Si vamos a
hablar de premios, recordemos que Penélope Cruz fue galardonada en Cannes por Volver,
también dirigida por Almodóvar, que la convirtió en la primera actriz española
en ser nominada al Oscar y al Globo de Oro.
Una
fructífera relación de director y actriz, que se prolonga por 24 años y 7
películas, a saber: Carne trémula (1997), Todo sobre mi madre (1999), Volver
(2006), Los abrazos rotos (2009), Los amantes pasajeros (2013), Dolor y gloria (2019) y Madres paralelas (2021). Sí, ya es
tiempo de que alguien lo diga: Penélope Cruz es la mejor de todas las chicas Almodóvar (consulte la canción de
Sabina), un club al que todas quieren pertenecer y para el que se requiere
mucho talento. Establecido eso: crédito a la luminosa presencia de Milena Smit:
ha nacido una estrella.
Madres paralelas explora nueva vez esos conflictivos
universos femeninos que pocos han sabido exponer con la brillantez de Almodóvar
y reivindica una sororidad que no conoce fronteras de ningún tipo.
Como en
cualquier película de Almodóvar, sus heroínas enfrentan enormes desafíos (la
maternidad como centro gravitacional de todo lo bueno y de todo lo malo) que
cambiarán sus vidas y exhiben una capacidad bíblica para superarlos. Todos
saben que este cineasta bebe de los melodramas de Douglas Sirk, una influencia que
se siente en cada fotograma y en la presencia de esos rojos que desatan
pasiones inexpugnables. Pero también hay que señalar las felices colindancias
con otro grande, el japonés Kenji Mizoguchi, en lo que respecta a sus filmes,
porque no podrían ser dos personas más diferentes.
Regla
dramática para los genios: siempre, menos es más. A Almodóvar le basta con
vestir a una de ellas con una blusa que nos transporta de golpe a los
estampados de Volver y eso es una autocita. A Almodóvar le basta con un abrir
y cerrar de puerta (indudable guiño a Lubitsch) para viajar en el tiempo de
forma natural. A Almodóvar le bastan unos segundos de la canción Summertime,
de Janis Joplin, para explicarnos el pasado del personaje, su vocación
vinculada al arte y el origen de su nombre. Siempre, menos es más.
Madres paralelas, también sirve para mostrarnos al Almodóvar en pleno dominio de su
oficio de guionista: propone sus puntos de giro con precisión de reloj suizo, sus
personajes aparecen (y desaparecen, los hombres limitados a sembrar semillas y dudas)
supeditados a las necesidades del drama y siempre establece un intenso diálogo
con el espectador porque hay algún nudo dramático que espera respuesta y las
múltiples posibilidades de resolución. Toda una aventura dialéctica que nos
conduce a la verdad.
Por cierto, para los que se extrañan del elemento de denuncia social en Madres paralelas, eso no es nuevo en Almodóvar: bastaría recordar el inicio y cierre de Carne trémula. Lo que sí es novedoso es cerrar con una frase de Eduardo Galeano: “No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca.” ¿Didactismo? Un pueblo que olvida su historia…
Madres
paralelas (2021). Dirección y guion: Pedro Almodóvar; Fotografía: José Luis
Alcaine; Edición: Teresa Font; Música: Alberto Iglesias; Elenco: Penélope Cruz,
Milena Smith, Israel Elejalde.
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