martes, mayo 01, 2018

Una mujer fantástica: excelente filme de Sebastián Lelio.


Marina Vidal, a sus veinte y tantos, vive y deja vivir. Mientras estudia canto lírico, se gana sus pesitos cantando salsa (no cualquier tema, que quede claro, sino la premonitoria “Periódico de ayer”). Tiene una relación con Orlando, un buen tipo veinte años mayor quien la cuida, le celebra sus cumpleaños, le compra los boletos para ir a conocer las cataratas de Iguazú. Un pequeño detalle: Marina es transgénero y debe sobrevivir a la diaria incomprensión de una sociedad intolerante y discriminatoria. Su mundo, literalmente, se pone patas arriba con la muerte súbita de Orlando.
Lo primero que hay que elogiar de Una mujer fantástica es su extraordinario guion, premiado en el Festival de Berlín. El libreto de Sebastián Lelio y Gonzalo Maza es uno de los más orgánicos que hemos disfrutado en los últimos meses: nada de sobresaltos, nada de morbo, (por supuesto) nada de explosiones: una pareja y un problema por resolver: ¿Qué pasaría si una persona muere en los brazos de su amada pero, ante los ojos de la sociedad, ella es una persona indeseada?
A partir de esa premisa, Lelio y Maza desarrollan una historia sin ambiciones de dar lecciones morales (innecesarias, por demás), sin tomar partida por los bandos en conflicto, sin adoctrinar nuestras obtusas mentalidades: el mundo es un espacio para las especies. Punto.
Un guion que incluso se revela también como un viaje de identidad, al igual que nuestro personaje principal, entre géneros del cine. A igual que Marina, el filme se cuestiona, nos cuestiona el por qué debe estar encasillado en un género específico y lo peor: impuesto según los cánones de terceros, ajenos por completo del problema que supone ser distinto a los demás. Para que quede claro: Una mujer fantástica es también una película sin género específico.
Un guion que se permite uno de los mejores macguffins que hemos visto en el cine, tanto porque cumple su función dramática de llamarnos poderosamente la atención, como porque nos delata la auténtica conciencia moral del espectador.
Un guion que se desarrolla en medio de una atmósfera idílica a la que aportan mucho las canciones que Lelio escoge para el soundtrack del filme, revelando a un melómano consumado. Destaco Time, la fabulosa canción de The Alan Parsons Project y la no menos fabulosa (You Make Feel Like) A Natural Woman, de Aretha Franklin.
Volviendo a nuestro personaje protagonista: Marina es ninguneada por todos y todas, en su infalible superioridad: el médico la trata como una extraña, la policía como una delincuente (típicas humillaciones incluídas), los amigos de su pareja como a una “cosa” inaceptable y la familia del muerto como a una “aberración”. La exesposa lo precisa en una palabra extraordinaria: “Eres una quimera”.
Ya Lelio ha demostrado ser un excelente director de actrices: Paulina García ganó en Berlín por su retrato de otra mujer fantástica: Gloria (2013). Pero lo que logra con Daniela Vega es sencillamente impresionante. Tanto que ha colocado a Vega en el centro de la atención del planeta, afirmación que se ve refrendada por su escogencia como una de las “100 personas más influyentes del mundo”, según TIME.
Y el alud de premios que ha recibido Una mujer fantástica, desde el Goya hasta el Platino, pasando por el Oscar a la Mejor Película Extranjera, no dejan dudas: estamos frente a un filme hipnótico, inteligente, de esos que propician enriquecedoras discusiones cuando se encuentran los adecuados contertulios.
Una mujer fantástica contiene una de las escenas más significativas de los últimos años: Marina, literalmente, se enfrenta a una tormenta que casi le impide avanzar. Esa tormenta somos los del dedo acusador, intolerante, esta s(u)ociedad llena de prejuicios. Marina, a pesar de los pesares, se convertirá en mariposa que canta con su orquesta de cámara, luego de la pérdida liberadora, de la gratitud purificadora del buen vivir.

Una mujer fantástica (2017). Dirección: Sebastián Lelio; Guion: Sebastián Lelio y Gonzalo Maza; Fotografía: Benjamín Echazarreta; Edición: Soledad Salfate; Música: Mathew Herbert; Reparto: Daniela Vega, Francisco Reyes, Luis Gnecco.

1 comentario:

Mary Paulino dijo...

Excelente resena, una explicacion sana, limpia, descriptiva. Una vision del personaje visto desde dentro como por fuera, interpretando el ideal que primo en su creador. Gracias!