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jueves, febrero 09, 2023

“Bantú Mama”: el barrio y la mirada de Iván Herrera.

Siempre que hablo de cine dominicano, hablo de la necesidad de establecer algunos códigos que sirvan para definir una estética de nuestro cine. La necesidad de acercar lo que vemos en pantalla a lo que realmente somos. En ese sentido, el cine dominicano requiere establecer al barrio como ese espacio vital en que nacen, crecen, se reproducen y mueren la mayoría de nuestras historias.

Bantú Mama, de Iván Herrera, nos acerca a ese propósito de redescubrir las posibilidades dramáticas de un barrio como Capotillo, definido por los medios como el más peligroso de Dominicana.

Lo primero es establecer que en un barrio confluyen muchas cosas, algunas negativas (marginalidad, pobreza, violencia), algunas positivas (solidaridad, autenticidad, resiliencia) y que un realizador toma y deja motivos, acorde avanza en la elaboración de su propuesta dramática.

Bantú Mama está escrita a cuatro manos entre Iván Herrera y Clarisse Albrecht (quien también protagoniza el filme) y, de alguna manera, han coincidido en darle un toque menos violento pero que no afecta la verosimilitud de su mirada a Capotillo. De hecho, todo lo que ocurre en el filme lo han visto y/o escuchado de amigos y relacionados. Y todos sabemos que nada es imposible en la burbuja social que son nuestros barrios. 

Herrera y Albrecht han optado por explorar las posibilidades de conexión humana entre una mujer francesa que huye de sus perseguidores y unos niños, huérfanos de madre y con su padre en la cárcel, en medio de un ambiente que se asimila como desértico para la ternura.

Vinculado a ese acercamiento maternal, está presente lo étnico: los ancestros de Albrecht son de Camerún y, como sabemos, África late en cada ser viviente dominicano. De hecho, cuando se consulta la sinopsis oficial del filme, se define como “Un cuento contemporáneo sobre un tipo diferente de reencuentro entre África y el Caribe”.

África se percibe entonces no sólo como el continente de nuestros orígenes, sino también como la posibilidad cierta de la esperanza del retorno, para salvar a uno de entre miles. En términos prácticos, eso es apostar a la esperanza sin mesianismos innecesarios.

Herrera se define como un “fotógrafo de lo urbano” e incorpora poderosas imágenes que sirven de perfecta plataforma al mensaje que han concebido, sentados bajo una mata de mangos, como forma de aportar elementos de definición de nuestra identidad. Hablo de la identidad dominicana, tan manipulada, tan echada a menos por los canallas de siempre.

La excelente recepción que Bantú Mama ha tenido en diversos festivales es la mejor señal de que hay que seguir transitando ese camino. El filme debutó en el prestigioso SXSW y fue la postulada por Dominicana al Oscar de Hollywood. En el Festival Latino de Yale ganó como Mejor Película; Herrera ganó como Mejor Director en Fine Arts HechoEnRD 2022, mientras en Durban consiguió los premios a Mejor Película Internacional, Mejor Actriz (Clarisse Albrecht) y Mejor Fotografía (Sebastián Cabrera Chelín). Eso, por solo mencionar algunos de los premios obtenidos.

Bantú Mama (2021). Dirección: Iván Herrera; Guion: Clarisse Albrecht e Iván Herrera; Fotografía: Sebastián Cabrera Chelín; Edición: Pablo Chea e Israel Cárdenas; Música: LS, Boddhi Salva; Elenco: Clarisse Albrecht, Scarlet Reyes, Euris Javier, Arturo Pérez.

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