jueves, octubre 16, 2025

“Una batalla tras otra”, otra joya de Paul Thomas Anderson.

Paul Thomas Anderson es uno de los directores más estimulantes de Hollywood. No todo el mundo puede presumir en su filmografía títulos como Magnolia (1999), El hilo fantasma (2017) y Licorice Pizza (2022), por solo mencionar tres de mis favoritas.

América es una distopía con dos claros grupos en conflicto: una supremacía blanca, cuyo brazo político ocupa actualmente la Casa Blanca, y los French 75, unos rebeldes confundidos por hipnóticas ideologías, que justifican moralmente su “revolución”. Atrapados en el fuego cruzado, están los indocumentados de cualquier parte que llegan ilusionados por el Sueño Americano. Ese es el escenario que describe Vineland, la novela de Thomas Pynchon que Anderson ha adaptado de manera magistral. Recordemos que escritor y director ya tenían una previa colaboración, Puro vicio (2014), un filme que merece ser revisitado por quienes la han visto y por aquellos que nunca la oyeron mencionar.

Para entender la acidez del universo Pynchon, uno de sus personajes se llama Perfidia Beverly Hills. Para entender la acidez del universo Anderson: el título del filme cita la declatoria del grupo revolucionario The Weather Underground.

Una batalla tras otra sobresale por el formidable elenco que la protagoniza, empezando por tres ganadores del Oscar: Leonardo DiCaprio (El renacido), Sean Penn (Río místico, Milk) y Benicio del Toro (Traffic). Junto a ellos, brilla con luz propia la debutante Chase Infiniti, llamada a convertirse en una actriz de primer orden. DiCaprio sobresale con un personaje que es pura paranoia huyendo de sus enemigos y embarcado en la búsqueda de su hija adolescente, antes de que caiga en manos del enemigo. Con un sobretodo a cuadros, de alguna manera nos recuerda a Jack Nicholson en alguna película de Kubrick. Y ese no es el único guiño cinematográfico que Anderson se permite: también hay encuadres de El Padrino y otros clásicos. Penn, construye un personaje tan poderoso como las armas de fuego que maneja a la perfección. Del Toro siempre crea personajes únicos, como su senséi que cita a Juan Luis Guerra: “Tranquilo, Bobby, tranquilo”.

Anderson saca la mejor partida a su maravilloso elenco y formula un formidable ejercicio de realización cinematográfica: hay una persecución de autos en carretera desierta que nos remite al mejor Hitchcock. No hay que guardarse elogios, Una batalla tras otra es un filme que puede calificarse de excelente en todos los aspectos técnicos: fotografía, edición, musicalización (que incluye el Perfidia, del trío Los Panchos). En varios segmentos, es un thriller de acción con todas las de la ley.

Pero no olvidemos que es un filme de Paul Thomas Anderson y su especialidad es diseccionar con sentido crítico su sociedad, con humor negro como aderezo. En un mundo donde nada es lo que parece, Anderson se permite reflexionar sobre aspectos de nuestro diario vivir que hemos convertido en cosas “normales”: la despiadada persecución contra los indocumentados, por ejemplo, cuando se violan todos sus derechos humanos.

Nueva vez, Anderson nos sumerge en una atmósfera que cuestiona nuestra percepción de América, esa que fue la tierra de ir a pescar sueños y ahora es una pesadilla hostil que maltrata a quienes ilusiona.

Una batalla tras otra es una de las mejores películas de 2025 y uno de los principales títulos para la Temporada de Premios.

 Una batalla tras otra (2025). Dirección y guion: Paul Thomas Anderson, basado en la novela “Vineland”, de Thomas Pynchon; Fotografía; Michael Bauman; Edición: Andy Jurgensen; Música: Jonny Greenwood; Elenco: Leonardo DiCaprio; Sean Penn, Benicio del Toro, Chase Infiniti.


miércoles, octubre 15, 2025

Carta de Woody Allen para Diane Keaton.


 (Woody Allen es uno de los pocos cineastas que defino como “imprescindible”. La reciente muerte de Diane Keaton, su musa y protagonista de Annie Hall, uno de mis filmes favoritos, lo ha motivado a escribir esta carta, que testimonia una de las más bellas historias de amor del siglo XX.) 

Es gramaticalmente incorrecto decir “la más única”, pero todas las reglas de la gramática —y supongo que de cualquier otra cosa— quedan anuladas cuando se habla de Diane Keaton. No hubo ni habrá nadie como ella: su rostro y su risa iluminaban cualquier lugar al que entrara.

Vi por primera vez su belleza espigada en una audición y pensé: si Huckleberry Finn fuera una joven hermosa, sería Keaton. Recién salida del condado de Orange, voló a Manhattan para actuar, consiguió trabajo como encargada del guardarropa y fue contratada para un pequeño papel en el musical Hair, en el que finalmente obtuvo el rol principal.

Mientras tanto, David Merrick y yo estábamos haciendo audiciones en el teatro Morosco para mi obra Sueños de un seductor. Sandy Meisner daba una clase de actuación y le habló a Merrick de una actriz prometedora que era increíble. Ella vino, leyó para nosotros y nos dejó boquiabiertos. Un pequeño problema era que parecía más alta que yo, y no queríamos que eso influyera en los chistes. Como dos chicos de escuela, nos pusimos espalda con espalda en el escenario del Morosco para medirnos. Por suerte éramos de la misma altura, y Merrick la contrató.

Durante la primera semana de ensayos no cruzamos palabra. Ella era tímida, yo era tímido, y con dos tímidos las cosas pueden volverse bastante aburridas. Finalmente, por casualidad, hicimos una pausa al mismo tiempo y terminamos comiendo algo rápido en un local de la Octava Avenida. Ese fue nuestro primer momento de contacto personal. El resultado fue que me pareció tan encantadora, tan hermosa, tan mágica, que empecé a dudar de mi cordura. Pensé: ¿puede uno enamorarse tan rápido?

Cuando la obra se estrenó en Washington D.C., ya éramos amantes. Por entonces le mostré mi primera película en privado y la preparé para lo que, según yo, era un desastre total, un fracaso absoluto. Ella vio Take the Money and Run que era muy divertida y muy original. Esas fueron sus palabras. Su éxito demostró que tenía razón, y desde entonces nunca volví a dudar de su juicio. Le mostré cada película que hice después de eso y llegué a preocuparme solo por su opinión.

Con el tiempo, empecé a hacer películas para una sola espectadora: Diane Keaton. No leía ninguna crítica y solo me importaba lo que ella pensara. Si le gustaba, consideraba la película un éxito artístico. Si no estaba del todo entusiasmada, intentaba usar sus observaciones para reeditarla y lograr algo que la dejara más conforme. Para entonces ya vivíamos juntos, y yo veía el mundo a través de sus ojos. Tenía un enorme talento para la comedia y el drama, pero también sabía bailar y cantar con emoción. Además, escribía libros, hacía fotografía, collages, decoraba casas y dirigía películas. Y, sobre todo, era una persona divertidísima.

A pesar de su timidez y de su personalidad modesta, tenía una confianza absoluta en su propio criterio estético. Ya fuera al criticar una de mis películas o una obra de Shakespeare, aplicaba el mismo nivel de exigencia. Si creía que Shakespeare se había equivocado, no importaba cuántos lo alabaran: ella seguía su propia impresión y no dudaba en criticar al Bardo.

Su sentido de la moda era, por supuesto, digno de admiración. Sus combinaciones vestimentarias rivalizaban con los inventos de Rube Goldberg: armaba conjuntos que desafiaban la lógica, pero siempre funcionaban. Con los años, su estilo se volvió más elegante.

Durante los pocos años que vivimos juntos, me enseñó muchísimo. Por ejemplo: antes de conocerla, nunca había oído hablar de la bulimia. Íbamos a los partidos de los Knicks y luego a Frankie and Johnnie’s a comer un bife. Se devoraba un sirloin, patatas, cheesecake de mármol y café. Luego, al llegar a casa, a los pocos minutos estaba tostando waffles o preparando un enorme taco de cerdo. Yo me quedaba ahí, atónito. Aquella actriz delgada comía como Paul Bunyan. Años después, cuando publicó sus memorias, habló de su trastorno alimentario; pero en ese momento yo solo podía pensar que nunca había visto a nadie comer así exceptuando un documental sobre ballenas.

Un detalle interesante: pese a su genio y su sensibilidad para el arte y el teatro (coleccionaba pinturas y fue una de las primeras en apreciar a Cy Twombly), Diane Keaton era una pueblerina, una chica sencilla. Debería haberlo notado desde el principio. Cuando empezamos a salir, yo la miraba a los ojos, a la luz de las velas, y le decía lo hermosa que era. Ella me miraba fijo y respondía: “¿Honest Injun?” (“¿De verdad, honesto piel roja?”). ¿Quién habla así, salvo alguien de una comedia de Our Gang?

Y luego estuvo la vez que me llevó a conocer a su familia por Acción de Gracias en su casa del condado de Orange: su madre y su padre, su hermana y su hermano, la abuela Keaton y la abuela Hall (¿abuela?), y un hombrecito extraño y desconocido que había conseguido el pavo gratis gracias a su sindicato. Después de la cena y de hablar de ferias y ventas de garaje, despejaron la mesa, repartieron monedas y todos, incluso yo, nos sentamos a jugar al póker de centavos. Jugábamos five-card stud y seven-card stud, pero las apuestas eran con monedas pequeñas. En ese tiempo yo era un gran aficionado al póker, acostumbrado a partidas grandes y jugadores disciplinados, así que ahí estaba yo, apostando y faroleando, intimidando a la abuela Hall y a la abuela Keaton por fondos de diez centavos. Keaton, la hija actriz, jugaba y apostaba con ferocidad, como si cada mano valiera mil dólares. Terminé siendo el gran ganador, con unos 80 centavos. No creo que las abuelas hayan querido volver a invitarme: pensaron que las estaba estafando.

Ese era el mundo de Keaton, su gente, su origen. Era asombroso que aquella hermosa chica de pueblo llegara a convertirse en una actriz premiada y en un ícono de la moda sofisticada. Tuvimos unos años personales maravillosos, y finalmente ambos seguimos caminos distintos. Por qué nos separamos solo Dios y Freud podrían explicarlo.

Ella siguió saliendo con hombres fascinantes, todos más interesantes que yo. Yo seguí intentando hacer esa gran obra maestra con la que aún sigo luchando, la última vez todavía lo intenté. Le bromeaba diciendo que terminaríamos como Norma Desmond y Erich von Stroheim: ella la estrella, yo su chofer. Pero el mundo se redefine constantemente, y con la muerte de Keaton se redefine una vez más.

Hace unos días, el mundo era un lugar donde existía Diane Keaton. Ahora es un mundo en el que no. Por lo tanto, es un mundo más gris. Aun así, quedan sus películas. Y su gran risa todavía resuena en mi cabeza.

Drew Struzan (1947-2025)


Puede que no reconozca su nombre, pero Drew Struzan fue el talentoso artista detrás de innumerables carteles icónicos de películas, desde la trilogía original de Star Wars y Regreso al Futuro o Blade Runner.

El icónico artista de carteles de cine Drew Struzan, quien dibujó y pintó la infancia de los amantes del cine, ha fallecido a los 78 años. Su familia ha revelado que ha muerto a causa del Alzhéimer que padecía.

"Drew era una fuerza de la naturaleza. Como un torbellino, no podía ser detenido, domado ni manipulado. Su poder nunca menguaba. Esta enfermedad le quitó el aliento. Ya no podía hablar su idioma en voz alta. Respetamos esa tenacidad, su capacidad de mantener encendida la llama interior que seguía ardiendo".

"Todos los días nutría su interés revisando las pinturas de aquellos a quienes siempre admiró. Van Gogh. Gauguin. Cézanne. Los impresionistas que lucharon diligentemente contra el status quo. Fue un honor para nosotros nutrir ese brillo. Por favor, tómate un momento para reflexionar sobre lo que te aportó. La vida debe estar llena de amor y belleza".

Entre las innumerables imágenes icónicas dibujadas y pintadas a mano que Struzan creó se encuentran los pósters originales de Star Wars, así como la trilogía de Regreso al Futuro, Blade Runner y los carteles de Indiana Jones.

Otras películas de renombre que utilizaron su arte incluyen Los Goonies, The Thing, Cadena PerpetuaE.T., Un Príncipe en Nueva York y Hellboy.

Tras completar el cartel de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, Struzan anunció su retiro en septiembre de 2008.

Salió de su retiro en 2012, cuando colaboró con Mondo para una portada de La Torre Oscura de Stephen King. En 2015, diseñó el cartel para el documental Batkid Begins: The Wish Heard Around The World y Star Wars: El Despertar de la Fuerza.

Su último cartel fue en enero de 2019, cuando diseñó tres carteles separados para la trilogía Cómo Entrenar a tu Dragón.

domingo, octubre 12, 2025

Diane Keaton (1946-2025)

La actriz estadounidense Diane Keaton, ganadora del Óscar en 1978 por su papel en Annie Hall, falleció en California a los 79 años, anunció un portavoz de la familia.

Keaton debutó en Hollywood con Amantes y otros extraños, en 1970. 

Su extensa filmografía incluye un papel en El Padrino, donde interpretó a la esposa de Al Pacino, y numerosos éxitos de Woody Allen, con quien mantuvo una gran amistad tras haber sido durante mucho tiempo su compañera, musa y actriz favorita. 

Su papel protagónico en la comedia romántica del director neoyorquino Annie Hall le valió el Premio de la Academia a la Mejor Actriz en 1978. 

Ganadora de dos Globos de Oro por Annie Hall (1978) y Something Gotta Give (2004), recibió otras 7 nominaciones por filmes como: Looking for Mister Goodbar, Reds (1982), Baby Boom (1988) y Manhattan Murder Mistery (1994). 

La actriz continuó actuando hasta mucho más allá de sus 70 años.

Destacó su participación en El club del libro, en 2018, donde interpretó a una jubilada, así como en Mejor que nunca, en 2019. 

En una entrevista con la prensa tras el estreno de Mejor que nunca, Keaton declaró que no pensaba en la vejez ni en la jubilación. 

«Y si nadie me vuelve a llamar para filmar, tengo un montón de aficiones que me apasionan y que ocupan mi tiempo», declaró. 

Siendo soltera y madre de dos hijos adoptados, también afirmó no arrepentirse de nada, incluida su vida personal. 

«Creo que soy una de las pocas mujeres solteras de mi edad que ha hecho películas sin casarse. ¿Quizás soy una anomalía?», bromeó la actriz, quien ha mantenido romances de larga duración con estrellas como Warren Beatty y Al Pacino. 

La actriz nació en 1946 con el nombre de Diane Hall, en Los Ángeles, un 5 de enero.

Le sobreviven sus dos hijos, Dexter y Duke.

En su último papel cinematográfico, en 2024, Diane Keaton coprotagonizó Campamentos de verano, con Kathy Bates y Alfre Woodard. 

 

viernes, octubre 10, 2025

Academia de Cine Europeo: Liv Ullmann, Premio a la Trayectoria.

Con motivo de la 38.ª edición de los Premios de Cine Europeo, el 17 de enero de 2026, y en reconocimiento a su singular contribución al mundo del cine, la Academia de Cine Europeo se complace en entregar a Liv Ullmann el premio EUROPEAN LIFETIME ACHIEVEVEMENT por su destacada trayectoria como actriz, directora y guionista.

Nacida en Tokio, Liv Ullmann creció en Canadá antes de mudarse a Noruega con su madre y su hermana. Tras su formación actoral, se unió finalmente al conjunto del Teatro Nacional Noruego en Oslo y ya era una actriz reconocida cuando conoció a Ingmar Bergman a mediados de los años 60. Trabajar con el director sueco, y junto a figuras como Bibi Andersson, Erland Josephson y Max von Sydow, le brindó a Liv Ullmann fama y reconocimiento internacional.

Ella es la actriz muda Elisabet Vogler en Persona (1966), la ex violinista Eva Rosenberg en Shame (1968) que le valió un premio Guldbagge sueco, y Maria, que visita a su hermana moribunda en Gritos y susurros (1972 que ganó un premio especial italiano David di Donatello.

En Escenas de un matrimonio (1974) interpreta a la esposa, Marianne, por la que fue nominada a un BAFTA y ganó un David di Donatello a la mejor actriz extranjera. Por su papel como la psiquiatra Jenny Isaksson en Face to Face (1976) fue nominada a un Oscar y un BAFTA.

En Sonata de otoño (1978), interpreta a una esposa, madre y cuidadora dedicada que, tras siete años de separación, invita a su madre, una pianista de fama mundial, a visitarla. Su actuación le valió otro David di Donatello italiano a la Mejor Actriz Extranjera. 

Ullmann también trabajó con Jan Troell en La tierra nueva (1972) y Los Emigrantes (1971), por las que fue nominada al Óscar, y con Mauro Bolognini en Despedida de Moscú (1987), por la que recibió otro David di Donatello.

La primera película de Liv Ullmann como directora fue Sofie (1992), sobre la vida de una mujer judía en Copenhague entre 1886 y 1907, con Karen-Lise Mynster, Erland Josephson y Ghita Nørby. A esta le siguieron una adaptación de la gran epopeya histórica de la premio Nobel Sigrid Undset, Kristin Lavrandatter (1995), ambientada en la Noruega del siglo XIV, y Confesiones privadas (1996). Esta última, escrita por Ingmar Bergman, retrataba un matrimonio fallido y protagonizada por Pernilla August y Max von Sydow.

“Frankenstein” recibirá el Premio Gotham Vanguard.

Frankenstein, la nueva película de Guillermo del Toro, recibirá el Premio Vanguardia en la 35ª ceremonia anual de premios Gotham Film Awards el 1 de diciembre en Cipriani Wall Street en la ciudad de Nueva York.

El Vanguard Tribute se creó para reconocer películas pioneras que traspasan los límites del cine a través de decisiones artísticas valientes. El evento honrará al cineasta junto con las estrellas de Frankenstein, Oscar Isaac y Jacob Elordi, por reimaginar la novela clásica de Mary Shelley.

Isaac interpreta al científico torturado Victor Frankenstein, quien se embarca en una búsqueda impulsada por su ego para traer nueva vida a este mundo, lo que resulta en la creación de Frankenstein, interpretado por Elordi.

«Frankenstein de Mary Shelley ha cautivado al público durante más de 200 años, y la adaptación épica de Guillermo del Toro nos recuerda por qué esta historia continúa perdurando», dijo en un comunicado Jeffrey Sharp, director ejecutivo del Gotham Film & Media Institute.

Sharp continuó: «Guillermo, Oscar y Jacob han creado algo realmente impresionante: una película que honra el legado literario y al mismo tiempo explora audazmente preguntas profundas sobre lo que significa ser humano. Su colaboración encarna la combinación de creatividad, talento y visión que el Gotham aspira a celebrar».

Mia Goth también protagoniza la película como Elizabeth, una devota hija, hermana y eventualmente esposa de Victor. Christoph Waltz se une al reparto, interpretando a Henrich Harlander, un rico fabricante de armas que financia los experimentos de Victor.

Del Toro tiene una larga trayectoria con The Gotham, habiendo sido homenajeado en 2006 con el director Alfonso Alfonso Currón y Alejandro González Iñárritu.

Isaac ha sido nominado tres veces por Gotham a Mejor Actuación. Elordi está siendo reconocido por Gotham por primera vez.

jueves, octubre 09, 2025

El escritor húngaro Laszló Krasznahorkai, Premio Nobel de Literatura 2025

Monólogos enfebrecidos, brotes de esquizofrenia dulces y humorísticos, suicidas kafkianos, reverendos bebedores, pandillas de adolescentes que son como manadas de lobos, demonios como de Bulgakov, paisajes distópicos como de Jodorowski y Moebius... De ese material están hechas las historias de László Krasznahorkai, el escritor húngaro que ha recibido el premio Nobel de Literatura 2025 que concede la Academia Sueca.

La candidatura al Nobel de László Krasznahorkai la presentó el escritor noruego Jon Fosse, ganador del premio en 2023. En conversación con la prensa, Fosse se ha declarado "muy contento de que Krasznahorkai haya recibido el Nobel". "En realidad, solo he leído una de sus novelas, Y Seiobo descendió a la Tierra, pero esa novela me causó una gran impresión y es una de las mejores novelas que he leído en muchos años. Sin duda leeré más novelas suyas, ya lo tenía planeado, y ahora tengo aún más ganas de hacerlo. Es una elección realmente acertada de la Academia Sueca", ha dicho Fosse.

Por su parte, el fallo del jurado del Nobel de Literatura se ha referido a la "obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte", según declaró Mats Malm, secretario permanente de la Academia Sueca.

Algunos datos sobre László Krasznahorkai. Nació en 1956, en el año de la invasión soviética sobre Hungría. Su primera novela, Tango satánico (1985) sólo apareció en el crepúsculo de ese edad de plomo, pero su formación estuvo marcada por ella. Aquel debut era una política-ficción que jugaba con la idea de un estado socialista que se derumbaba y se convertía en una distopía delirante llena de borrachos llenos de ironía y de antiguos informantes paranoicos a los que visita el diablo, nada menos. Tango satánico apenas tiene 300 páginas en su edición española, pero se convirtió en una película en blanco y negro de siete horas dirigida por Béla Tarr que ha queddo para la historia como uno de los sietemiles del cine europeo.

László Krasznahorkai contó en 2018, que Tarr ya le presionaba para filmar su novela cuando aún no la había terminado y que él lo rehuía. «Al final, me convenció. O le convencí yo a él, más bien. Siempre acabábamos haciendo la película que yo quería, pero con las ideas que él no sabía que tenía», dijo entonces el nuevo Nobel. "Recibimos mucha presión del gobierno comunista para no llevar adelante un proyecto tan crítico. Para que Béla no se matase, seguí escribiendo novelas y prometiéndole que le ayudaría a llevarlas al cine»..

En 1987, en vísperas de la caída de Berlín, László Krasznahorkai, se fue becado a Alemania y empezó una larga vida de escritor desterrado. La siguiente novela del Nobel de Literatura 2025, Melancolía de la resistencia (1989), amplió el territorio del escritor húngaro. Si Tango satánico era un texto básicamente expresionista, Melancolía de la resistencia tenía más que ver con el surrealismo, con la cultura popular y las verbenas, con el humor dadaísta, con el realismo mágico y con la fascinación por la música barroca. El punto de partida era el mismo, un mundo de plomo y deshumanizado en el que el más fuerte impone su ley. Los ciudadanos de Krasznahorkai son como ratoncitos que pelean por escalar en la rueda del estatus del Partido, hasta que un circo llega a su pueblo y abre las grietas que desvelan lo absurdo de su vida.

De nuevo, Béla Tarr filmó a Krasznahorkai e hizo una película de culto. Las armonías Werckmeister, cuyo título alude a Andreas Werckmeister, un compositor y teórico del siglo XVII que aparece en el quicio de la novela como una obsesión sacada de la historia del arte.

El hilo de Werckmeister lleva hasta Guerra y guerra, porque en su corazón también aparece un tesoro del pasado. György Korin un sacerdote bebedor y suicida, trabaja en soledad en un archivo en el que descubre un manuscrito que relata la campaña de guerra de cuatro hermanos. Con ese hallazgo, Korin entra en un tren fantasmagórico que lo deja abandonado en medio de una estepa vacía. Y allí lo asalta una banda de adolescentes atracadores que se convertirán en su coro griego.

Las novelas de Krasznahorkai son así, complejos engranajes como de relojería construidos con historias que se insertan en otras historias, que remioten a la gran literatura del siglo XX y a la tradición del carnaval y la cultura popular. Sus escenarios son solitarios, casi lunares, y sus personajes están al borde de la locura, pero también son chistosos y dulces. Hablan del absurdo cósmico pero también son zafios y graciosos.

"En realidad, yo no quería ser escritor; no quería ser nada", dijo Krasznahorkai en una entrevista que apareció publicada en 2024. "Siendo todavía muy joven rompí la relación con el mundo burgués del que provengo y descendí hacia las personas que vivían en lo más bajo de la sociedad e hice lo que hacían ellos: hice trabajos físicos. Todo eso sólo duró unos años, pero marcó profundamente mi vida futura. Después comencé a escribir un libro y luego, como no lo consideré perfecto, escribí otro y así sucesivamente. Y al final aquí estoy ". Ese año, el escritor húngaro había recibido el el Premio Formentor en las manos. "No puedo entregarlo a quienes corresponde: al príncipe Mishkin, a Josef K., a Don Quijote".

Krasznahorkai, tantas veces descrito como posmoderno, se explica a través de tres personajes clásicos en la literatura europea. Sus textos, en el fondo, son austeros, casi minimalistas para lo complejas que son sus historias.

El escritor húngaro sucede en el premio a la surcoreana Han Kang, que el año pasado fue la inesperada receptora del reconocimiento de literatura más importante del año. Los anteriores ganadores fueron Jon Fosse (2023), Annie Ernaux (2022) y Abdulrazak Gurnah (2021).

Premio TIFF 2025 para “Hamnet”

Una larga tradición en TIFF, los Premios People's Choice celebran su 48.º aniversario.

El Premio People's Choice es un referente de los Oscar con una rica historia; entre los ganadores anteriores se incluyen Carros de fuego12 años de esclavitud y Slumdog Millionaire y, más recientemente, La vida de Chuck de Mike Flanagan . Todas las películas y series de la Selección Oficial de TIFF son elegibles.

Los cuatro premios votados por el público son el Premio People's Choice, el Premio People's Choice al Documental, el Premio People's Choice a la Locura de Medianoche y, como novedad de este año, el Premio People's Choice Internacional.

Este año el Premio del Público recayó sobre Hamnet, de la directora ganadora del Premio de la Academia, Chloé Zhao, dirige este exuberante y tierno drama sobre William Shakespeare (Paul Mescal) y su familia, vistos a través de los ojos de su reflexiva esposa Agnes (una luminosa Jessie Buckley).

En la época de William Shakespeare, los nombres Hamlet y Hamnet eran intercambiables. La nueva película de Chloé Zhao, directora de Nomadland, ganadora del Premio del Público del TIFF '20 y también ganadora del Oscar, utiliza ese contexto como base para una tierna exploración de la vida doméstica de Shakespeare, conectando una tragedia familiar con una de sus obras más famosas. Tal vez podamos comprender mejor Hamlet, sugiere Zhao, si consideramos que se desarrolló mientras el escritor más famoso de occidente lloraba la muerte de su hijo de 11 años, Hamnet.

Basada en la novela de Maggie O'Farrell, el personaje principal de Hamnet no es el poeta, interpretado aquí por un impresionante Paul Mescal, ni siquiera el niño que da nombre a la película. Hamnet pertenece a Agnes, la atenta esposa de Shakespeare, interpretada por la cautivadora Jessie Buckley, quien inunda la película con su calidez.

Muchos relatos históricos introducen la muerte de Hamnet con estadísticas sobre la prevalencia de la mortalidad infantil en el siglo XVI, como si apenas hubiera tenido repercusión. Hamnet rechaza esa premisa, presentando a Shakespeare no como un genio distante e intocable, sino como un hombre real cuya destreza literaria se vio irrevocablemente influenciada por su vida doméstica.

El duelo es un tema recurrente aquí, pero Hamnet no es solo una película sobre la muerte. Las primeras escenas del noviazgo entre Agnes y William son naturalistas, plasmadas mediante una exuberante fotografía a cargo de Łukasz Żal, ganador del Premio TIFF Variety Artisan en 2023 (Guerra Fría, TIFF '18; La zona de interés, TIFF '23). Como cualquier historia familiar, esta contiene alegría y tristeza.

Hamnet está llamada a convertirse en uno de los títulos de la Temporada de Premios.

sábado, septiembre 27, 2025

Claudia Cardinale (1938-2025)

La actriz Claudia Cardinale, icono del cine italiano, falleció este martes a los 87 años en la región de Île-de-France, que comprende París, informaron medios franceses.

Cardinale, que nació en el territorio del actual Túnez en 1938 en el seno de una familia siciliana y tenía, además de la italiana, la nacionalidad francesa, murió en la localidad de Nemours, perteneciente al departamento de Sena y Marne, en el distrito de Fontainebleau.

En esa localidad al sur de París residía y su deceso fue confirmado por su agente, Laurent Savry, según citaron medios como el diario Le Monde o la cadena pública Franceinfo.

Con su voz ronca y profunda y su exuberante belleza, Claudia Cardinale fue una estrella del cine de los años 60 y fue musa de directores como Luchino Visconti, Federico Fellini o Sergio Leone.

Apareció en títulos emblemáticos como ‘8½’ (‘Fellini, ocho y medio’), ‘Il Gattopardo’ (‘El gatopardo’), ‘Rocco e i suoi fratelli’ (‘Rocco y sus hermanos’) o ‘C’era una volta il West’ (‘Hasta que llegó su hora’ en España y ‘Érase una vez en el Oeste’ en Latinoamérica).

También apareció en producciones de Hollywood como ‘The Pink Panther’ (‘La pantera rosa’), de 1963.

Las primeras reacciones a su fallecimiento no se hicieron esperar, como la de David Lisnard, alcalde de la localidad francesa de Cannes, famosa por acoger cada año el prestigioso festival que entrega la Palma de Oro.

«Su talento solo era comparable a su ardiente belleza. Su carrera fue en sí misma una obra maestra. Claudia Cardinale deja una huella indeleble en la historia del cine y, por lo tanto, intrínsecamente, en la de Cannes», indicó Lisnard en su cuenta de X, en un mensaje en el que recordó también que la actriz protagonizó el cartel de la edición 70 del festival.


martes, septiembre 16, 2025

Robert Redford (1936-2025).

Robert Redford, el gran galán clásico de Hollywood, defensor del medioambiente y pionero del cine independiente, murió en su casa, dejando un vacío profundo en la cultura y el cine estadounidense.

Redford murió en la localidad de Provo, en Utah, a unos 70 kilómetros de Park City, lugar donde revolucionó el cine independiente al fundar el Festival de Sundance, una plataforma rebelde y alternativa al sistema tradicional de Hollywood.

«Robert Redford falleció el 16 de septiembre de 2025 en su casa de Sundance, en las montañas de Utah, el lugar que amaba, rodeado de sus seres queridos», dijo la directora ejecutiva de la firma de relaciones públicas Rogers & Cowan PMK, Cindi Berger, en el comunicado que anunciaba su muerte.

El nombre del festival hacía referencia a Sundance Kid, el forajido al que dio vida en ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ (1969) y que protagonizó junto a Paul Newman, con la intención reflejar la conexión con la cultura del oeste americano y un espíritu rebelde y libre, similar al de su personaje.

El intérprete y director vivió 89 años, dedicando más de cinco décadas a la industria del cine y la actuación. Se retiró en 2018 pero hizo su última aparición en 2019 en la película de ‘Avengers: Endgame’.

Su trayectoria dejó una huella imborrable en la industria gracias a filmes como ‘The Sting’ (1973), la única que le valió una nominación al Óscar como actor, ‘Jeremiah Johnson’ (1972), ‘The Great Gatsby’ (1974) o ‘Three Days of the Condor’.

Aunque nunca recibió un Óscar como actor, sí obtuvo la preciada estatuilla en la categoría de dirección por ‘Ordinary People’ (1980) y otro honorífico.

Fue protagonista del drama romántico ‘The Way We Were’, dirigido por Sydney Pollock. Su compañera de reparto, Barbra Streisand, quedó cautivada por la «complejidad» y el misterio que proyectaba como actor y en sus memorias lo describió como una «rara combinación» de un «vaquero intelectual» y una «estrella carismática que, además, es uno de los mejores actores de su generación».

Con Meryl Streep protagonizó ‘Out of Africa’ (1985) y tras darse a conocer la noticia del deceso este martes escribió en un comunicado: «Uno de los leones ha partido. Descansa en paz, mi querido amigo».

La actriz había reconocido en el pasado que, durante el rodaje de esa película, Redford se convirtió en su amor platónico. Además, destacaba que las cualidades que más admiraba en él eran su receptividad y su notable capacidad para escuchar, algo que consideraba poco común en los hombres.

El director Ron Howard, director de ‘A Beautiful Mind’ y quien estrenó en Sundance su documental ‘Rebuilding Paradise’ en 2020, lo llamó este martes «un verdadero revolucionario del cine independiente».

Asimismo, el actor Ethan Hawke, quien estuvo en el festival con filmes como ‘Before Sunrise’ y ‘Boyhood’, compartió una fotografía junto a Redford para despedirse de quien considera el «máximo defensor del cine independiente, incansable promotor de las historias auténticas y apasionado ambientalista».

El Festival de Sundance por su parte emitió un comunicado lamentando la muerte de su fundador y «amigo»: «Más allá de sus enormes contribuciones a la cultura en general, extrañaremos su generosidad, claridad de propósito, curiosidad, espíritu rebelde y su amor por el proceso creativo».

El encuentro cinematográfico, que se celebrará por última vez en Park City del 22 de enero al 1 de febrero de 2026 antes de trasladarse a su nueva sede en Boulder, Colorado, ya tenía previsto rendir homenaje a Redford en su próximo programa.

«Reconoceremos el inmenso impacto de Robert Redford y su inquebrantable compromiso con el fomento y desarrollo de narradores independientes y sus historias», anunció en julio la organización.