martes, agosto 12, 2008

Batman: tres etapas para un mismo súper héroe

Cuando reflexiono sobre el actual fenómeno de Batman, me alegra el hecho de que en dos de las tres etapas que ha atravesado la saga estén involucrados auténticos directores de cine.
Efectivamente, nuestro enmascarado comenzó de la mano de Tim Burton, de quien pienso que es un genio de la ambientación. Batman (1989) contaba con Michael Keaton como el héroe (que no el protagonista) y Jack Nicholson como el malvado Guasón. Costó unos US$35 millones (que no incluyeron el salario de Nicholson) y recaudó US$251 millones de dólares.
Con semejante éxito, Burton y Keaton fueron contratados para Batman retorna (1992) que co-estelarizaban Danny DeVito y Michelle Pfeifer. Costó US$80 millones y consiguió unos US$162.7 millones. Fin de la primera etapa.
Entró a escena Joel Schumacher, buen hacedor de películas, nunca me ha parecido un autor de cine. Trajo consigo otro Batman (Val Kilmer) y dos villanos en desgracia (Tommy Lee Jones como Dos Caras y Jim Carrey como Acertijo). Donde Burton dejaba oscuridad, Schumacher sembró bombillitas de colores. Le dio relativos buenos resultados: Batman forever (1995) costó US$100 millones y recaudó US$183.9 millones de dólares.
El siguiente paso fue cambiar de Batman y para eso reclutó a George Clooney. En Batman y Robin (1997) los reales protagonistas eran Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman. Costó US$125 millones y apenas consiguió US$107.3 millones de dólares. Entonces, los dueños de Ciudad Gótica hicieron lo que debían: cambiaron el director. Fin de la segunda etapa.
El turno fue para Christopher Nolan, uno de los más sobresalientes nuevos directores en Hollywood. Con una visión oscura de sus personajes (¿recuerdan Memento?), Nolan está mucho más cerca de Burton y su perspectiva, que demostró ser la correcta cuando se lleva un cómic al cine.
También trajo consigo un nuevo Batman (Christian Bale), mucho más vulnerable, mucho más rico en matices sicológicos, al que sentimos más cerca que los otros. Un formidable personaje antagonista encarnado por Liam Neeson y resultados más que satisfactorios. Batman comienza (2005) costó US$150 millones y recaudó unos US$205.3 millones de dólares.
El caballero de la noche (primera película de la saga que no incluye la palabra Batman en el título) costó US$185 y ha desbordado todo pronóstico: más de $442 millones de dólares en recaudación, dentro del trío de las más taquilleras de la historia del cine.
Cuenta nueva vez con Bale como el héroe y (ojo que se repite la fómula) Heath Ledger como Guasón y auténtico protagonista del filme. El deceso de Ledger apenas unas semanas antes del estreno mundial, es un lamentable golpe de suerte para los mercadólogos del filme. Los resultados están a la vista de todos.
La etapa Nolan de Batman está llamada a seguir. Si hay un lujo que Hollywood no se permite es matar las gallinas de los huevos de oro.

1 comentario:

Daniela Cruz Gil dijo...

Total razón. Nunca me gustó George Clooney como Batman. Michael Keaton transmitía esa dualidad nerviosa de sentirse a punto de confesar una gran verdad...