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jueves, octubre 17, 2024

“Morena(s)”: el amargo camino de la migración.

Lo peor que le puede pasar a una nación es que sus hijos pierdan toda la fe en su porvenir económico, quemen las naves y se marchen a otras tierras con la firme convicción de no volver. Esos migrantes que buscan mejorar sus condiciones de vida son una herida que desangra nuestras posibilidades de ser mejores, como país o como individuos, y cada vez condiciona nuestro futuro a los dictados del azar.

Esos migrantes, en su mayoría, son carne de cañón destinados a los peores oficios del mundo, los peores remunerados, a sufrir la xenofobia habitual y a vivir permanente en un camino de amargura, entre sentidas bachatas y botellas de cerveza.

Ese es la terrible realidad que describe Morena(s), emotivo documental escrito y dirigido por Victoria Apolinario e Iván de Lara. Morela Mateo Medina, es la “Morena” del título y regentea el bar restaurant Sabor Caribeño en el barrio Constitución, en Buenos Aires (Argentina). Su drama es que necesita dinero para salvar su negocio y debe recurrir a su exnuero, quien plantea unas condiciones inaceptables.

En realidad, el principal problema de Morena es el desarraigo que le corroe el pecho y le intranquiliza el alma. Como muchas otras, Morena ha emigrado para tratar de echar pa’lante y superarse y brindarles una mejor vida a sus hijos, comenzando por la necesaria reunificación: el menor de ellos todavía vive en Dominicana.

A veces, una bachata de Anthony Santos funciona como bálsamo a sus penas. Pero ese dolor del emigrante sigue ahí, intacto, presto a intensificarse en los peores momentos. Morena se aferra a sus raíces caribeñas y baila con tristeza contenida. Ríe, pero el dolor sigue ahí. Pero una bachata y una botella de cerveza es lo que necesita su identidad en construcción para no rendirse, para no tirar la toalla ante tanto espanto.

Uno de los aspectos más sobresalientes de Morena(s) es que Apolinario y De Lara han logrado la maravilla de hacerse invisibles para sus protagonistas, quienes nos abren sus corazones de par en par, nos hacen testigos privilegiados de sus testimonios (contando hasta lo que no se debe), de sus penas y sus alegrías, de sus pequeños momentos de colores, en un entorno donde no florece la esperanza de un futuro mejor.

Morena(s) navega las aguas del documental puro y duro (con notoria influencia del Neorrealismo Italiano), ese que no manipula emociones, ni repite testimonios con mejor iluminación. Sus realizadores se entregan por entero a la aventura de rodar y hasta sortean uno que otro “despojo” de su zona de interés, la locación donde se hacen añicos los sueños.

Morena(s) es un brillante ejercicio de las posibilidades narrativas de nuestros documentales. Y hace tiempo que títulos como Ramona, Diáspora y No me conoces (por solo mencionar tres) lo han dejado bien claro: el cielo es el límite, si los enemigos de la Ley de Cine lo permiten.

 

Morena(s) (2022). Dirección y guion: Victoria Apolinario e Iván de Lara; Fotografía: Iván de Lara; Edición: Nathalia LaFuente; Elenco: Morela Mateo Medina, Leomarys Medina, Sabrina Fernández.  

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