Cuatro días después de anunciarse el Premio Donostia a la Trayectoria del actor Johnny Depp, el Festival de San Sebastián ha emitido un comunicado con la firma de su director José Luis Rebordinos para responder a algunas de las dudas planteadas desde distintos colectivos y, en especial, desde la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA) que calificó el galardón de “poco oportuno”.
Según
los no conformes, el mensaje que se lanza con la concesión de este galardón es
que “da lo mismo lo que hagas siempre que seas un buen actor”, en expresión
de Cristina Andreu, presidenta de la agrupación. Y todo
ello por la sentencia de un tribunal británico que desestimó la
acusación de difamación al diario The Sun alegando que lo que allí se
publicaba era “sustancialmente
correcto”.
El
Festival pone por delante su compromiso “contra la desigualdad, el
abuso de poder y la violencia
machista”. Y añade para dar buena prueba de ello: “Además de
cumplir los compromisos adoptados en la Carta por la Paridad y la
Inclusión de las Mujeres en el Cine, el Festival ha promovido de
forma consciente la presencia de profesionales mujeres al frente de sus
departamentos. A través de su programación en septiembre y a lo largo de
todo el año participa del cuestionamiento de nuestra sociedad desde una
perspectiva crítica y feminista. También hemos intentado crear ambientes seguros para las mujeres en los
lugares de trabajo y en las sedes en las que se celebra el Festival y, ante
comportamientos inapropiados, que han existido, hemos actuado con contundencia
y rapidez”.
Y acto
seguido explica de forma detallada por qué no comparte las acusaciones de ese
colectivo en particular y el “linchamiento en las redes sociales” de
forma concreta: “De acuerdo con los datos probados de los que disponemos, Johnny
Depp no ha sido detenido, acusado o condenado por ninguna forma de agresión o
violencia contra ninguna mujer. Insistimos: no ha sido acusado
por ninguna instancia ni jurisdicción, ni condenado por violencia contra las
mujeres”.
Según el
texto del director, su compromiso primero es con el ordenamiento jurídico y,
por tanto, “con la
presunción de inocencia y el
derecho a la reinserción”.
Y
concluye para despejar posibles dudas: “El rechazo a cualquier conducta violenta o de acoso y la
presunción de inocencia forman parte y formarán parte de nuestros principios éticos”.
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