Pedro Almodóvar ha conquistado el León de Oro en la Mostra de Venecia con su nueva película La habitación de al lado.
Suma el
premio más importante de un festival que ha sido muy generoso con él:
en 2019 le concedió un León de Oro honorífico, y
todas las películas con las que ha concursado han acabado ganando algo.
En 1986 el certamen recompensó el guion de Mujeres al borde de un ataque de nervios,
en 2021 concedió a Penélope Cruz la Coppa Volpi por su trabajo en Madres paralelas y ahora Almodóvar acaba de convertirse en el segundo
director español que gana tan prestigioso galardón, y el primero
en hacerlo con una película española. Luis Buñuel se
hizo con el primero en 1967 gracias a la producción francesa Bella
de Día.
El logro
que representa el galardón resulta aún mayor si se tiene en cuenta que, con este
filme, Almodóvar se ha impuesto una serie de riesgos creativos inusuales para
un director de 74 años: basada en la novela Cuál es tu tormento de Sigrid
Nunez, La habitación de al lado retrata los últimos días de una
corresponsal de guerra que padece un caso terminal de cáncer, y que reconectará
con una antigua amiga, escritora de éxito, mientras va recorriendo la historia
de su vida y la relación con su hija o sus viejos amantes. Tras su proyección
de gala en Venecia recibió una ovación de 17 minutos.
El Gran
Premio del Jurado ha ido a parar al cuarto largometraje de la italiana
Maura Delpero, Vermiglio,
hipnótico retrato de los habitantes de un pueblo situado en los Alpes durante
el último año de la Segunda Guerra Mundial cuya mayor virtud es la mezcla de
sutileza y rotundidad con la que apela a la emotividad del espectador.
El Premio
Especial del Jurado ha recaído en el implacable nuevo trabajo
de Dea Kulumbegashvili, Abril,
que se sirve de la historia de una ginecóloga dedicada a practicar abortos clandestinos
en la Georgia rural, contada a través de la sucesión de planos estáticos e
increíblemente largos que la cineasta ha convertido en sello propio.
El
estadounidense Brady Corbet ha obtenido un premio a
la Mejor Dirección por The
Brutalist, una película monumental que habla del precio que tiene
ir en busca de esa falacia de Sueño Americano y de lo que significa ser un
artista, la historia de Europa, la identidad judía y el antisemitismo.
Igualmente
acertadas fueron las decisiones de los jueces en las categorías
interpretativas. El trabajo de Nicole Kidman en Babygirl, la intriga cargada de
complicadas escenas de sexo gracias a la que ha ganado la Coppa
Volpi, mientras Vincent Lindon ha ganado por Jugar con fuego su Coppa Volpi al Mejor
Actor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario