viernes, junio 29, 2018

San Sebastián 2018: Premio Donostia para Hirokazu Kore-eda.



El cineasta japonés Hirokazu Kore-eda recibirá el Premio Donostia en la 66 edición del Zinemaldia, que se celebrará del 20 al 29 de septiembre, en reconocimiento a su trayectoria.
La ceremonia de entrega, que tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia, se completará con la proyección del filme de este director Un asunto de familia, Palma de Oro en Cannes 2018.
Según ha informado el Zinemaldia, Kore-eda se convertirá así en el primer cineasta asiático en recibir este reconocimiento. El director japonés ha competido cuatro veces en la Sección Oficial y ha obtenido en dos ocasiones el Premio del Público. 
Este Premio Donostia reconocerá “la contribución al mundo del cine” de Kore-eda. La programación de Un asunto de familia, como Proyección Especial Premio Donostia, supondrá la décima participación de Kore-eda en Donostia tras competir en la Sección Oficial con After Life (1998), Hana (2006), Caminando, caminando (2008) y Milagro (2011), que obtuvo el premio al mejor guion. 
Además, la selección en la sección Zabaltegi Especiales incluyó The Days After (2011) y Perlak los filmes De tal padre, tal hijo (2013), Nuestra hermana pequeña (2015), Después de la tormenta (2016) y El tercer asesinato (2017). 
Nacido en 1962 en Tokio, Kore-eda se graduó en la Universidad de Waseda en 1987 e inició su carrera en el seno de la compañía de producción televisiva TV Man Union, para la que dirigió varios documentales. 
Debutó en el cine en 1995 con Maborosi, una ópera prima que adaptaba una novela de Teru Miyamoto y en la que ya afirmaba el estilo y temas que han sido recurrentes en su obra, como las relaciones familiares y el vacío provocado por la desaparición de los seres queridos. 
La película obtuvo la Osella de Oro en la 52 edición del Festival de Venecia y Kore-eda fue reconocido rápidamente como uno de los más prometedores cineastas que, en la década de los 90, estaban llevando a cabo una importante renovación creativa del cine japonés. Su segunda película fue el drama After Life (1998). 
El Festival de Cannes acogió sus siguientes trabajos, Distance (2001), sobre el atentado perpetrado en 1995 por la secta Aum Shinrikyo, fue seleccionada para competir en la Sección Oficial, mientras que su primera incursión en el mundo de la infancia, Nadie sabe (2004), le valió a uno de sus protagonistas, Yagira Yuya, el Premio al Mejor Actor. 
Por otro lado, con Hana (2006) el cineasta realizó una incursión en el cine histórico y las películas de samuráis. Esta película compitió en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, al igual que su retrato de las relaciones familiars, Caminando, caminando (2008). 
En Air Doll (2009), que tuvo su premiere en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, narró una historia de ciencia-ficción que nunca perdía de vista la eterna preocupación del director por los sentimientos humanos.
En los últimos años, Kore-eda ha seguido privilegiando su interés por la familia y la infancia, a través de dramas como Milagro (2011), por la que obtuvo el Premio al Mejor Guion en el Festival de San Sebastián; De tal padre, tal hijo (2013) y Nuestra hermana pequeña (2015), que tuvieron ambas su premiere en la Sección Oficial del Festival de Cannes. 
A estos títulos se suma Después de la tormenta (2016), presentado en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y el drama judicial El tercer asesinato (2017), que compitió en el Festival de Venecia. 
A lo largo de su trayectoria Kore-eda también ha ejercido la función de productor, apoyando los trabajos de nuevos talentos del cine japonés como Wild Berries (2003) de Miwa Nishikawa, Kakuto de Yusuke Iseya (presentada en el Festival de Rotterdam), Beautiful Islands (2009) de Tomoko Kana, Ending Note: Death Of A Japanese Salesman (2011) de Mami Sunada, That Day - Living Fukushima (2012) de Kohei Imanaka y el film colectivo Ten Years Japan (2018).


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