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lunes, diciembre 19, 2022

Mis 10 mejores del Cine.

Una lista es la admisión de tu limitado conocimiento en el área a la que se refiere. Y, como si fuera poco, hay que aceptar como principio fundamental el axioma “no son todas las que están, ni están todas las que son”.

Una lista con mis mejores películas en la historia del Cine (el que se escribe con mayúsculas) es el ejercicio de la memoria del corazón, el inventario de aquellos filmes que lograron sembrar asombro en mí, que me hicieron rendirme ante la maravilla del Séptimo Arte. Y, como sospechas, siempre estará incompleta.

Como hace unos días, Sight & Sound ha dado a conocer la lista que se tiene como referencia obligatoria, aporto con mis 10 mejores del Cine, haciendo la salvedad de que, gracias a la solidaria complicidad de Teddy Ureña, tengo en mis archivos Jeanne Dielman (1975, Chantal Akerman), un excelente filme que merece ser conocido y apreciado por todos, pero no forma parte de mis 10 mejores.

Dicho esto, dicto sentencia:

 

1. El Padrino (1972, Francis Coppola). Esta es una propuesta dramática que nadie puede rechazar. Y no debe hacerlo por las razones correctas: es una metáfora sobre el desarrollo del capitalismo contada como épica familiar que contiene todos los temas: y el amor y el destino, como referencias para absolutamente todo. Como otras de la lista, es el producto de la rebeldía del cineasta contra la sociedad.

 

2. Ladrón de bicicletas (1948, Vittorio De Sica). Esta joya del Neorrealismo nos deslumbra con su perfección a la hora de mostrar personajes de carne y hueso que pueden ser nuestros vecinos, en el contexto de la Italia que se levanta de la pobreza de la guerra. Sí, la vida tal cual es el mejor drama.

  

3. La quimera del oro (1925, Charles Chaplin). Chaplin contribuyó como pocos a la conformación de la gramática cinematográfica, pero no todos están listos para esta conversación. El público de todas partes rio a carcajadas con las genialidades de Chaplin, quien logró la proeza de hacernos reír y llorar con la misma escena.

 

4. Ciudadano Kane (1942, Orson Welles). Cuando Welles, delirando en su megalomanía, se propuso, contra todos los consejos, hacer esta película, basada en la vida de William R. Hearst, nunca imaginó que sería una batalla que sellaría su propia vida. El resultado es una joya que sirve para marcar la mayoría de edad para el Séptimo Arte: ya nada había que temer a los medios de comunicación masivos. 

 

5. Solaris (1972, Andrei Tarkovski). Mientras más veo a Tarkovski, menos lo entiendo. Pero siembra inquietudes en nuestros corazones y eso es también el propósito del Cine. Para las respuestas usted puede consultar Google (o su biblia favorita), pero está aquello que va más allá de las mentiras generalmente aceptadas que es el regocijo de la Poesía, área en la que este ruso es un Maestro.

 

6. Los siete samuráis (1954, Akira Kurosawa). Hay una frase de Coppola: “La mayoría de los cineastas tienen una Obra Maestra, o quizá dos, por lo que son conocidos. Kurosawa tiene, por lo menos ocho o nueve”. Ahí lo dejo.

 

7. Psicosis (1960, Alfred Hitchcock). Hitchcock es el director más influyente desde la segunda mitad del siglo XX. Prefiero Psicosis a Vértigo por una razón muy simple: la escena de la ducha (entre otras) está sembrada en el imaginario colectivo del planeta. Este Maestro inglés escribía verdaderas sinfonías para hacer gritar de terror a las audiencias, con un conocimiento absolutamente impresionante de los elementos del lenguaje cinematográfico.

 

8. 8 ½ (1963, Federico Fellini). Reflexionar sobre el propio cine y su proceso creativo como lo hizo este Maestro italiano en este filme, además de inventariar todos los miedos, todos los fantasmas, todos los traumas del set de filmación, le dan un peso específico en la historia del Cine.

 

9. Sin aliento (1960, Jean-Luc Godard). Ningún otro director ha conseguido dividir la historia del Cine en un antes y un después con su ópera prima, rodada sin guion. Punto.

 

10. 2001: Odisea del espacio (1968, Stanley Kubrick). Kubrick siempre jugó una partida de ajedrez con nuestras percepciones y sueños, y siempre ganó. Crear esta maravilla antes de que el hombre pisara la luna y que permanezca como la mejor película de ciencia-ficción hasta nuestros días es la mejor muestra de su genialidad.

 

Postdata: Annie Hall (1977, Woody Allen). En esta joya, Allen rompe la cuarta pared, mezcla dibujos animados y acción real, sicoanálisis, existencialismo, amor y humor, crea universos con un guion perfecto. ¿Por qué estoy solo en esta cruzada?

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