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lunes, noviembre 06, 2023

“Vidas pasadas”: excelente debut de Celine Song.

Una nueva realizadora es una nueva forma de ver el mundo. Una bocanada de aire fresco que nos recarga ante tanta rutina. Una nueva realizadora es una voz con universo propio que se incorpora al coro de los que tienen algo que decir. Es el caso de Celine Song, quien ha debutado este 2023 con Vidas pasadas, un filme que le ha valido los elogios de la crítica y el aplauso del público.

Song es una cineasta coreano-canadiense que ahora reside en Estados Unidos y Vidas pasadas puede (y debe) verse como una historia con fuertes matices autobiográficos: Na Young y Hae Sung, son dos adolescentes que se sienten como almas gemelas. La familia de Na emigra a Canadá y ella se convierte en Nora, asumiendo una nueva identidad y preparándose para conquistar el mundo: quiere ganar el Nobel de Literatura. 22 años después, ya residiendo en New York y casada con otro escritor, Nora se encuentra de nuevo con Hae Sung.

Hay también mucho de conflicto de identidad en Vidas pasadas: convertirse en coreana-canadiense (y luego en residente americana) va más allá de decretos tristes y sentencias merecidas. Nuestra identidad es la herramienta imprescindible para salir adelante en cualquier parte del mundo. Por algo será que, muchos años después, Nora sigue soñando en coreano.    

En coreano hay una palabra muy especial: In-yun, que puede traducirse vagamente como “destino” y significa que no podemos controlar quien entra en nuestra vida y quien se queda. Es una idea fascinante: cada encuentro entre dos personas ocurre por algo, incluso el más pequeño.

Todos hemos experimentado, de múltiples maneras, el estremecimiento del “primer amor”, esa certeza adolescente que nos llena de mariposas el estómago y el alma de desasosiego. Que nos hace pensar en eternidades y mundos mejores. Song crea unos personajes que describen perfectamente esas sensaciones y que, a lo largo de todo el filme, usan los diálogos precisos para exponer sus medias verdades.

Nunca nos vamos del todo después de haber estado. Esa maravilla de habitar un pequeño espacio en un corazón no se pierde con los años. En algunos casos, se trata de disimular con la neblina de lo que pudo haber sido y no fue (estoy citando el bolero Amar y vivir, que se fundamenta en la creencia caribeña de que “solo se vive una vez”). En algunos casos, se abona con más amor y se cosechan todas las flores y se vive en estado de eterna primavera.

Song hace un minucioso inventario de emociones y hace uso del Mito de Penélope, muy bien explicado por Joan Manuel Serrat en su emblemática canción: cuando tu primer amor regresa, lo miras con tus “ojos llenitos de ayer/No era así su cara ni su piel/tú no eres quien yo espero”. Quien se abraza al recuerdo de su primer amor, está amando un fantasma que solo existe en su imaginación.

Es interesante que Song inicia Vidas pasadas con un plano de nuestros tres personajes compartiendo en un bar y una voz en off se pregunta (¿nos pregunta?) el vínculo que existe entre ellos. La verdad es que detrás de los rostros y los tragos hay sentimientos encontrados que no es posible advertir a simple vista. La verdad es que la vida real es mucho más complicada que lo que puede expresarse en palabras que otros se dijeron ya (estoy citando a No hemos inventado nada).

Es interesante que Song, reivindica una premisa básica del cine independiente y no hace concesiones al Happy End, esa tóxica costumbre de Hollywood, y explora matices melodramáticos con pulso de gran cineasta, convirtiendo a Vidas pasadas en uno de los mejores estrenos de 2023.

El teórico Robert McKee postuló que, como público, siempre retamos al artista narrativo con: “Quisiera tener una experiencia poética que tuviera la amplitud y profundidad de toda una vida” y creemos que eso es lo que logra Vidas pasadas. Anoten ese título para la Temporada de Premios.

 

Vidas pasadas (2023). Dirección y guion: Celine Song; Fotografía: Shabier Kirchner; Edición: Keith Fraase; Música: Christopher Bear y Daniel Rossen; Elenco: Greta Lee, Teo Yoo, John Magaro.

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