Páginas

jueves, diciembre 15, 2016

Star Wars: la religión de George Lucas.


El 25 de mayo de 1977 se estrenó Star Wars, filme dirigido por un joven cineasta llamado George Lucas. Entonces Lucas no lo sabía, pero estaba fundando una nueva religión para cinéfilos que se rindieron ante la mágica frase de apertura: “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana”, que tuvo el mismo efecto cautivante del “Erase una vez” de los cuentos infantiles.
En realidad nadie creía en el filme y nadie, excepto Steven Spielberg (compadre de Lucas), apostó a que se convertiría en un éxito. Como era su costumbre, Lucas invitó a Spielberg a marcharse para Hawaii para, lejos del mundo, no leer las críticas a la película y, mucho menos, enterarse de que tan mal le había ido en las taquillas. Una costumbre que mantienen hasta hoy.
Ese 25 de mayo de 1977, Star Wars recaudó, en un número limitado de salas (cedidas a regañadientes por las cadenas exhibidoras) unos galácticos $1.5 millones de dólares, una suma nunca vista en taquillas. Y el mundo le cambió a George Lucas.
Dos años antes, Lucas había fundado Industrial Light & Magic (ILM), empresa dedicada a producir efectos visuales para películas. Este inquieto director, quería hacer posible para la realización de películas, sus sueños más salvajes. ILM tuvo a su cargo los efectos visuales de Star Wars, fundamentalmente a base de maquetas y miniaturas: no había dinero para otra cosa y tampoco se habían desarrollado las computadoras que lo permitieran.  La frustración de Lucas fue tal que, 20 años después, relanzó toda la trilogía, añadiendo los efectos que quiso y no pudo lograr en sus estrenos.
Para Star Wars, Lucas ha dicho mil veces que se inspiró en dos películas del Maestro Akira KurosawaLa fortaleza escondida (1958) y Los siete samuráis(1954). Tomó de esos filmes (y otros clásicos) la estructura básica, añadió todos los efectos visuales que pudo y los resultados están a la vista de todos: US$461 millones en USA.
Tres años después, llegó El Imperio contra-ataca, dirigida por Irving Kersher, que consiguió $291 mdd, mientras El retorno del Jedi (1983, Richard Marquand) alcanzó $309 millones de dólares. Ambas, por supuesto, estuvieron producidas por el omnipresente Lucas.
Dieciséis años después, el 19 de mayo de 1999, se estrenó Episodio I: La amenaza fantasma, dirigida por Lucas con un presupuesto de $115 mdd y recaudación de US$474 millones. De nuevo, Lucas usó un intervalo de tres años entre estrenos. En 2002, Episodio II: El ataque de los clones se rodó a un costo de US$115 millones, mientras consiguió US$310 en las taquillas. La "nueva" trilogía concluyó con Episodio III: La venganza de los Sith (2005), que contó con un presupuesto de US$113 y recaudación de $380 millones en Estados Unidos.
El 30 de octubre de 2012, Disney anunció la compra de LucasFilm por $4,000 millones de dólares y su intención de lanzar tres nuevos episodios de la saga.
El 18 de diciembre del pasado año, tras 10 años de espera, se estrenó Star Wars: El despertar de la Fuerza y sus fanáticos, literalmente, enloquecimos de alegría. Esta nueva entrega la dirigió JJ Abrams y nos trajo al elenco original: Mark Hamill (Luke Skywalker), Carrie Fisher (Leia), Harrison Ford (Han Solo) y Peter Mayhew (Chewbacca), unidos a los nuevos ídolos: Daisy Ridley (Rey), Oscar Isaac (Poe Dameron), John Boyega (Finn) y Lupita Nyong’o (Maz Kanata).  
El resultado está a la vista: Star Wars: El despertar de la Fuerza es la película más taquillera en la historia del cine en Estados Unidos, con una recaudación de $936 millones de dólares.
Ahora nos llega ROGUE ONE y las expectativas no pueden ser más promisorias: integra a un elenco de primera línea: Felicity Jones, Diego Luna, Forest Whitaker y Mads Mikkelsen, los primeros reportes hablan de un guion estupendo y los fanáticos quieren enloquecer de nuevo.
Y las próximas entregas tienen ya fecha de estreno: el 15 de diciembre de 2017: Star Wars: Episodio VIII (2017), 25 de mayo de 2018: Star Wars Anthology: Han Solo; y en diciembre de 2019, Star Wars: Episodio IX.

¡Que la Fuerza nos acompañe!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario