En segundo lugar, uno de los títulos más encantadores del cine: Milagro en la Calle 34 (1947, George Seaton). Ha perdurado tanto en el gusto popular, que tuvo su nueva versión en el 1994, dirigida por Les Mayfield.
Esta aventura protagonizada por el mismísimo Santa Claus (Oscar al actor de reparto para Edmund Gwenn) es ideal para reflexionar en familia sobre lo que representa este regordete personaje con barbas y sonora sonrisa: el mejor regalo es algo en qué creer.
El tercer puesto es para la historia de Charles Dickens, A
Christmas Carol, que ha tenido decenas de adaptaciones al cine
y la televisión pero, sin duda, la hecha por Brian Desmond-Hurst en 1951
destaca como la mejor realizada.
Damos un salto hasta los filmes navideños contemporáneos y nos encontramos con El Grinch (2000),
dirigida por Ron Howard y protagonizada por Jim Carrey, que ganó el Oscar al
mejor maquillaje. Como está basada en el famoso libro de Dr. Seuss no es de
extrañar que se haya establecido como la más taquillera de las películas
navideñas.
Le sigue Mi
pobre angelito (1990), dirigida por Chris Columbus y
protagonizada por Macaulay Culkin y que, con sus $476 millones de dólares
recaudados se mantuvo por 11 años como la campeona de las taquillas en Navidad.
Para completar esta lista de recomendaciones, Santa Clause (1994),
magnífica comedia dirigida por John Pasquin y protagonizada por Tim Allen. Una
fórmula ganadora por necesidad: Allen es uno de los mejores comediantes de USA.
El filme tuvo su segunda parte en 2002.
Cualquiera
de la lista (y otras que pueden añadirse) es ideal para verla en familia esta
Navidad. Porque de eso se trata: compartir y creer en el milagro de la Navidad.
Creer en que podemos ser mejores. Creer en que el mundo puede ser mejor
para todos.
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