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miércoles, marzo 03, 2021

La Llorona: impactante drama de Jayro Bustamante.

En el imaginario popular centroamericano, hay un personaje de características muy particulares: la Llorona. Puestos a definir, es un alma en pena que vaga por todas partes lamentando su trágico pasado: ha ahogado con sus propias manos a sus hijos. Con sus lamentos eternos, la Llorona ha sido recreada en filmes como Frida (2002, Julie Taymor), en la que Chavela Vargas lloraba la famosa canción de autor desconocido. La Llorona, en sí misma, es un universo con varias versiones.

Entre los años de 1981 y 1983, en el contexto de la guerra civil en Guatemala, se llevó a cabo una campaña de limpieza étnica contra los indígenas mayas, especialmente la etnia Kaqchikel. Como suele suceder con nuestros peores bandidos, la justicia de nuestras débiles democracias promueve jugar al olvido, apostar al cansancio colectivo en la búsqueda de justicia. Esta situación, en sí misma, es otro universo.

El mérito del director Jayro Bustamante ha sido hacer coincidir estos universos y sacarles una partida dramática que nos impacta en su formulación.

Bustamante tomó por asalto el escenario cinematográfico internacional con Ixcanul (2015), su formidable ópera prima que consiguió premios tan importantes como el Oso de Plata en Berlín y los premios a la mejor película en Guadalajara y Cartagena.

Con su segundo filme, Temblores (2019), hizo visible la problemática gay en el contexto de nuestras rígidas estructuras sociales: se discrimina abiertamente y se confina a los distintos a sus propios guetos.

Con La Llorona, Bustamante abre la caja de Pandora más peligrosa de todas: la desigual lucha de clases entre militares y guerrilla, con los Kaqchikel en medio del fuego cruzado, con todo que perder en una guerra que no les pertenece. Típica ecuación de perder-perder en la que (dicen los diarios) fue exterminado casi un tercio de su población. Para algunos incrédulos de conveniencia, todo son exageraciones y cuentos de caminos.

Lo cierto es que Guatemala sangra por su herida y, todavía hoy, las esperanzas de sanar parecen mínimas.

En este punto, el valor social del filme de Bustamante trasciende lo meramente cinematográfico, permea la incredulidad de muchos sectores del país centroamericano y se instala en la conciencia de todos con una banda sonora sobrenatural que se nos queda pegada a la piel. Sabemos que Efraím Ríos Montt fue condenado a 80 años de cárcel por genocidio, condena revocada a los pocos días. Es deber mantener eso en la memoria.

La Llorona trasciende los límites de género y permite diversas lecturas, acorde con las convicciones de cada quien. Lo que nadie puede es permanecer indiferente a su propuesta. Y eso es lo más importante.

 

La Llorona (2019). Dirección: Jayro Bustamante; Guion: Jayro Bustamante y Lisandro Sánchez; Fotografía: Nicolás Wong; Edición: Jayro Bustamante y Gustavo Matheu; Música: Pascual Reyes; Elenco: María Mercedes Coroy, María Telón, Juan Pablo Olyslager.

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