The Batman,
de Matt Reeves, toma lo mejor de uno y otro. Reeves convence a los más
escépticos, quienes hasta protestas hicieron, temerosos de que le destruyeran
su preciado universo. Tiene pulso de buen realizador y traduce con brillantez
el lenguaje del cómic, evolucionado en “novela gráfica”. El filme se inspira en
los cómics: Year One de Frank
Miller, The Long Halloween de Jeph Loeb y Ego de
Darwyn Cooke y es lo que técnicamente se conoce como un “reboot”, es decir, un
reinicio, todo comienza de nuevo en la franquicia.
Ciudad
Gótica luce más oscura, hostil, sucia que nunca. El propio Batman es
abiertamente discriminado por los agentes de la policía, incapaces de entender
la extraña relación del teniente Gordon con el enmascarado. No exageramos si también
la calificamos de despiadada: sí, es otro personaje más en la historia. Es una sórdida
ciudad poblada de fantasmas sin rostros, caminando a la deriva. Gótica aporta
una atmósfera neo-noir absorbente: nocturna pero seductora, lluviosa, peligrosa
hasta para los propios delincuentes, a quienes los habita el pánico, tan solo
con ver la “batiseñal”. A crear esa atmósfera contribuye de manera notable la
música de Michael Giacchino que suma los puntos que necesitamos para una
experiencia maravillosa y envolvente.
Reeves y
Peter Craig, su coguionista, juegan a ampliar el espectro de posibilidades.
Primer acierto: un antagonista que nos llena de pánico instantáneo: Acertijo.
Labor que descansa sobre los hombros de un actor extraordinario: Paul Dano. Ya
nos ha sorprendido en filmes como: The King, Petróleo sangriento y Prisioneros.
En The
Batman ha logrado construir un personaje que le merece el
reconocimiento de sus colegas en la próxima Temporada de Premios. Basta verlo
(o sentirlo) para que el espectador comience a sudar miedo.
Segundo
acierto: ninguna Catwoman había resultado tan sensual como Zoë Kravitz, ni
ningún Batman se había mostrado tan vulnerable como Robert Pattinson. Pero la
tensión sexual entre ellos resulta tan combustible, que el espectador sueña que
se amen mientras arde toda Ciudad Gótica. El problema: Batman tiene dolores en
el cuerpo y ella tiene siete vidas. (Mis disculpas, no puede evitar este mordaz
pensamiento).
Tercer
acierto: Reeves ha logrado unas impresionantes escenas de acción en las que es
evidente su trabajo artesanal (el celebrado “crafting”), pero que honran los
principios estéticos de la novela gráfica y hasta se permite una que otra
travesura cinematográfica que no voy a revelar aquí. Bueno, presten atención a
la persecución automovilística al Pingüino.
(Para
los más fanáticos, les dejo de tarea encontrar otra travesura: la conexión del
filme con El Padrino, la Obra Maestra de Francis Coppola que cumple 50
años.)
Y, por
supuesto, The Batman brinda la oferta de Hollywood que no podemos
rechazar: hay mucha pirotecnia, muchos fuegos artificiales, mucha coreografía y
algún gadget que hace reír nuestro niño interior. Los $134 millones
recaudados en USA por el filme al momento de redactar estas líneas no dejan
duda: los espectadores se han rendido a los pies del héroe de Ciudad Gótica. De
nuevo.
The
Batman (2022). Dirección: Matt Reeves; Guion: Matt Reeves y Peter Craig:
Fotografía: Greig Fraser; Edición: William Hoy y Tyler Nelson; Música: Michael
Giacchino; Elenco: Robert Pattinson, Zoë Kravitz, Paul Dano, Colin Farrell.
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