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martes, septiembre 05, 2017

Todas las mujeres son iguales: nuevo éxito de David Maler.

Hace poco más de un año, la película Todos los hombres son iguales, una nueva versión de la comedia española que su director Manuel Gómez Pereira rodó en Dominicana, se convirtió en la película local más taquillera del verano. Resultó tan exitosa que, de inmediato, se pensó en hacer una secuela.
Y como es natural, muchos recuerdan el mito de las segundas partes y su distanciamiento de calidad con respecto a las originales. Todas las aprensiones que se puedan tener de las segundas partes, se desvanecen desde los créditos. Todas las mujeres son iguales supera con creces cualquier expectativa que se pueda tener de una comedia.
David Maler, quien este mismo año mostró credenciales como director con Reinbou, logra despejar cualquier duda sobre el rasgo básico de toda comedia: debe ganarse la simpatía del público y lograr hacerle pasar un buen momento en el cine. Con Todas las mujeres son iguales, las carcajadas están garantizadas. 
Mucho de esto se debe, al margen de sus impecables niveles de realización, a la excelente química que logra su elenco principal: Nashla Bogaert, Cheddy García, Iris Peynado y Lía Briones (las mujeres que alude el título) y Frank Perozo, Kenny Grullón y Yasser Michelén, quienes aportan su cuota para que esta comedia de enredos funcione y resulte muy agradable para el espectador que busca divertirse en la sala de cine.
El personaje de Bogaert (Yoli) es el vínculo entre ambas películas: en el filme anterior se le ve como un objeto de conquista de parte de los errados caballeros y ahora proyecta una mujer mucho más empoderada de su destino, característica que logra una empatía temprana con los espectadores.
La comedia está segmentada en varios “sketches” de los que, por su brillante uso del humor negro, sobresale “El funeral”. Destaco este sobre otros de mucha calidad porque recurre a la esencia de lo que hace reír sin necesidad de vulgaridades, ni necedades televisivas, es decir, el humor vinculado a un tema tan serio como la muerte, pero tratado desde una perspectiva muy cinematográfica, que cosecha carcajadas.
Incluso, su chiste de créditos finales (en la mejor tradición hollywoodense) cuando “tumban” el drone que hace el plano final, merece ser valorado en su contexto: se han esforzado porque madurar las ideas, que cada cosa funcione en relación al resto de las situaciones y los personajes. Y eso se agradece con la sonrisa que muchos exhiben ya fuera de la sala, cuando se encuentran con otra multitud que espera para entrar a disfrutar uno de los grandes éxitos taquilleros del verano en Dominicana. Otra vez.


Todas las mujeres son iguales (2017). Dirección: David Maler; Guion: David Maler y José Ramón Alamá; Fotografía: Juan Carlos Gómez; Música: Sergio Jiménez; Edición: José Delio Ares; Elenco: Nashla Bogaert, Frank Perozo, Iris Peynado, Kenny Grullón.

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