jueves, diciembre 14, 2006

Infiltrados, lo nuevo del Maestro Martin Scorsese


Cada película de Martin Scorsese es una radiografía del lado oscuro del alma americana, esa alma que rebosa de violencia apenas contenida, esa alma que sufre los embates del más profundo complejo de culpa, esa alma que no termina de redimir sus penas con los axiomas de la religión, ni con las píldoras de Freud.
Martin Scorsese es, sin duda, el director de cine contemporáneo que más conoce de cine clásico, que ha bebido de la fuente de los grandes maestros para conformar una personalidad propia, única en el panorama de Estados Unidos. Pongo por ejemplo su formidable uso del recurso de la vuelta de tuerca para el desenlace de Infiltrados. Es por eso que merece el calificativo de Maestro.
Uno de los aspectos que más llama la atención en el cine de Scorsese es la vulnerabilidad del carácter de sus personajes, siempre atribulados por su pasado, siempre en el inconcluso proceso de purificación de sus pecados, esa pesada carga que todos llevamos colgada del cuello y nos arrastra al abismo.
El cine de Scorsese nos redescubre la realidad que se esconde detrás de las apariencias y nos pone de frente a la brutalidad de los sueños truncos, de la imposibilidad de superarnos de nuestras limitantes, ese círculo vicioso en que el destino nos encierra desde antes del pecado original.
El cine de Scorsese no es una panacea, no ofrece respuestas, sólo cuestiona. Cuestiona hasta nuestra escala de valores morales, éticos, religiosos y nos deja sumidos, como sus personajes, en el vértigo de la confusión, empapados en lágrimas y sangre, desgarrados, derrotados por las ganas de caer.
No quiero dejar de mencionar uno de los mejores aciertos de la película: el extraordinario reparto de bad boys (y una chica confundida, por supuesto): Mark Wahlberg, Matt Damon, Martin Sheen, Alec Baldwin, Leonardo DiCaprio y el mismísimo fundador del concepto: Jack Nicholson. Sólo faltó Robert De Niro, ¿dónde estabas, Bobby?.
Por cierto, Infiltrados pasará a la historia como el filme en que Nicholson entregó el cetro de chico malo a su más digno heredero: Leonardo DiCaprio, así como en El Padrino, Marlon Brando abdicaba el trono a favor de Al Pacino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ser justos tambien, y decir que es el segundo remake que "dirige" Scorsese, en este caso de la original de Hong Kong "Infernal Affairs", que por si sola es una excelente cinta , sin el gran elenco del cine norteamericno...
TU.

Anónimo dijo...

http://www.earthmusicnetwork.com/espaciouniversal/
Hola jose, cesar payamps de Espacio Universal el programa radial y el Podcast.
EN ESTA DIRECCION UNOS COLEGAS PODCASTERS MEXICANO QUE VIVEN EN CANADA, TIENEN ESTE PODCAST SOBRE CINE Y HABLARON EN UN EPISODIO SOBRE LA PELICULA Y TRATARON ESE MISMO PUNTO DE VISTA DEL RELEVO GENERACIONAL PUESTO EN LA PANTALLA A MANERA DE LEGADO ENTREGADO Y RECONOCIMINTO SUCESORAR.

http://palomitasconsal.blogspot.com/
ESTE ES LA DIRECCION
CIAO