viernes, noviembre 02, 2018

Infiltrado en el KKKlan: los E.E.U.U. de Spike Lee.

Spike Lee es, sin ningún tipo de duda, el cineasta americano contemporáneo más sensible al tema racial, sobre todo referido a los afroamericanos, su raza.
Desde su Do The Right Thing (1989) estaba claro que conocía plenamente su universo temático: el racismo que, hasta nuestros días, se ejerce de manera (velada o abierta) contra los afrodescendientes. En esa línea, Lee ha dirigido algunos de los más incisivos filmes de los últimos años: Jungle Fever (1991), Summer of Sam (1999), Malcolm X (1992), 25th Hour (2002) y Miracle at St. Anna (2008), rodada con el didáctico propósito de mostrarle a Clint Eastwood que también afroamericanos participaron de la Segunda Guerra Mundial.
Como es natural, la Academia de Hollywood lo ha ignorado olímpicamente. Hace apenas dos años, se le concedió un Oscar honorífico. Infiltrado en el KKKlan lo coloca nueva vez al frente de las quinielas para conseguir (al menos) varias nominaciones al Oscar 2019. Esta vez viene de ganar el Gran Premio del Jurado en Cannes y con los aires que soplan en la Casa Blanca, es el momento preciso para que Hollywood redima a una de las voces más cuestionadoras del cine americano.
Infiltrado en el KKKlan se basa en los hechos reales vividos por Ron Stallworth, el primer detective afroamericano del departamento de policía de Colorado Springs. En los 70, era obvio que iba a ser recibido con escepticismo y hostilidad, por lo decide llevar a cabo una peligrosa misión: infiltrarse en el Ku Klux Klan. Como su color de piel lo delataba, para las reuniones en persona, se auxilia de su compañero Flip Zimmerman, interpretado de forma genial por un Adam Driver que ya ha conseguido su nominación para los Gotham Awards.
Stallworth está encarnado por John David Washington, hijo de Denzel, una de las figuras claves en el cine de Lee, como se puede percibir si recuerda: Mo’ Better Blues (1990), Malcolm X (1992), He Got Game (1998) e Inside Man (2006).  
Por suerte, no todo es doctrina y denuncia social en el filme. Se reviste de un humor negro (¿no hay otro calificativo para esto?) que está presente desde el mismo inicio, en que presenciamos un publirreportaje del KKK, protagonizado por Alec Baldwin, que inmediatamente capta nuestra atención.
A partir de ahí, todo es una montaña rusa emocional. La comparación es válida hasta por las irregularidades narrativas de algún tramo del filme, que no lo permite mantener la misma intensidad narrativa a lo largo de sus dos horas y 10 minutos.
Le toca a cada uno de nosotros evaluar los reales cambios en la sociedad americana con respecto a sus minorías a partir de los elementos que presenta Infiltrado en el KKKlan.
Como sociedad, muy probablemente va a reprobar el examen. Esa capacidad de aproximación a la verdad es lo que muchos no le perdonan a Spike Lee.

Infiltrado en el KKKlan (2018). Director: Spike Lee; Guion: Spike Lee, Kevin Willmott, David Rabinowitz y Charlie Wachtel, basado en el libro de Ron Stallworth; Fotografía: Chayse Irvin; Edición: Barry Alexander Brown; Música: Terence Blanchard; Elenco: John David Washington, Adam Driver, Topher Grace.

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