Isla de dos repúblicas, de Héctor Ulises Montás, se basa
en el libro de Frank Moya Pons, un texto que profundiza en las razones
históricas, políticas, sociales y económicas que han propiciado tan desigual
desarrollo y su impacto en la preservación de los recursos naturales a ambos
lados de la frontera.
Isla de dos repúblicas tiene dos virtudes que también
pueden verse como sus defectos: su carácter eminentemente didáctico y su
preciosismo visual.
Es tan
didáctico que, de inmediato se aboga para que el Ministerio de Educación
implemente su presentación en todas las escuelas del país. Es tan didáctico que
el público promedio puede sentirse abrumado por la extraordinaria cantidad de
datos que aporta el audiovisual y que el espectador debe asumir como “una
clase”. Hay que acotar que, ante tantas fechas, tantos datos históricos, tantos
aportes formativos, es mucho lo que ha logrado sintetizar el guion de Rey
Andújar, autor de la extraordinaria novela Candela.
Visualmente
es tan precioso que, por ratos, nos abstraemos de la terrible realidad
medioambiental que el trabajo nos presenta y su natural impacto en la calidad
de vida de quienes habitamos la isla. Según la nota de prensa “fue filmada con una cámara ultra-estable “cineflex”
desde un helicóptero, durante varias expediciones aéreas”. Hay que
añadir los nombres de los maestros de la luz involucrados: Leo Tamargo, al
frente de un dreamteam: Claudio Chea,
Frankie Báez, Jaime Gómez y Álex Otero.
Visualmente,
Isla
de dos repúblicas nos muestra los graves daños que hemos causado en
nuestros recursos naturales (bosques, ríos, lagos), estragos que más temprano
que tarde terminarán pasándonos factura climática: o sequía o mucha lluvia y
sus consecuencias en la calidad de vida de todos. Hay que señalar también que
muestra algunos motivos para alegrarse con la posibilidad de detener la
depredación y reiniciar una nueva forma de tratar a la madre naturaleza.
Suma
mucho a las posibilidades de disfrutar Isla de dos repúblicas, la música de
Pengbian Sang y su hijo Su-Chan Sang, y los matices aportados por Fellé Vega.
Igual la correctísima narración llevada a cabo por Fabián Toro.
Lo más
importante: Isla de dos repúblicas, abona el fértil terreno de la esperanza
para Haití y Dominicana, dos pueblos que deben conciliar antes que discutir,
dos pueblos que deben encontrar la forma de entenderse y convivir, dos pueblos
que deben construir puentes y no muros, en el camino a un mejor estadio de
tolerancia.
Isla de
dos repúblicas. Dirección: Héctor Ulises Montás; Guion: rey Andújar, basado en
el libro de Frank Moya Pons; Fotografía: Leo Tamargo, Claudio Chea, Frankie
Báez, Jaime Gómez y Álex Otero; Edición: Matías Canelson; Música: Pengbian Sang
y Su-Chan Sang.
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