Paul Thomas Anderson es uno de los directores más estimulantes de Hollywood. No todo el mundo puede presumir en su filmografía títulos como Magnolia (1999), El hilo fantasma (2017) y Licorice Pizza (2022), por solo mencionar tres de mis favoritas.
América es
una distopía con dos claros grupos en conflicto: una supremacía blanca, cuyo
brazo político ocupa actualmente la Casa Blanca, y los French 75, unos rebeldes
confundidos por hipnóticas ideologías, que justifican moralmente su
“revolución”. Atrapados en el fuego cruzado, están los indocumentados de
cualquier parte que llegan ilusionados por el Sueño Americano. Ese es el
escenario que describe Vineland, la novela de Thomas
Pynchon que Anderson ha adaptado de manera magistral. Recordemos que escritor y
director ya tenían una previa colaboración, Puro vicio (2014), un
filme que merece ser revisitado por quienes la han visto y por aquellos que
nunca la oyeron mencionar.
Para
entender la acidez del universo Pynchon, uno de sus personajes se llama
Perfidia Beverly Hills. Para entender la acidez del universo Anderson: el
título del filme cita la declatoria del grupo revolucionario The Weather
Underground.
Una batalla tras otra sobresale por el formidable elenco
que la protagoniza, empezando por tres ganadores del Oscar: Leonardo DiCaprio (El renacido), Sean Penn (Río místico, Milk) y Benicio del Toro
(Traffic).
Junto a ellos, brilla con luz propia la debutante Chase Infiniti, llamada a
convertirse en una actriz de primer orden. DiCaprio sobresale con un personaje
que es pura paranoia huyendo de sus enemigos y embarcado en la búsqueda de su
hija adolescente, antes de que caiga en manos del enemigo. Con un sobretodo a
cuadros, de alguna manera nos recuerda a Jack Nicholson en alguna película de
Kubrick. Y ese no es el único guiño cinematográfico que Anderson se permite:
también hay encuadres de El Padrino y otros clásicos. Penn,
construye un personaje tan poderoso como las armas de fuego que maneja a la perfección.
Del Toro siempre crea personajes únicos, como su senséi que cita a Juan Luis Guerra: “Tranquilo, Bobby, tranquilo”.
Anderson
saca la mejor partida a su maravilloso elenco y formula un formidable ejercicio
de realización cinematográfica: hay una persecución de autos en carretera
desierta que nos remite al mejor Hitchcock. No hay que guardarse elogios, Una
batalla tras otra es un filme que puede calificarse de excelente en
todos los aspectos técnicos: fotografía, edición, musicalización (que incluye
el Perfidia,
del trío Los Panchos). En varios segmentos, es un thriller de acción con todas
las de la ley.
Pero no
olvidemos que es un filme de Paul Thomas Anderson y su especialidad es
diseccionar con sentido crítico su sociedad, con humor negro como aderezo. En
un mundo donde nada es lo que parece, Anderson se permite reflexionar sobre
aspectos de nuestro diario vivir que hemos convertido en cosas “normales”: la
despiadada persecución contra los indocumentados, por ejemplo, cuando se violan
todos sus derechos humanos.
Nueva vez,
Anderson nos sumerge en una atmósfera que cuestiona nuestra percepción de
América, esa que fue la tierra de ir a pescar sueños y ahora es una pesadilla
hostil que maltrata a quienes ilusiona.
Una batalla tras otra es una de las mejores películas de
2025 y uno de los principales títulos para la Temporada de Premios.
1 comentario:
Y con el titulo vimos al personaje de Dicaprio viendo La Batalla de Argelia.
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