La
Academia de Hollywood ha hecho varios intentos para ser más inclusiva, lo cual
definitivamente ha servido para ciertas películas y directores que de otra forma
habrían sido ignorados simplemente por su raza o la temática de su trabajo. Sin
embargo, hagan lo que hagan, el Oscar es un evento televisivo que debe
responder a su falta de audiencia, pues sus números han caído año tras año. Por
un lado, el público ya no siente esta emoción por ver cómo se reconoce a lo
mejor del año, pues estos tiempos nos permiten ver muchas más películas de todo
tipo que nos dejan muy claro que el Oscar solo muestra una pequeña fracción.
Por otro lado, existen muchas personas que ya no respetan este premio porque
supuestamente han cedido a presiones sociales e inclusión forzada.
Las grandes figuras de Hollywood
luchan porque el Oscar se mantenga de pie y recupere su reputación, pero como
este mundo también está muy dividido la meta es difícil de alcanzar. En un
intento por responder a la cadena televisiva que los resguarda mientras hace
homenaje a los grandes artistas e intenta recuperar a su exigente público, la
Academia decidió retirar varias categorías de su transmisión, lo que de
inmediato causó la furia de muchos.
Varios ganadores del Oscar se han
pronunciado en contra de esta decisión y cada día se unen más voces esperando
que la Academia cambie de opinión. Nombres como James Cameron, Guillermo del Toro, Kathleen Kennedy, Lili Fini Zanuck, John Williams, Howard Shore, David Newman entre muchos otros directores, productores,
diseñadores y compositores firmaron una carta dirigida a David Rubin, presidente de la Academia, donde piden que la
entrega se haga como en años anteriores.
La carta expresa que “Hacer menos cualquiera de esas categorías individuales en la búsqueda de
rating y ganancias a corto plazo hace un daño irreparable a la posición de la
Academia como árbitros imparciales, administradores responsables de los premios
más importantes de nuestra industria.”
“Buscar nuevas audiencias haciendo más entretenida la
transmisión es un objetivo loable e importante, pero esto no se puede lograr
menospreciando los mismos oficios que, en sus expresiones más destacadas, hacen
que el arte de hacer cine sea digno de celebración.
Durante casi un siglo, el Premio de la Academia ha
representado el estándar de oro para reconocer y honrar todos los oficios
esenciales en el cine.”
“Ahora, a medida que nos acercamos al año 100 de los
Oscar, nos preocupa profundamente que este estándar de oro se vea empañado al
valorar algunas disciplinas cinematográficas sobre otras, relegando a esas
otras al estatus de ciudadanos de segunda clase. Los oficios artísticos
críticos como la composición musical, la edición de películas, el diseño de
producción, el maquillaje, el peinado y el sonido siempre merecerán el mismo
respeto y reconocimiento que oficios como la actuación, la dirección y los efectos
visuales.”
La
comunicación termina pidiendo que la Academia revierta su decisión para que
todos tengan la misma experiencia en vivo.
A pesar de estos esfuerzos y de los
comentarios de parte de otros directores y productores importantes, nada ha
cambiado hasta el momento. De hecho, cada día que pasa algunos miembros de la
asociación que pertenecen a esas categorías que pretenden omitir han renunciado
a modo de protesta. La próxima entrega del Oscar será el próximo 27 de marzo, y
se supone que las ocho categorías que no serán premiadas en vivo grabarán su
entrega unos días antes en el Dolby Theatre.
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