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viernes, febrero 10, 2023

“Alcarrás”: familia y la mirada de Carla Simón.

La española Carla Simón debutó en 2017 con Verano 1993, filme con el que ganó el Premio Goya a la mejor dirección novel y el Premio Platino a la mejor ópera prima. Además, 3 Premios Feroz y 3 Premios Gaudí en las mismas categorías (mejor película, mejor directora y mejor guion). Este largometraje fue rodado en catalán y postulado por España al Oscar de Hollywood.

Con Alcarrás (2022), Simón consiguió el Oso de Oro en Berlín, convirtiéndose en la primera película rodada en catalán en recibir ese premio. El filme repite la particular mirada de Simón hacia las familias, en este caso los Solé, agricultores que cultivan melocotoneros desde hace varias generaciones en la localidad del mismo nombre en Lérida (Cataluña).

El conflicto se produce cuando los herederos del dueño de las tierras deciden vender a una compañía productora de electricidad solar y no hay acuerdos escritos: todo viene del tiempo en que los hombres daban su palabra y la cumplían.

Pero Alcarrás abarca otros temas, desde las tribulaciones propias de los adolescentes de la familia (incluyendo bullying y cultivo de marihuana), hasta el conflicto social de lograr mejores precios para sus melocotones por parte de los campesinos. En ambos casos, Simón implementa una mirada que prescinde de los adornos y pone el acento sobre el aspecto humano de cada situación.

Cualquier adolescente siente el peso de la brecha generacional frente a sus padres y tratar de definir una nueva forma de ver el mundo y encontrar su espacio propio. Las fórmulas del pasado ya no sirven y hay que crear nuevas formas. Hoy las incomprensiones vienen dadas por las nuevas metas de socialización que imponen los grupos y los nuevos códigos conductuales que demandan estos tiempos.

La lucha social promueve el nacimiento y desarrollo de nuevos liderazgos, el de uniones estratégicas frente al enemigo común: las corporaciones que son las grandes beneficiarias del sudor de las cosechas. Hombres y mujeres, hermanados en la protesta, redescubren el sentido de su existencia, el motivo de llegar al aquí y ahora, a través de la Historia. Quimet quiere que su hijo rompa este círculo de explotación y sabe que la única salida es seguir adelante con sus estudios y entender que en el campo no hay mucho futuro.

Hay que destacar el uso de actores no profesionales, lo que le da al filme un notable tono de autenticidad, cercano al Neorrealismo, y una espléndida fotografía que retrata de manera perfecta las condiciones en que viven estas comunidades. atacadas por todos lados por la mal llamada modernidad, esa que sepulta cualquier estilo de vida vinculado a los recursos de la naturaleza. En efecto, sustituir árboles frutales (con todo lo que aportan) por paneles solares (que producen energía limpia) es un despropósito que nos aleja aún más de los objetivos de no herir más el planeta, esa casa que albergamos todos.

Hace unos días, Carla Simón consiguió el Premio Feroz a la mejor dirección por Alcarrás y el filme cuenta con 11 nominaciones a los Premios Goya, en un año particularmente excelente para el cine español, a juzgar por títulos como: As Bestas, Modelo 77, Cinco lobitos, Mantícora y Pacifiction.

Al margen de los premios que pueda lograr, Alcarrás es la confirmación del enorme talento de Carla Simón, una voz con acento propio que tiene mucho que contar.

 

Alcarrás (2022). Dirección: Carla Simón; Guion: Carla Simón y Arnau Vilaró; Fotografía: Daniela Cajías; Edición: Ana Pfaff; Música: Andrea Koch; Elenco: Jordi Pujol, Anna Otin, Albert Bosch,  

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