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miércoles, diciembre 06, 2017

Coco: otro Oscar para Pixar.

Hace un par de años, la productora Disney tuvo un “affaire” con los mexicanos cuando se supo que deseaban registrar “Día de los muertos” como marca y título de su próximo filme de animación. Las protestas no se hicieron esperar y todo se solucionó cambiando el título del filme a Coco. A manera de disculpa, México fue el primer país del mundo en estrenar el citado largometraje y los resultados no se han hecho esperar: Coco es la película más taquillera en la historia del cine en el país azteca: más de 28 millones de taquillas vendidas y contando.
Y bien que se lo merece. Coco es la nueva propuesta Disney/Pixar y eso es garantía de que tendremos un trabajo de animación perfecto. Los detalles que se pueden apreciar en el filme, además de las típicas auto-citas de Pixar (el número A113, por ejemplo), hasta la brillantez hipnótica de los alebrijes, esos seres imaginarios de la cultura popular que están conformados por elementos fisionómicos de animales diferentes.
Coco es un filme divertido pero que exuda mexicanidad en cada fotograma. Para empezar el tema: la celebración tan particular de el “Día de los muertos” es ese país, en la que se recuerda a cada quien por lo que más le gustaba: desde el plato hasta su canción favorita y se le lleva a su tumba en una noche que tiene un profundo significado familiar. Una actitud muy distinta, por ejemplo, a la inútil plañidera local.
Ese escenario de celebración de el “Día de los muertos” sirve de plataforma para exhibir muchos de los elementos de la cultura mexicana: desde sus condimentados y coloridos platos, hasta algunas de sus canciones más emblemáticas (“La Llorona” incluída), pasando por algunas de sus celebridades ya fallecidas: Cantinflas, el Santo, Frida Khalo, Pedro Infante y Jorge Negrete.
Esa precisión con los elementos de la cultura mexicana hay que verla como el resultado de las investigaciones del director Lee Unkrich, ganador del Oscar por Toy Story 3, quien viajó con todo su equipo en 5 ocasiones a México para aprender de sus tradiciones. También ayuda que su co-director, Adrian Molina, es descendiente de mexicanos.
Coco tenía un primer obstáculo que vencer: que todos olvidaran que ya existía un filme con el mismo tema, El libro de la vida, presentado también con mucho éxito. Entre uno y otro, la comparación resultaría injusta.
Cuidando cada detalle, los productores de Coco han conseguido un elenco (de voces) maravilloso: desde el niño debutante Anthony González, hasta el talentoso Gael García Bernal, quien hace la voz de Héctor en inglés y luego se dobló a sí mismo para la versión en español.
El mensaje de Coco es de capital trascendencia: la familia es primero, es la piedra sobre la cual podemos construir nuestros sueños y hay que persistir hasta lo imposible para alcanzar nuestras metas personales. La idea, por ejemplo, de que alguien muere realmente cuando ya nadie le recuerda es sintomática de la sociedad sensata a la que todos aspiramos.
La historia de éxito de Pixar con relación al Oscar es, sencillamente, impresionante:  8 estatuillas para las propuestas de esta factoría, a saber: Toy Story (1995), Buscando a Nemo (2003), Los increíbles (2004), Wall-E (2008), UP: una aventura de altura (2009), Toy Story 3 (2010), Valiente (2013) e Intensa Mente (2015).
En plena Temporada de Premios, hay que hacer algún pronóstico: Coco se encamina a ganar el Oscar 2018. Otro más en la historia de Pixar.


Coco (2017). Dirección: Lee Unkrich y Adrian Molina; Guion: Adrian Molina y Matthew Aldrich; Música: Michael Giacchino; Fotografía: Matt Aspbury y Danielle Feinberg; Edición: Steve Bloom y Lee Unkrich; Voces: Anthony González, Gael García Bernal, Benjamin Bratt, Alana Ubach. 

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