viernes, julio 29, 2011

Divas latinas de ayer y hoy

Si nos atenemos a su definición, una Diva es “una artista de éxito, fama y categoría”. Aunque el adjetivo sólo se aplicaba a cantantes de ópera, se ha extendido su uso hasta abarcar las actrices.

Latinoamérica siempre ha tenido sus Divas, como cartas bajo la manga, para atraer público a los cines.

Bastaría recordar a la mexicana Dolores del Río, la primera actriz latina que triunfó en Hollywood, donde se le consideró la versión femenina de Rodolfo Valentino.

También mexicana, pensar en María Félix, con tan mal carácter como belleza, a quien Agustín Lara, uno de sus cinco maridos, le dedicó la canción María bonita.

A la brasileña Carmen Miranda con su famoso sombrero de frutas, quien cortaba la respiración con su movimiento de caderas.

A la dominicana María Montez, cuya exótica belleza le hizo merecer el título de “Reina del Technicolor”.

Hace unos años, la brasileña Sonia Braga encendió la imaginación con filmes como Doña Flor y sus dos maridos y Gabriela, clavo y canela. Y añado La dama del autobús, valiosa sugerencia de Teddy Ureña.

Actualmente, mujeronas como Jennifer López, Salma Hayek y Bárbara Mori alimentan las fantasías de los cinéfilos del mundo.

Pero más allá de sus esculturales medidas anatómicas, hay que reconocer que obligan a los guionistas a escribir historias a la altura de sus talentos. De eso hablaré en otra ocasión, tengo que limpiar el teclado.

miércoles, julio 27, 2011

36ta. Edición del Festival de Cine de Toronto

El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF, por sus siglas en inglés) proyecta cada año alrededor de 300 películas de media centena de países y tiene un impacto económico de 170 millones de dólares y para la edición 2011 presenta unas 10 funciones de gala y 43 presentaciones especiales, que incluyen 31 estrenos mundiales.
El catalogado como el cuarto encuentro fílmico más importante del mundo, después de Cannes, Berlín y Venecia y también considerado la antesala de los premios Oscar, acaba de confirmar que será el documental From the Sky Down, acerca del grupo U2, del galardonado cineasta Davis Guggenheim, la selección para abrir la edición número 36, a realizarse del 8 al 18 de septiembre.
Pedro Almodóvar, George Clooney, David Cronenberg, Ralph Fiennes, William Friedkin, Ann Hui, Madonna, Steve McQueen, Nanni Moretti, Marjane Satrapi, Vincent Paronnaud, Lynne Ramsay, Todd Solondz, Morten Tyldum y Lars von Trier harán en Toronto la premiere norteamericana de sus películas, lista en la que también figuran la mexicana Los últimos cristeros, del director francés radicado en México, Matías Meyer, filmada en escenarios naturales de Guanajuato y que narra la historia de siete cristeros.
También se exhibirán Miss bala, de Gerardo Naranjo, protagonizada por Stephanie Sigman y Noé Hernández, que se mostró en el pasado Festival Internacional de Cine de Cannes, compitiendo en la sección Una cierta mirada.
Por otra parte, el actor y director George Clooney, presenta The Ides of March, sobre las elecciones presidenciales primarias en Ohio.
El estreno mundial de la película Moneyball, de Benett Miller, basada en una historia real del equipo de béisbol Oakland A’s, protagonizada por Brad Pitt, también tendrá lugar en el banquete fílmico, que de igual manera confirma la presencia de la comedia estadounidense Peace, Love & Misunderstanding, del director Bruce Beresford y protagonizada por Jane Fonda y Catherine Keener.
La filmografía española hará lo propio a cargo del cineasta Pedro Almodóvar, quien estrenará en Norteamérica su más reciente filme, La piel que habito, estelarizada por Antonio Banderas, Elena Anaya y Marisa Paredes, y que narra la historia de un cirujano plástico que, tras la muerte de su esposa, experimenta la transgénesis con seres humanos.
A diferencia del Festival de Cine de Cannes, el TIFF no tiene carácter competitivo, aunque incluye el Premio Cadillac del Público, cuyas películas ganadoras han sido también las favoritas de los premios Oscar, como los casos de El discurso del rey y Quisiera ser millonario.

lunes, julio 18, 2011

Harry Potter hace magia en las taquillas

Como se esperaba, Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte 2) ha hipnotizado a sus seguidores en los Estados Unidos.

El mundo del Colegio Howgarts de Magia y Hechicería es un contundente éxito: US$168.55 millones, el mejor récord para un filme en su primer fin de semana en la historia del cine. Un éxito al que contribuyó el hecho de que se exhibía en 11,000 salas de cines, a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

Pulveriza la marca de El caballero de la noche (US$158.4 millones) y deja bien atrás a El hombre araña 3 (US$151.1 millones) y Luna nueva (US$142.8 millones).

Hay que decirlo con propiedad: Harry Potter no es sólo un fenómeno editorial, sino también cinematográfico y social, por el gran impacto cultural que produce en sus lectores. En palabras del Primer Ministro Británico Gordon Brown, “J.K. Rowling ha hecho más por la literatura que ningún otro ser humano.”

La afirmación es discutible, pero los más de 400 millones de ejemplares vendidos de las 7 novelas del aprendiz de mago son un hecho irrebatible.

Por supuesto, Warner Brothers lo sabía hace 10 años. Y, desde el lanzamiento de la primera en 1997, amarró en contrato las primeras cuatro entregas. Como la inversión dio resultados tan positivos, se redondeó el negocio para las 8 películas.

Independientemente de su éxito editorial, sorprende también la fidelidad de sus fanáticos hacia todo lo que representa la marca Harry Potter, incluyendo sus películas. Creo que esta saga abre un nuevo capítulo en la difícil relación cine y novela, caracterizado por la total aceptación de sus seguidores al concepto desarrollado para la pantalla grande.

Ahora la última Harry Potter hace historia, bien vale la pena repasar la estela triunfal de las anteriores:

Chris Columbus, creador de éxitos de taquilla como Home alone, fue impuesto por Warner Brothers como director de la primera cinta de la saga, Harry Potter y la piedra filosofal (2001), por encima de nombres como Steven Spielberg y Terry Gilliam. El chisme con este último dura hasta nuestros días.

Como recaudó unos $317 millones de dólares (en todos los casos, números de taquilla en USA), a sólo 3 días de su estreno se puso en marcha el rodaje de Harry Potter y la cámara secreta, que engrosó otros $262 millones a las arcas de sus productores.

El mexicano Alfonso Cuarón dirigió Harry Potter y el prisionero de Azkaban que consiguió la nada despreciable suma de $249 millones. Le siguió el inglés Mike Newell con Harry Potter y el Cáliz de fuego, que alcanzó $290 millones en recaudación.

Hace cuatro años, los miembros de esta nueva religión renovaron sus votos de fidelidad con Harry Potter y nombraron como sacerdote supremo al director David Yates: La Orden del Fénix consiguió $292 millones. Razones de más para que Yates repitiera como director en la sexta entrega de la saga Harry Potter y el misterio del Príncipe, que alcanzó US$302 millones.

Apenas hace unos meses recibíamos la séptima entrega de la saga: Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte 1). ¿Resultados? US$295 millones, una cifra que será fácilmente superada por la última entrega de la saga.

Imagino la angustia que produce entre sus fanáticos literarios y cinéfilos.

¿Y ahora? J.K. Rowling tiene la palabra (y la pluma).

miércoles, julio 06, 2011

Shia LaBeouf y Michael Bay: los herederos de Hollywood.

Con el estreno de Transformers 3 se confirma que Steven Spielberg es el Rey Midas de Hollywood y ahora ha puesto en evidencia a sus herederos: Shia LaBeouf y Michael Bay.

Lo de Shia no tiene ejemplo: no sólo posee su imperio en colaboración con el director Michael Bay: sino que ha heredado dos franquicias: Indiana Jones (iniciado por el mísmísimo Harrison Ford en El reino de la calavera) y Wall Street (vía la conquista del corazón de la hija de Michael Douglas en El dinero nunca duerme).

En asociación con Michael Bay ha recibido de Spielberg la franquicia más productiva de los últimos años, hasta el punto de que ya se asocia su estreno con el fin de semana más taquillero de la temporada.

En efecto, Transformers en el 2007 consiguió unos US$319 millones en Estados Unidos, mientras que, en el 2009, a Transformers 2 le fue mucho mejor: $402 millones de dólares, la décimo-primera película más taquillera de la historia.

El pasado fin de semana, Transformers 3: el lado oscuro de la luna consiguió en Estados Unidos un poco más de US$181 millones es sus primeros 6 días, estableciendo nuevo récord para el fin de semana del Día de la Independencia. En el resto del mundo, sus recaudaciones superan los US$379 millones.

Detrás de toda la parafernalia de efectos visuales, está el genio de Steven Spielberg que siempre auspicia la carrera de algunos de sus discípulos (Robert Zemeckis, Barry Sonnenfeld, J J Abrams, Rob Marshall) y que hace muchos años percibió en Michael Bay un talento excepcional para el cine de verano, ese que no exige mucho, más allá de unas palomitas y mucha acción. Ni siquiera importa que algún fan haya demostrado en YouTube que Bay insertó una escena ya usada en The Island (2005).

Y entre tanto combate entre los Autobots y los Decepticons, entre tanta testosterona, entre las ruinas de Chicago, las infinitas piernas de Rosie Huntington-Whiteley nos hacen olvidar a la zorra que se marchó, creyéndose única e insustituible en las húmedas fantasías de los adolescentes del planeta.

Transformers 3: el lado oscuro de la luna (2011). Director: Michael Bay; Guión: Ehren Kruger; Fotografía: Amir Mokri; Música: Steve Jablonsky; Elenco: Shia LaBeouf,  Rosie Huntington-Whiteley, Josh Duhamel, Frances McDormand.