lunes, junio 26, 2023

“Elementos” del largometraje animado en 2023.

Desde hace unos años, el largometraje de animación alcanzó la categoría de “cosa seria”. Para ser justos, creo que ese punto de inflexión fue posible por la nominación de La bella y la bestia al Oscar como mejor película en 1992. Aunque no ganó (hubiera sido un escándalo), dejó claro que nuevos horizontes se avecinaban para el género, hasta entonces tenido como diversión para los niños.

¿Existían grandes clásicos de la animación para entonces que pudieron provocar semejante conmoción? Por supuesto que sí. Pero fue La bella y la bestia, como buque estandarte de Disney, la que logró la apertura.

Hoy en día, ninguna cartelera del verano cinematográfico está completa sin un par de blockbusters animados que producen generosas tajadas del pastel millonario del mercado del cine de vacaciones escolares. Hoy en día, ningún festival de cine da por cerrada su cartelera sin incluir algún largometraje de animación que busca proyección entre los más conocedores del negocio.

En lo transcurrido de 2023, ya podemos señalar algunos de los títulos más sobresalientes dentro de la animación de cara a la próxima Temporada de Premios.

Comenzamos con Suzume, película japonesa escrita y dirigida por Makoto Shinkai, que cuenta la historia de una chica de 17 años que descubre una misteriosa puerta en las montañas, y pronto empiezan a aparecer otras puertas por todo Japón. Cuando las puertas se abren, liberan desastres y destrucción, y depende de Suzume volver a cerrarlas.

Suzume se estrenó en la competencia del Festival de Cine de Berlín. La anterior animación que había logrado la hazaña es El viaje de Chihiro (2002), del maestro Hayao Miyasaki, el mejor director de animados en la historia del Cine.

El éxito comercial de Suzume ha sido magnífico. Para resumirlo: es la octava película de anime más taquillera de todos los tiempos en Japón y la cuarta película de anime más taquillera de todos los tiempos a nivel mundial: $323.4 millones de dólares (y contando).

Pero ni siquiera el más optimista de los ejecutivos de Illumination Studios (sí, la misma casa de los Minions) pudo imaginar lo que ocurriría con Super Mario Bros: la película, de Aaron Horvath y Michael Jelenic. De hecho, el videojuego tuvo dos adaptaciones: un anime de 1986 y una versión de acción real en 1993, protagonizada por Bob Hoskins y John Leguizamo, que muy pocos recuerdan.

Super Mario Bros: la película combinó la nostalgia de quienes se apasionaron con el videojuego en los años 90 (hoy padres con niños) y ese estilo de animación que tanto le debe al slaptick (presente en los Minions) para provocar risas en los espectadores. Con una excelente cantidad de salas para su estreno en USA (4,025): el boca a boca hizo el resto: todos salían felices de las funciones de un filme pletórico de colores y las colas para verla se hicieron interminables.

Al día de hoy, Super Mario Bros lleva recaudados unos $1,330 millones de dólares, lo que la convierte en la película más taquillera dentro de las estrenadas en 2023.

En 2018 se anunció una trilogía de animación sobre el Hombre Araña. Ese año, Spiderman: un nuevo universo no solo conquistó el favor del público, sino que barrió con los premios: Globo de Oro, Oscar y Bafta al mejor filme de animación.

Las expectativas estaban al tope para su secuela Spider-Man a través del Spider-Verso, de Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson. Las ha cumplido todas y con creces. Primero por su estilo de animación, estilo que combina unos colores psicodélicos de fondos difuminados con planos cercanos al anime. Segundo, por sembrar a este superhéroe en el centro de la moda de los multiversos, algo que han popularizado los Avengers y filmes como Todo a la vez en todas partes.

¿Resultados? $761 millones en sus primeros 23 días y la pole position para cuando inicie la carrera más esperada de la temporada.

Llegamos entonces a la propuesta Disney-Pixar: Elementos, de Peter Sohn. Mencionar a Pixar es como recitar una larga lista de éxitos: Intensa Mente (2015), Coco (2018), Soul (2020) y Encanto (2021), todas premiadas con el Globo de Oro y el Oscar.

Pero siempre hay un pero con el público veleidoso. Elementos debutó con la pírrica suma de $29.6 millones de dólares, cantidad excelente para cualquier película, menos para Disney-Pixar.

¿Tiene alguna explicación? Independientemente de sus indudables logros de animación para recrear el fuego y el agua (y el aire y la tierra), esta historia de amor entre Ember (la chica de fuego) y Wade (el chico de agua) se quedó “muy rígida”, casi tipo Romeo y Julieta. Peor: para la ocasión prescinden por completo de un personaje “resorte” que haga contrapeso a tanta seriedad con sus salidas de humor (el mejor ejemplo es el excepcional Bing Bong de Intensa Mente), un toque mágico característico de Pixar y Disney.

Los ejecutivos de Pixar lo saben y seguro han llenado varias libretas con las notas del aprendizaje: nadie es infalible en este negocio.

Por lo pronto, estos títulos definen con sus virtudes (y defectos) el panorama del largometraje de animación para 2023. Aunque siempre es bueno estar preparados para cualquier sorpresa.

 

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