Entre el 6 y el 25 de octubre de 1973 se llevó a cabo la guerra de Yom Kipur (o guerra del Ramadán), un conflicto que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel por el control de los territorios del Sinaí y Altos del Golán. De eso se cumplen 50 años y, por los eventos diarios en la franja de Gaza, queda claro que poco hemos avanzado en la prioridad de entendernos.
Golda Meir,
quien por entonces era la Primera Ministro de Israel, fue la figura central de
aquellos eventos, conjuntamente con el presidente de Egipto Anwar Sadat y el
Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger.
El filme Golda,
dirigido por el israelí Guy Nattiv, recrea los inquietantes días de la guerra
de Yom Kippur y cómo Meir jugó todas sus cartas como jefa del ejército y como
negociadora, logrando convertir un revés de vigilancia en una victoria militar
y diplomática.
El director
del filme, Guy Nattiv, se ha ganado su espacio en el contexto internacional
desde que ganó en 2019 el Oscar por su cortometraje Skin, así como otros 30
premios, incluyendo los festivales de San Petesburgo y HollyShorts.
Golda fue estrenada en el Festival de
Berlín de este año y, de inmediato, se resaltó la extraordinaria actuación que
lograba Helen Mirren, una de las mejores actrices del cine contemporáneo. En
Berlín, Mirren recibió en Oro de Oro a la trayectoria en 2019. Hace unas
semanas, recibió el premio a la trayectoria en el festival de Jerusalén.
Muchos
recordarán que Mirren ya ganó el Oscar y el Globo de Oro por The
Queen (2006, Stephen Frears), filme con el que ganó la Copa Volpi en
Venecia. Pero hay que recordar también que ha ganado dos veces en Cannes: Cal
(1984, Pat O’Connor) y La locura del rey Jorge (1995,
Nicholas Hytner).
Como otras
recientes películas basadas en hechos reales (ojo, no necesariamente son biopics), Golda muestra una gran
actuación (que se ve apoyada en el maquillaje y vestuario) pero adolece de profundidad
en su guion y otros departamentos solo llegan a los niveles básicos de la
corrección. Pienso en filmes sobre figuras políticas como Darkest Hours (2017, Joe
Wright) y The Iron Lady (2012, Phyllida Lloyd). Curiosamente, a Meir su
estilo de liderazgo le ganó el mote de “la dama de hierro” de Israel, donde ha
sido la única mujer en alcanzar esa importante posición.
Dos
párrafos sobre “cine histórico”. Cito al especialista Robert Rosenstone: “los
historiadores debemos considerar un modo diferente de mirar las películas
históricas. Un modo basado en la idea de que el cine histórico es, en sí mismo,
una forma de hacer historia, siempre y cuando entendamos “hacer historia” como
el intento de dar sentido al pasado.”
“No debemos
esperar que acierten con los hechos, o que presenten las diferentes caras de un
problema, o que traten de manera imparcial todas las pruebas de un asunto o a
todos los personajes o grupos que aparecen en una situación histórica, o que
contextualicen histórica y detalladamente un acontecimiento. Debemos dejar de
anhelar que las películas se conviertan en el espejo de una realidad
desaparecida que nos muestren el pasado tal y como fue. Las “películas
históricas de ficción” no son, ni serán, nunca “precisas”, de la misma manera
que los libros (dicen ser), independientemente del número de asesores
históricos que se consulten para trabajar en un proyecto y la atención que se
preste a sus recomendaciones.”
Vuelvo a Golda.
El filme arranca con las audiciones de la Comisión Agranat, creada
especialmente para averiguar las fallas en las Fuerzas de Defensa, o sea, un
juicio informal del que Meir fue absuelta de toda culpa, y se concentra los
días de la guerra desde el cuartel general de la Primera Ministra, en
permanente contacto con el frente de guerra. Muestra los aspectos estratégicos
de la contienda y abandona las aristas que pueden servir para profundizar en la
riqueza dramática del personaje. Sabemos que es una fumadora empedernida y que
necesita pastillas para levantarse a la pesadilla diaria de gobernar. Sabemos
de las presiones internas de sus compatriotas y las presiones externas de los
Estados Unidos y del estrés que la mata como veneno. Pero eso es todo lo que
sabemos.
Esos vacíos
del guion los llena la actuación de Helen Mirren, absolutamente maravillosa en
el timing de sus líneas, en sus
gestos corporales, en la astucia que esconde en su mirada perdida. Un personaje
que es un regalo de los dioses para cualquier actriz que asuma su oficio con la
seriedad y parsimonia de Helen Mirren.
Golda
(2023). Dirección: Guy Nattiv; Guion: Nicholas Martin; Fotografía: Jasper Wolf;
Edición: Arik Lahav Leibovich; Música: Dascha Dauenhauer; Elenco: Helen Mirren,
Liev Schreiber, Lior Ashkenazi.
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