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miércoles, septiembre 22, 2021

Julian Schnabel, las puertas de la eternidad y todo el amarillo de Van Gogh.

El cineasta Julian Schnabel es un consagrado pintor neoexpresionista (parte del llamado Bad Painting) con un sitial muy bien ganado dentro de los artistas más demandados por los grandes coleccionistas.

En 1996, Schnabel debutó como cineasta con Basquiat, filme sobre la figura de Jean Michel Basquiat, artista de New York que utilizaba sus extraordinarias habilidades para el grafiti como base para crear pinturas con estilo collage en telas. El filme fue elogiado como uno de los mejores del año y Benicio del Toro recibió su Premio del Cine Independiente como mejor actor de reparto. Luego siguió con Antes que anochezca (2000), sobre el poeta Reinaldo Arenas. El filme fue elogiado como uno de los mejores del año y en el Festival de Venecia, Schnabel ganó el León de Plata Gran Premio del Jurado y Javier Bardem la Copa Volpi al mejor actor.

Con La escafandra y la mariposa (2007), Schnabel ganó el Premio al mejor director en el Festival de Cannes. Miral (2010) es una de las mejores películas del conflicto palestino-israelí que he visto. Doy estas pinceladas para que estemos claros de que se trata de un cineasta que se toma muy en serio su trabajo, aunque conocemos de varias de sus excentricidades: siempre rueda en pijamas.

A las puertas de la eternidad (2017) nos brinda una oportunidad única: disfrutar la aproximación de un pintor y cineasta al universo de otro pintor: Vincent van Gogh, acaso de uno de los más promovidos por el cine. En efecto, directores de la talla de Kurosawa, Minelli, Altman y Pialat, entre otros, han llevado al cine la vida del maestro holandés de la pintura. Eso, sin olvidar, Loving Vincent (2017, Dorota Kobiela y Hugh Welchman), ese maravilloso poema visual, que se hizo posible gracias a la colaboración de 125 artistas y 65,000 pinturas al óleo. Algo nunca visto en el cine.

Schnabel se anota una recreación maravillosa del universo Van Gogh y lo logra a partir de contar con colaboradores excepcionales. Para comenzar el guion escrito a seis manos junto a Jean-Claude Carriére y Louise Kugelberg. Carriére, habitual de Luis Buñuel, es uno de los mejores que ha tenido el cine, responsable de joyas como: Bella de día, El discreto encanto de la burguesía, La insoportable levedad del ser y La cinta blanca. El guion nos sirve la historia en forma de viñetas, de capítulos visuales, con los altibajos de los últimos años del pintor. Capítulos que pueden disfrutarse como partes de un todo y cada uno por separado, una historia desarrollada de manera absolutamente orgánica.

Para encarnar a Van Gogh, nada menos que Willem Dafoe, justamente premiado en Venecia con la Copa Volpi al mejor actor. Oscar Isaac (como Gauguin), Ruper Friend (como Theo), Mads Mikkelsen, Emmanuelle Seigner, Mathieu Almaric, redondean un elenco de ensueño para cualquier director. Lo que logra Dafoe, en los términos de interiorizar la incomprendida locura de su personaje es de antología y expresarla en monólogos de alma perdida es un absoluto deleite. En el plano físico, lo que se logra con maquillaje y control de gestos es absolutamente impactante.

Por supuesto, en un filme que recrea un universo tan rico en matices y texturas como el de Van Gogh, la fotografía juega un papel esencial. Schnabel recurre a uno de los mejores, Benoit Delhomme, responsable de filmes como: Sade (2000), El mercader de Venecia (2004), The Proposition (2005) y El niño con el pijama de rayas (2008).

Como artista plástico, es obvio que Schnabel ha propuesto una paleta de colores que sean cercanos a los colores de Van Gogh, particularmente ese amarillo que puebla sus cuadros y ahuyenta los demonios que atormentan su alma, ese verde que atrapa la eternidad de los paisajes borrosos y ese azul inmaculado que nos regala remansos de paz. De esta manera, A las puertas de la eternidad también puede verse como una guía del uso del color al servicio del drama que se expone: la locura del personaje, su alter ego creativo, sus insondables universos.

Pero además, A las puertas de la eternidad es una carta de amor a la naturaleza y toda la vida contenida en ella, a los seres vivos (plantas y árboles) que nos hablan en las interminables peroratas que solo escuchan los poetas.

A las puertas de la eternidad (2017). Dirección: Julian Schnabel; Guion: Jean-Claude Cariérre, Louise Kugelberg y Julian Schnabel; Fotografía: Benoit Delhomme; Edición: Louise Kugelberg y Julian Schnabel; Música: Tatiana Lisovskaya; Elenco: Willem Dafoe, Oscar Isaac, Ruper Friend, Mads Mikkelsen, Emmanuelle Seigner, Mathieu Almaric.

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