Dominicano y hasta en Hollywood muchas superproducciones fallan en su intención de conquistar el gran público.
Pero, hoy por hoy, reina un entusiasmo muy grande en torno de una industria en la que nadie creía hasta hace muy pocos años. Y eso es muy bueno. Que varios empresarios (no artistas, empresarios) se interesen por invertir en los proyectos de cine es la mejor señal de la salud que goza nuestro siempre naciente cine.
Nueve proyectos fueron estrenados. Debo explicar el criterio de “estreno”: al menos una semana de exhibición en una sala de cine comercial, sea de Santiago o Santo Domingo. Eso excluye de la lista la película Cenizas del mal (Javier Vargas) que se presentó en el auditorio de la Universidad Tecnológica de Santiago.
Los primeros estrenos del año fueron: Play Ball (Alfonso Rodríguez), El caballero de la medianoche (Jimmy Sierra) y Enigma (Robert Cornelio). Creo que, en términos de propuesta cinematográfica, el filme de Robert Cornelio era el más interesante, pero no gozó del favor popular.
Le siguió 60 millas al este, documental dirigido por Jorge Lenderborg (muy al estilo Michael Moore) con más de un acierto sobre el eterno tema de los viajes ilegales.
Excexos (José María Cabral) sólo fue presentada en Santo Domingo y Operación Patakón (Tito Nekerman) sólo fue presentada en Santiago.
Angel Múñiz estrenó Ladrones a domicilio en agosto y no consiguió el respaldo esperado. Tampoco lo logró Al fin y al cabo, segundo estreno del año para Alfonso Rodríguez.
Finalmente, cerramos con Santi Cló (José Enrique Pintor), sin duda el estreno mejor promocionado del año y que ha recibido buen respaldo de los cinéfilos.
Se quedó en las intenciones el estreno de El béisbol en la República Dominicana, un documental con libreto de Héctor J. Cruz y dirección de Miguel Vásquez. Pero ya hay estrenos confirmados para enero (Cristiano de la secreta) y febrero (Megadiva).
Sin duda, el Cine Dominicano avanza hacia su consolidación.
Postdata: el amigo Arturo Rodríguez me apunta que De campamento también debe ser incluida entre los estrenos del 2008. ¡Por supuesto! Una imperdonable omisión de este cronista.