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viernes, junio 11, 2021

In The Heights: los colores y los sueños del Caribe.

La población latina en Estados Unidos sobrepasa los 60 millones de personas y equivale al 18% de los habitantes de esa nación. Sin embargo, los latinos representan el 29% de las taquillas anuales de las salas de cine. Eso los convierte en un importante segmento de mercado al que hay que tener en cuenta.

Dista mucho de la realidad, la imagen que Hollywood proyecta de los latinos: ellos son narcotraficantes y ellas, muchachas del servicio. Por años, se ha esperado la película que redima a la comunidad latina de tanta mala fama y que tenga un impacto social que ayude a generar cambios en la forma es que somos percibidos. Algo así, como lo que hizo Black Panther por los afroamericanos o Rich Crazy Asians por los orientales.

Precisamente el director de una de ellas, Jon M. Chu, es el responsable de llevar a la gran pantalla In The Heights, basado en el musical de Lin-Manuel Miranda y Quiara Alegría Hudes, estrenado en 2008 y ganador de 4 Tony, incluyendo Mejor Musical, convirtiendo a Miranda en el compositor más joven en recibir un Tony.

In The Heights tiene todas las condiciones para convertirse en un filme redentor para la comunidad latina: su historia transcurre en Washington Heights, vecindario de New York que durante muchos años fue el epicentro de los emigrantes dominicanos, aunque también es notoria la presencia de puertorriqueños, cubanos y mexicanos, todos con la misma meta: alcanzar su sueñito.

En la particular semántica caribeña, cuando usamos los sufijos “ito” o “ita”, que según la rae son diminutivos, en realidad realzamos la importancia de aquello a que nos referimos. Cuando decimos: “Te voy a comer a besitos”, estamos hablando de un encuentro íntimo de proporciones bíblicas. Es por lo que ese sueñito de nuestros emigrantes, en realidad hay que entenderlo como el Gran Sueño: familia, techo, comida, felicidad.

Ese es el primer acierto de In The Heights: la comunidad se representa en su afán de superación, enfrentando discriminaciones de todo tipo, luchando por superar los obstáculos que cada día le presenta la vida a quienes quieren han tenido la osadía de anhelar ser mejores. Y toda su problemática se menciona de soslayo, incluida la absurda pretensión de anular el DACA, el programa que protege de la deportación a los dreamers.

Lo que más importa (desde el primer momento) es quién ama a quién y cuáles son sus posibilidades. Esos análisis, a veces nacidos en ese espacio vital para el chisme que es el salón de belleza, son los que rigen la vida amorosa de todos en la comunidad.

En este punto hay que señalar otro de los grandes aciertos de In The Heights: las historias de amor son creíbles, y parte de ese logro hay que atribuirlo a los actores elegidos, especial mención para Anthony Ramos (protagonista también de Hamilton, otro éxito de Miranda), Melissa Barrera (una extraordinaria presencia en pantalla) y Leslie Grace (estrella de la música nacida en el Bronx, de padres dominicanos). No me extrañaría que sus nombres figuren en la Temporada de Premios: irradian una empatía que pocas veces se ve en la sala de cine.

Así, la realidad del barrio es expuesta a través de las historias de amor de Usnavi (Ramos) con Vanessa (Barrera), y de Benny con Nina, sirven de marco para inventariar la cotidianidad de Washington Heights. Un diario vivir que, como es previsible, encuentra sustento en el amor de nuestros padres, en el sabor de nuestras comidas, en el sonido de las calles, en el danzar de nuestros cuerpos, en los colores de nuestras banderas.

In The Heights está llena de música contagiosa y presenta los puntos claves del barrio: la bodega, la esquina, el salón de belleza, la cancha, la discoteca. Me quedé esperando el play, ese otro espacio vital, donde los peloteros alimentan sueños de grandes ligas. También extrañé un perico ripiao, pero ya eso es ser gandío.

Pero sin duda, In The Heights paga con sobradas creces las expectativas que se han creado con su estreno. En esta coyuntura, en la que Hollywood quiere apostar a (y apoyar) la diversidad, no extrañaría que logre algunas nominaciones al Oscar.

 

In The Heights (2021). Dirección: Jon M. Chu; Guion: Lin-Manuel Miranda y Quiara Alegría Hudes; Fotografía: Alice Brooks; Música: Lin-Manuel Miranda; Edición: Myron Kerstein; Elenco: Anthony Ramos, Melissa Barrera, Leslie Grace, Dasha Polanco, Analía Gómez.

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