Resulta que el autor de esa novela es Dennis Lehane.
Resulta que Lehane, al igual que Affleck es oriundo de Boston. Ese sólo hecho crea un estrecho vínculo que evoluciona en complicidad (como sufrir tanto por los Medias Rojas).
Con la primera novela de Lehane que se llevó al cine se logró un excelente drama: Río místico (2003, Clint Eastwood). Desapareció una noche paga con creces las expectativas creadas: es un auspicioso debut directorial de Ben Affleck.
Affleck, quien ya ganó un Oscar como guionista (1997, Good Will Hunting), construye un guión ingenioso que nos atrapa en las múltiples posibilidades del drama. Ese es uno de los primeros atractivos de esta película.
Casey Affleck es el descubrimiento del filme. Demuestra que no obtuvo el papel por el hermano del director. Y, que conste en acta, está rodeado de actores de la talla de Morgan Freeman, Ed Harris y Amy Madigan especialistas en robarse un filme si se descuida el protagonista.
Otro elemento sobresaliente en Desapareció una noche es la dirección de fotografía a cargo de John Toll, un veterano que es el segundo en ganar el Premio de la Academia en dos años consecutivos: Leyendas de pasión (94) y Corazón valiente (95).
Destaco la fotografía porque para entender la zozobra que consume nuestros personajes hay que hablar de la atmósfera que los mantiene al borde del colapso nervioso. Esa atmósfera, también, se siente amenazante sobre toda la comunidad.
El rapto de menores que es el punto del que parte nuestra trama es, sin duda, caldo de cultivo para los más profundos traumas, personales y colectivos de USA.
Frente a la posibilidad muy presente de herir ciertas susceptibilidades, el guión se decanta por mostrarnos sólo lo que necesitamos saber, para colocar un clímax que nos quita el aliento.
Sin duda, Ben Affleck ha tenido muchos más aciertos que desatinos en su dirección de Desapareció una noche. Una excelente carta de presentación.
Frente a la posibilidad muy presente de herir ciertas susceptibilidades, el guión se decanta por mostrarnos sólo lo que necesitamos saber, para colocar un clímax que nos quita el aliento.
Sin duda, Ben Affleck ha tenido muchos más aciertos que desatinos en su dirección de Desapareció una noche. Una excelente carta de presentación.
la peli es un pelmazo,horrible, ta como rio mistico (los personajes casi no hablan) comun a ambas las palabrotas. mala, mala mala.
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