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viernes, diciembre 31, 2021

Lo mejor de 2021.

Desde hace unos años, con la cinéfila complicidad de algunos amigos, la selección de los mejores estrenos la hemos concentrado en tres categorías muy específicas: Mejor película dominicana, mejor película extranjera y película que recomendarías a un amigo.

Una de las reglas invariables es que los filmes se hayan proyectado en algún momento en salas de cine. El hecho fílmico está concebido para vivirlo en la soledad de la sala de cine, rodeado de extraños a los que nos une la convocatoria a soñar juntos. Me excusan las plataformas streaming y sus magníficas propuestas. Mi selección, mi decisión.

Mejor película dominicana: Candela, debut en el largometraje de Andrés Farías. Ni siquiera tengo que nadar en el mar de los adjetivos para buscar el que mejor describe esta joya: excelente. Y me quedo corto. La formidable puesta en escena para recrear la magia, el caos, el surrealismo increíble del Caribe es un logro de todos los involucrados en este filme, uno de los mejores que se han hecho en Quisqueya. Punto.

Mejor película extranjera: Cold War, del polaco Pawel Pawlikowski. El premio al Mejor Director en Cannes fue apenas el inicio de una abundante cosecha de premios para este filme que confirma a su director en la élite de los mejores del mundo. La esencia de sus filmes, junto a sus decisiones estéticas nos hacen recordar a varios de los grandes maestros del Cine. Eso no se puede decir de cualquiera.

Película para recomendar a un amigo: Nomadland, de Chloé Zhao. Cuando este filme ganó el León de Oro en Venencia se posicionó como el filme con mayores posibilidades para el Oscar. Y lo ganó. Pero no hay que dejarse confundir por sus detractores, hasta a la Academia de Hollywood hay que perdonarle sus errores, su natural insensibilidad, su bíblica misoginia. Solo el paso de los años ayudará a que se comprendan las maravillas del filme.

Ahora bien, si lo que quieres es disfrutar del mejor musical del 2021 la opción es In The Heights, de Jon M. Chu. Y un consejo para el señor Spielberg: los clásicos no se tocan.

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