martes, julio 23, 2013

Johnny Depp: ¿el mejor actor de su generación?


La generación de actores post-De Niro tiene entre 40 y 50 años y, al menos, un bueno (Brad Pitt), un malo (Sean Penn) y un feo (Edward Norton). Bueno, los tres encajan en cualquiera de las categorías, así que organice las fichas según sus gustos.

Johnny Depp es, en estrictos términos dramáticos, el mejor de todos. Establezco una comparación de estilos con otro de sus talentosos compañeros de generación: Nicolas Cage (quien le consiguió su primer picoteo) es un manojo de nervios, mientras Depp se describe como un Payaso del Método.

Depp ha tenido como mentor a uno de los mejores: Tim Burton. Este tándem comenzó a operar en 1990 con El joven Manos de tijeras. Ha seguido con Ed Wood (1994, en homenaje a unos de los peores directores que ha tenido el cine), Sleepy Hollow (1999), Charlie y la factoría de chocolate (2005), la fabulosa cinta de animación La novia cadáver (2005) y el sangriento musical Sweeney Todd (2008). Su séptima colaboración, Alicia en el país de las maravillas, logró sobrepasar los $1,000 millones de dólares de recaudación. Luego, se burlaron de Barnabás Collins en Sombras tenebrosas.

Dato económico: Depp es el único actor que tiene tres filmes entre los 10 que han logrado US$1,000 millones en recaudación mundial, a saber: Alicia, Piratas del Caribe 2 y Piratas del Caribe 4.

Cuando no trabaja para Burton, se enfunda el uniforme de Jack Sparrow, pirata del Caribe, y colabora con Gore Verbinski. Juntos crearon el fenómeno de las entregas de Piratas del Caribe, aunque la más reciente la dirigió Rob Marshall. También para Verbinski hizo la voz de Rango, ganadora del Oscar como Mejor Filme Animado.

También, Depp se involucra con proyectos tan estimulantes como: Finding Neverland (2004), La ventana secreta (2004), Antes que anochezca (2000), en la que hizo dos papeles: la voluptuosa Bon Bon y el cruel Teniente Víctor; o Enemigos públicos, filme en que encarna a John Dillinger, uno de los asaltantes de bancos más carismáticos de la historia.

Naturalmente, cuando se puso en marcha la maquinaria para llevar al cine El llanero solitario, Depp como Productor Ejecutivo (el que pone el dinero), pensó en su amigo Verbinski para dirigir y en él mismo para el personaje que mejor le encaja de la historia: Toro, el leal compañero del vaquero.

Ahí comienzan los problemas: Toro es el foco central de la publicidad de un filme que lleva el nombre de El llanero. Como Toro viste de harapos, recuerda demasiado al Jack Sparrow y muchos fans no han asimilado una réplica de su pirata favorito en el viejo oeste.

¿Resultados? El llanero solitario costó US$225 millones, se reservó el fin de semana del 4 de julio para su beneficio y los cinéfilos compraron sus boletas para Mi villano favorito 2. Cualquiera muerde el polvo de la derrota del desierto americano (un poco más de $80 mdd), aún sea con las compensaciones del extranjero: otros US$66, con algunos mercados grandes por estrenar.

Pero aún en un fracaso comercial, se advierte el enorme talento que exhibe Depp con sus personajes, refrendado por dos de los grandes: Marlon Brando (el mejor actor que ha tenido el cine. Punto), lo señala como “uno de los grandes de su generación”, mientras Dustin Hoffman le cataloga “uno de los mejores 3 de su generación.” ¿Quién puede, en su sano juicio, cuestionar esas autoridades de la actuación?

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