Por regla general, un buen drama necesita un buen detonante para atraparnos en la historia. Habitualmente: una muerte, un nacimiento o un accidente. Las tres hijas, nuevo filme de Azazel Jacobs, nos siembra en el asiento desde el primer fotograma.
Tres
hermanas (Katie, Christina y Rachel) acuden a acompañar a Vincent, su padre
moribundo, y la tensión entre ellas es absolutamente insoportable. Son tres
personalidades completamente distintas y compartir el mismo espacio es una
bomba de tiempo a punto de estallar.
Ellas
hablan de frente a la cámara, nos hablan de frente, como si fuésemos sus
terapeutas, y nos llenan el alma de desasosiego. Cada una de ellas tiene sus
propios problemas para vivir en infelicidad y aunque no queremos ser partícipes
de sus pesadas cargas, no hay forma de escapar. Estamos atrapados en el mismo
frío apartamento de New York, con Vincent agonizando en su habitación.
Katie
sufre, como corresponde, el inclemente desprecio de Tracey, su hija
adolescente; Christina se abraza a la alegría que le da su pequeña Mirabella.
Rachel solo se preocupa por ganar en sus apuestas deportivas, y conseguir
marihuana y algunas manzanas para no morir de inanición.
A su
manera, cada una vive dentro de un círculo vicioso que les ha minado sus
alegrías y las ha convertido en ansiedades andantes. A su manera, cada una
trata de reconstruir las memorias de lo vivido con su padre, de armar con los
añicos el espejo de lo que ha sido su vida, misión que sabemos imposible porque
siempre faltarán piezas y también el talento para semejante tarea. El problema
es que intentan inventar una forma de mitigar el dolor ante la inminente
partida cuando han olvidado lo más importante: abonar con su amor a quien le
deben la vida. Christina define el sentimiento con una frase excepcional: “La
única manera de comunicar cómo se siente la muerte es con ausencia. Todo lo
demás es fantasía.”
Jacobs
escribió un guion muy poderoso, con obvias influencias de realizadores como
Ingmar Bergman (y el Woody Allen de September (1987), que le permite
construir un drama poderoso, pero lleno de luz, sobre la familia y sus
misteriosos vínculos. A veces se percibirán como vínculos tóxicos, pero
esenciales para conformar ese tejido que es la base de cualquier sociedad. Del
resto, se encargan los terapeutas cuando es necesario.
Y siempre, las
canciones de cuna son un bálsamo para el vacío que nos queda con la partida de
los más queridos.
Del elenco,
destaco la maravillosa construcción que ha logrado Elizabeth Olsen, actriz que
brilla con luz propia en filmes como Martha Marcy May Marlene (su debut
en 2011) y Liberal Arts (2012) y que paga las facturas cuando forma parte
del Universo Cinematográfico Marvel. No me extrañaría que Olsen o su compañera Natasha
Lyonne consigan algunas nominaciones en la próxima Temporada de Premios.
Las tres
hijas (2023). Dirección y guion: Azazel Jacobs; Fotografía: Sam Levy; Edición:
Azazel Jacobs; Música: Rodrigo Amarante; Elenco: Natasha Lyonne, Elizabeth
Olsen, Carrie Coon, Jay O. Sanders.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario